Economía
Los pros y contras de ingresar a la Ruta de la Seda propuesta por China
Varios sectores consideran un riesgo esa decisión, pues no son claras las condiciones en las que lo haría Colombia.

11 de may de 2025, 02:14 a. m.
Actualizado el 11 de may de 2025, 02:14 a. m.
El Gobierno colombiano, en su afán por establecer nuevas relaciones comerciales con otros países, ha manifestado la intención de unirse a la Franja y Ruta de la Seda que impulsa China, hecho que podría concretar el presidente Gustavo Petro esta semana, en su visita a ese país.
Esta intención ha suscitado diversas opiniones, puesto que algunos analistas consideran que podría poner en riesgo no solo las relaciones con Estados Unidos, sino también el aparato productivo nacional.
La Ruta de la Seda es una iniciativa lanzada por el presidente chino, Xi Jinping, en 2013. Su objetivo principal es fortalecer la cooperación económica y comercial con otros países de Asia, Europa, África y América Latina, a través de su inversión en infraestructura, para facilitar el transporte de bienes, la transmisión de energía y la comunicación.

Desde su creación, más de 150 naciones y numerosas organizaciones han hecho parte de esa propuesta, promoviendo inversiones que superan el billón de dólares, específicamente a través de la ejecución de grandes proyectos de infraestructura y telecomunicaciones.
Para Álvaro Pío Gómez Olaya, doctor en Política Económica y docente de la Universidad del Valle, pensar en hacer parte de la Ruta de la Seda implica una serie de oportunidades y de riesgos. Entre las oportunidades, resalta que es la mejor forma de conectarse con el comercio chino de manera directa, además de que es una buena ocasión para renovar infraestructuras, dado que el plan, más que en el comercio, está centrado en las conexiones de infraestructura que permitan agilizar las exportaciones e importaciones con el país asiático.
“Esta podría ser una oportunidad enorme para obtener inversiones. Beijing ha financiado a cerca de 150 países en el mundo a través de esta estrategia. Además, sería un buen momento para modernizarse en términos de tecnología”, afirmó el docente.
Sin embargo, advirtió que uno de los mayores riesgos que enfrentaría es la dependencia política, “dado que el principal propósito de China es lograr influencia vía endeudamiento externo con los países a los que les facilita recursos de crédito. Además, en la nueva Ruta de la Seda se han encontrado mecanismos locales de corrupción en las inversiones y deudas generadas con algunos naciones vinculadas. Lo que se ha obtenido al final en esos casos son países con mayores niveles de deuda, con dependencia en la toma de decisiones de China, con compromisos de apoyo incondicional a las posiciones políticas chinas”.
Harold Londoño, gerente de Analítica y Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Cali, señaló que, pese a lo positivo que pudiera parecer esta cooperación, “es fundamental tener cautela sobre los posibles riesgos, pues ya son varios los países que han recibido financiamiento de China y se han enfrentado a serias dificultades para cumplir con las obligaciones. En estos momentos para nuestro país, que atraviesa graves problemas con el déficit fiscal, un endeudamiento con China podría ser fatal”.
Con él coincidió José Fernando Amézquita, director de Analdex, capítulo Suroccidente, quien consideró que una posible adhesión a la Ruta de la Seda representa un gran riesgo para la economía y el aparato productivo colombiano, pues puede causar daño no solamente en el relacionamiento exportador, sino también en los mecanismos de defensa comercial.
“El riesgo mayoritario recae en la coyuntura actual derivada de la crisis de comercio exterior detonada por el Gobierno de Estados Unidos con los aranceles para todos los países. Los riesgos y oportunidades aún se encuentran en análisis, primero, porque China no se percibe como una economía de mercado, e ingresar a esta iniciativa redundaría en el reconocimiento de este modelo con todas las consecuencias subsiguientes, como la aceptación de medidas de una economía centralmente planificada, con subsidios y devaluaciones, cosa que afectaría nuestros mecanismos propios de defensa comercial y afectaría al aparato productivo nacional”, explicó.

Amézquita agregó que “la vinculación a esta ruta solo sería viable si viene acompañada de un acuerdo comercial formal que reduzca los aranceles para productos colombianos, pero que también asegure un acceso real a ese mercado. Garantizar el acceso puede ser la clave, pero solo en el mediano plazo”.
De otro lado, Andrés Giraldo, docente asociado al Departamento de Economía, de la Universidad Javeriana de Bogotá, afirmó que esta iniciativa es muy cercana a lo que es un tratado de libre comercio y que la decisión del presidente Gustavo Petro, de buscar acercamientos con este país, es “más un arrebato de, si no es con Estados Unidos, entonces me meto con China, sin pensarlo de manera profunda, sin analizarlo ni dentro de su equipo ni dentro de la Comisión de Relaciones Exteriores, que debía ser el primer filtro para tratar esos temas”.
Agregó que el deseo de la formalización de entrar a la Ruta “llega en un mal momento geopolítico para el país”.
El comercio en cifras
Según datos del Dane y Analdex, en 2024 Colombia exportó a China bienes por un valor total de US$ 2377 millones, principalmente materia primas.
En el mismo período, las importaciones desde Beijing fueron de US$15.936 millones, posicionando a la nación china como el mayor socio comercial en importaciones, representando el 25 % de las compras totales del país, principalmente bienes manufacturados y de capital y tecnología.
El déficit comercial con el país asiático hoy se encuentra por encima de los US$ 13.000 millones, según análisis de Analdex.
Asimismo, para el primer trimestre de 2025 las exportaciones a China sumaron US$ 504 millones y un año atrás fueron de US$ 648 millones. Mientras, las importaciones a febrero pasado llegaron a US$ 2937 millones, frente a los US$2454 del año anterior, en igual periodo.
“Desde febrero del 2025, China ya es nuestro tercer mercado de exportación, superado solo por EE.UU. y Panamá, y en importaciones ya es nuestro principal proveedor, superando a Estados Unidos, que siempre había sido el principal proveedor. Es por ello que es conveniente y necesario establecer un marco referencial de comercio con este gigante asiático, sobre todo para evitar el ingreso de productos de muy bajo precio y deficiente calidad”, resaltó José Roberto Concha, especialista en comercio exterior.
Por otro lado, el presidente de Analdex, Javier Díaz, advirtió que esta situación podría afectar el relacionamiento exportador de Colombia, así como los mecanismos de defensa comercial. “A China le interesan sus exportaciones, pero no es claro qué ganamos nosotros con esta iniciativa. El país asiático compra básicamente materias primas, petróleo, carbón, ferroníquel, habría que revisar qué nos ofrecen comprar. Por ejemplo, el café paga arancel y no sabemos cuál va a ser el tratamiento”, afirmó.
Desde la @CAMCOLOMBOCHINA compartimos nuestro comunicado oficial sobre el posible ingreso de Colombia a la Ruta de la Seda: una oportunidad estratégica para impulsar inversión, infraestructura, comercio y cooperación con Asia. 🇨🇴🌏 #RutaDeLaSeda #ColombiaAsia #CámaraColomboChina pic.twitter.com/JVLW7gKLFh
— Cámara Colombo-China (@CAMCOLOMBOCHINA) May 8, 2025
Viaje del Presidente
Desde ayer, el presidente Gustavo Petro viajó a Pekín para participar la próxima semana en la IV Reunión Ministerial del Foro Celac-China. el mandatario señaló que aprovechará para firmar un acuerdo de intención, con el fin que el país se sume la iniciativa de la nueva Ruta de la Seda. “Es lo que voy a hacer ahora, acuerdo de intención; próximos gobiernos verán si, de intención, se pasa a la realidad”, dijo.
En cuanto a las posibles afectaciones que esta visita pueda conllevar con Washington, la canciller Laura Sarabia dijo que “en ningún momento queremos que esto se vea como una afrenta a los Estados Unidos, solo buscamos condiciones para nuestro país, condiciones que también les hemos planteado a ellos”.
Comunicadora Social - Periodista de la Universidad Autónoma de Occidente, con amplia experiencia en periodismo regional, comercial y desde hace tres años trabajo en la sección de economía.