Economía

Julián Domínguez, de Confecámaras, reveló difícil panorama de la actividad empresarial: “Se ha vuelto más compleja”

El presidente saliente de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio, habló del momento coyuntural que vive Colombia en materia económica y política.

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Julián Domínguez, presidente de Confecámaras
Julián Domínguez, presidente saliente de Confecámaras. | Foto: Confecámaras / Cortesía

7 de oct de 2025, 02:14 a. m.

Actualizado el 7 de oct de 2025, 02:23 a. m.

El pasado 27 de agosto, Julián Domínguez presentó renuncia a la presidencia de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio, Confecámaras, que ocupó durante más de diez años.

Lo hizo en medio de algunos cuestionamientos sobre su gestión en esa organización. Sin embargo, su círculo cercano defiende el trabajo del líder gremial y asegura que ha sido objeto de persecución política.

Al hacer un balance de su labor, Domínguez destaca el desarrollo tecnológico que ha permitido reducir tiempos de procesamiento y almacenamiento de datos de la red y el incremento en dólares del patrimonio de la Confederación, con excedentes de $ 1279 millones.

Y asegura que si bien, sin empresas no hay país, también es cierto que “sin cámaras de comercio no hay empresas”.

Julián Domínguez reiteró su compromiso con la red cameral y dijo que la dejaba en buenas manos con el nuevo presidente de Confecámaras, Nicolás Botero. Foto: Confecámaras / El País.
Julián Domínguez reiteró su compromiso con la red cameral y dijo que la dejaba en buenas manos con el nuevo presidente de Confecámaras, Nicolás Botero. Foto: Confecámaras / El País. | Foto: Foto: Confecámaras / El País.
  • Tras más de una década al frente de Confecámaras, ¿cuál es el balance de su gestión?

Ha sido muy satisfactorio el paso por la Confederación, donde hay algunos logros muy importantes. En primer lugar, el tema de tecnología. Hemos logrado pasar de procesar 200.000 datos, en el 2010, a más de cuatro millones actualmente.

En ese momento había 41 Cámaras de Comercio dependientes de la tecnología de Confecámaras y hoy son 52. Pero, además, con el apoyo de la inteligencia artificial estamos logrando hacer procesos en un 20% del tiempo de lo que los hacíamos antes. Es así como estamos procesando y almacenando más de 300 millones de datos del Registro Único Empresarial y Social, y estamos convirtiendo el dato en analítica económica y analítica empresarial.

Hemos producido 33 estudios sobre análisis empresarial y logrado incorporar el concepto de movilidad empresarial, que consiste en identificar en Colombia cuáles son las empresas que crecen, para efectos de poder determinar los factores que les permiten mantenerse en el mercado y aumentar sus activos o sus ingresos.

  • ¿Por qué es tan importante este concepto de movilidad?

Colombia es un país donde solamente el 7 % de las empresas cambian de tamaño al cabo de cinco años. Por eso, lo más importante es identificar qué hacen las que sí cambian de tamaño. Y en eso, el acceso al crédito, la utilización de innovación, el tener habilidades blandas como planes de negocio y de mercado, el poderse estructurar mejor internamente con su talento humano, lograr tener visiones compartidas con otros empresarios similares, así como pertenecer a los clúster empresariales son los factores principales que ayudan a que las empresas crezcan. Y la formalidad: ser formal paga, porque estas empresas que se constituyen como personas jurídicas o sociedades, son empresas que tienen una posibilidad de crecimiento y de movilidad del 24% frente a un 7 % que tienen las otras empresas en su conjunto.

  • ¿En cuánto a la red cameral, cuáles serían los mayores aportes en todos estos años?

Creo que darle institucionalidad y gobernanza. Logramos la Ley 1727 del 2014, la cual establece que toda la gobernanza de las Cámaras de Comercio se basa en una ley de la República. No depende de estatutos ni de decisiones de junta, sino de una ley que rige el buen gobierno de las cámaras, para blindarlas contra la politiquería y otros factores que podrían afectarlas.

Julián Domínguez, saliente presidente de Confecámaras, aseguró que la inseguridad es el principal problema que tienen las empresas y está haciendo mucho daño. Foto: Confecámaras / El País.
Julián Domínguez, saliente presidente de Confecámaras, aseguró que la inseguridad es el principal problema que tienen las empresas y está haciendo mucho daño. Foto: Confecámaras / El País. | Foto: Foto: Confecámaras / El País.

Igualmente, la estabilización de los ingresos de las cámaras, a través del concepto de que todos los ingresos que se perciben por el registro mercantil sirven para todas las actividades de las cámaras. Con esto, por ejemplo, se han logrado hacer centros de eventos, programas culturales y cívicos y, por supuesto, programas de desarrollo empresarial y de mejoramiento para las empresas, especialmente pymes.

Además, desde el 2014 hemos llevado el sistema de garantías mobiliarias, con el que se ha logrado beneficiar a 406 mil empresarios, y pasar de 4000 créditos, ese año, a más de 600 mil créditos. Esto es muy importante, porque el acceso al crédito es uno de los principales obstáculos para el crecimiento de las empresas, especialmente las pymes.

  • ¿Cuál es el estado financiero de Confecámaras en este momento?

Hemos duplicado en dólares el patrimonio de la Confederación. Estamos entregándola con excedentes de $ 1279 millones y además queda con una sede espectacular en la Avenida El Dorado, en Bogotá, donde la tecnología y el concepto de trabajo en equipo se realiza a través de unas oficinas muy modernas que denominamos la ‘colmena’, donde efectivamente el concepto de trabajo y de liderazgo colectivo y de la conversación que genera valor se facilita mucho.

  • ¿Cuál es la importancia de la red cameral para el país?

La realidad es que la red cameral, con más de 200 oficinas en todo el país, llega a todo el territorio nacional. Hay regiones donde la única institucionalidad que existe es la de su Cámara de Comercio. Regiones de ciudades muy pequeñas donde es mucho más relevante una Cámara de Comercio que en una ciudad grande, donde hay muchas más instituciones. Este concepto de redes es un concepto estratégico de lograr que para todas las Cámaras de Comercio los servicios se puedan homologar y los programas se puedan realizar desde todo lado.

Si entendemos que sin empresa no hay país, nosotros decimos, sin Cámaras de Comercio no hay empresas. Es decir, las cámaras propician el desarrollo empresarial y el desarrollo regional, y son instrumentos de confianza también. Es la única organización donde con toda la confianza puede llegar el resto de la institucionalidad pública para hacer alianzas público-privadas.

  • Hablando del desarrollo económico y empresarial del país, ¿qué piensa de las reformas que adelanta el Gobierno Nacional?

Realmente la reforma tributaria, en este momento, para el Consejo Gremial Nacional, al que pertenecemos, es inconveniente. El sector empresarial está en un límite extremo de pago de impuestos y seguiría creciendo nuestra tendencia a ser el país de América Latina de más alta tasa tributaria.

Si entendemos que la inversión es fundamental para poder mejorar la capacidad productiva, también son muy complicado los mensajes en materia de inseguridad jurídica e inseguridad física, dos factores que conspiran contra la actividad empresarial, especialmente la inversión.

Si tenemos en cuenta que la producción crece al 1 % y el consumo al 4 %, quiere decir que estamos generando productos importados para suplir esas otras tres cuartas partes y, en consecuencia, eso lo que está mostrando es que hay una baja inversión por parte del sector empresarial por falta de confianza.

Nicolás Botero asumirá la presidencia de Confecámaras tras la salida de Julián Domínguez, quien permaneció por más de una década en el cargo. Foto: Confecámaras / El País.
Nicolás Botero asumirá la presidencia de Confecámaras tras la salida de Julián Domínguez, quien permaneció por más de una década en el cargo. Foto: Confecámaras / El País. | Foto: Foto: Confecámaras / El País.
  • ¿Cree que hoy es más fácil hacer empresa que hace 20 años?

Sí, creo que es más fácil, porque hemos logrado algunos avances en simplificación de trámites, a través de la ventanilla única empresarial; porque hoy día el acceso a la tecnología y a la información es más eficiente, porque, a través de los registros nuestros, un empresario puede conocer quiénes son sus competidores, quiénes son sus proveedores y quiénes pueden ser sus clientes.

Estamos dando herramientas de información a través del Rues (Registro Único Empresarial y Social) muy importantes, y eso hace que tener información de calidad sea mucho mejor para poder tomar decisiones. Pero el cúmulo de leyes, en estos quince años, hace a veces muy difícil la actividad empresarial, porque hoy día hay cantidad de normativas que hacen muy lento las autorizaciones y las licencias.

Sigue siendo complejo también el tema del Invima. En materia de exportaciones, por ejemplo, se han complicado muchísimo las inspecciones fitosanitarias y de narcóticos en los puertos, que generan unos procesos lentos. Si a esto se agregan los más de 600 cortes en las carreteras, que denunció la semana pasada Colfecar, pues la actividad empresarial se ha convertido en una actividad más compleja.

  • La vida de los negocios es muy corta en Colombia. ¿Por qué no logran estabilizarse en el tiempo?

Por la informalidad. Realmente, en la medida en que hay muchas más reglas de juego, al empresario le es muy costoso mantener el ritmo de la formalidad, sale de la formalidad y se vuelve muy vulnerable. Es como un organismo que pierde sus anticuerpos, que son los de la formalidad, se vuelve muy vulnerable, y eventualmente sale del mercado o se liquida. Entonces, creo que es reconocer que en el mediano plazo, la formalización empresarial es el mejor negocio para las empresas.

En el corto plazo la informalidad tiene un incentivo perverso, pero sin duda lograr pasar la barrera de informal a formal le da mucho más perdurabilidad y fortaleza a los pequeños negocios.

  • Es mejor ser informal que formal en este país, ¿por qué?

No, la verdad es que el ‘valle de la muerte’, que son los tres primeros años donde se consumen los recursos de capital que tienen las empresas, hacen que ese fenómeno de desistir vía liquidación o cierre del negocio frustre al empresario. Por eso es tan importante desde el principio tener un buen plan de negocios, así la empresa sea muy pequeña. Tener muy buena capacidad de proyectarse en el tiempo para ver cuáles recursos va a requerir y entonces desbordar simplemente el proceso productivo, que es el de los primeros años de las empresas, para tener visión de negocio, para tener visión empresarial, para llegar a otros mercados incluso. Esas empresas son las que perduran.

  • ¿Cuál cree usted que son los mayores desafíos del sector empresarial en la actual coyuntura económica del país?

La inseguridad es el principal problema que tienen las empresas y está haciendo mucho daño, porque tiene dos factores: la real, que es objetivamente la incidencia de la violencia en la actividad de la sociedad, y también un tema de percepción.

La percepción siempre es superior en gravedad a la realidad y, en consecuencia, esos dos factores sobre la inseguridad han hecho mucho daño a la inversión, a la actividad económica, a la generación de empleo y a la construcción de la mano con las comunidades y con los sectores más desvalidos.

  • Usted acaba de presentar su renuncia. ¿Cuáles fueron las razones para hacerlo?

Llevo ya algún tiempo buscando dar el paso, ya cumplí mi ciclo y encontré una persona que me da plena garantía de que el sistema cameral va a estar muy bien liderado, es el doctor Nicolás Botero, y ello me animó a dar ese paso que ya venía previendo con la familia desde hace más de un año.

Julián Domínguez, dijo que el Congreso de Confecámaras 2025 "Nada nos detiente" realizado este jueves y viernes en Cartagena, es la apología del sector empresarial colombiano, buscaba  mostrar la resiliencia y la capacidad de adaptación que tienen los empresarios colombianos. Foto: Confecámaras / El País.
Julián Domínguez, dijo que el Congreso de Confecámaras 2025 "Nada nos detiente" realizado este jueves y viernes en Cartagena, es la apología del sector empresarial colombiano, buscaba mostrar la resiliencia y la capacidad de adaptación que tienen los empresarios colombianos. Foto: Confecámaras / El País. | Foto: Foto: Confecámaras / El País.

Algunos rumores insisten en que habría una persecución política, una campaña de desprestigio en su contra. ¿Qué tiene usted para decir?

La realidad es que en las controversias de los distintos gremios, esas circunstancias pueden ocurrir. Sin embargo, yo quiero pasar por alto de ellos y siempre pensar hacia adelante, para el bien de un sector tan importante para el país.

De manera que no reconozco enemigos y quiero, por el contrario, dejar un mensaje de unidad y de trabajo colectivo.

  • ¿Cuál es la importancia del Congreso ‘Nada nos detiene’, realizado en Cartagena?

Pues la verdad es que es la apología del sector empresarial colombiano. Le hemos denominado ‘Nada nos detiene’, para mostrar la resiliencia, la capacidad de adaptación que tienen nuestros empresarios, especialmente los más pequeños.

  • ¿Qué esperar para el sector en el 2026?

Sin duda, poder mirar con esperanza el 2026 y poder sortear un año político que viene muy cargado, pero donde es necesario desde ya empezar a hacer el proceso de inversión para lograr efectivamente que la producción nacional no sea sustituida por producción extranjera.

Periodista de la Universidad del Valle con casi 30 años trabajando en medios impresos como El Espectador y El País, y desde hace unos años he incursionado en periodismo digital.

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