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Empresas sostenibles, la apuesta de Cali para fortalecer el crecimiento económico de la ciudad y el departamento
El tejido empresarial de la ciudad está conformado por 4486 empresas asociadas a actividades de bionegocios. En bioeconomía, el Valle del Cauca pueda estar llegando al 6 % del PIB para el 2050

El Valle del Cauca abandera la bioeconomía en el país. En su tejido empresarial hay registradas formalmente 4486 empresas asociadas a actividades de bionegocios, que en 2023 facturaron $ 40,4 billones.

Sin embargo, aún hay un largo camino por recorrer para, en el futuro, contar con empresas sostenibles que conjuguen crecimiento económico, conservación de los recursos naturales renovables y bienestar social.
La Encuesta Ritmo Empresarial de la Cámara de Comercio de Cali, Sostenibilidad y Bioeconomía 2025 arrojó que una quinta parte de las empresas del Valle depende “altamente” de la naturaleza y la biodiversidad, especialmente sectores como agropecuaria y minería, 72,0 %; industria, 27,8%; comercio, 16,2 %; construcción, 15,1 %, y servicios, 14,3 %.
El sondeo además estableció que, en la actualidad, del total de las empresas afiliadas a la Cámara, el 59,5 % está considerando implementar prácticas de sostenibilidad ambiental en sus procesos productivos en 2025.
La apuesta hacia el futuro
En ese orden de ideas, Ana María Castillo, directora de Competitividad e Internacionalización de la Cámara de Comercio de Cali, subrayó que esperan que ocurran dos cosas en términos de sostenibilidad y bioeconomía.
Por un lado, desde el punto de vista de la bioeconomía, lograr superar la meta que tiene el Gobierno Nacional de que el 3 % de los negocios sean asociados a la bioeconomía (economía basada en recursos biológicos), también denominada economía verde.
“Pero también que, en bioeconomía, el Valle del Cauca pueda estar llegando al 6 % del PIB para el 2050”.
Castillo imagina, también, un departamento con emisiones neutras, para lo cual, insistió, se requiere trabajar de la mano con las empresas en transición, generar mayores capacidades para la innovación y las exportaciones, así como productos sofisticados basados en bioeconomía tipo exportación.
“Hacia adelante, desde la Cámara estamos trabajando en un diagnóstico que nos permita entender cuáles son las empresas que ya están trabajando en bioeconomía y cómo podemos seguirlas acompañando, pero también con la Gobernación y la Alcaldía, en la generación de nuevos productos innovadores para la bioeconomía”, explicó.
Por su parte, Álvaro Pío Gómez Olaya, investigador del Instituto Prospectiva de la Universidad del Valle y docente del alma máter, dijo que en Cali y el departamento ya hay muchas empresas que trabajan en el área de bioeconomía sin saberlo.
Destacó que, aunque muchas compañías de la región se están alineando con estándares de sostenibilidad, el 98% del tejido empresarial de la comarca lo constituyen pequeñas y medianas empresas, lo que dificulta que adopten estas prácticas, dados los altos costos de implementación.
“Somos una potencia en términos de biodiversidad, pero, para que ese potencial pueda materializarse, se requiere que haya claridad por parte del Estado y de los gobiernos seccional y local, en la orientación de políticas públicas que ya se tienen, para favorecer la bioeconomía y la sostenibilidad. Tenemos planes para las ocho grandes regiones de Colombia, solo falta materializar ese marco de políticas”, indicó.
A futuro, el Valle del Cauca debería tener el máximo liderazgo en términos de bioeconomía en el país, vaticinó el docente.

Entre tanto, Juliana Castro Londoño, directora del Centro Bioinc de la Universidad Icesi, afirmó que el Valle, al ser un departamento donde la agroindustria es tan potente, puede hacer la transformación para fomentar dentro de los procesos que se desarrollan en las industrias, temas de bioeconomía.
“Necesitamos es hacer un cambio de paradigma del sector industrial, pequeño, mediano y grande, para que tenga la voluntad y el deseo de incursionar en un cambio de procesos donde reemplacen materias primas, que no vienen de economías circulares o que no pueden ser después usadas en procesos circulares, para que de esa manera Cali y el Valle del Cauca puedan ser potencia mundial de la bioeconomía”, resaltó la docente.
Para eso, es fundamental un entorno colaborativo entre el sector público y privado, universidades y centros tecnológicos. De lo contrario “no vamos a llegar a ninguna parte”, dijo.
En esa línea, Nelson Hernando Caicedo Ortega, director de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Industria Sostenible de la Universidad Icesi, recalcó que la comarca se proyecta como líder en bioeconomía en Colombia, con una visión estratégica que integra sostenibilidad, innovación y aprovechamiento responsable de la biodiversidad, en tres sectores clave: agropecuario, agroindustrial y turismo de naturaleza.
“La región está trazando un camino hacia un futuro donde las empresas desempeñan un papel central en la construcción de una economía sostenible, resiliente e innovadora, basada en el aprovechamiento consciente de su rica biodiversidad y en la colaboración entre diversos actores del territorio”, precisó.
Experiencias empresariales
Ernesto Altman, gerente general de B Altman y Cía, indicó que desde hace diez años vienen trabajando en sostenibilidad, mejorando todos los indicadores de operación de la planta en ahorro energético, agua, material de empaque y que ahora están trabajando en el proyecto ‘Basura cero’, para evitar que nada o casi nada de subproductos o desechos vayan a rellenos sanitarios. “Todo se recicla, todo se aprovecha”, acotó.
En bioeconomía están enfocados en el aprovechamiento de productos endémicos de Colombia, que no hay en ningún otro lugar del mundo, como la sacha inchi, el chontaduro y el asaí, un producto amazónico que ha venido tomando mucho auge, así como dos grandes proyectos en economía circular: el aprovechamiento del 100 % de la planta de cacao y los frutos del café.

De otro lado, Viviana Cerón, líder senior de Sostenibilidad de la empresa Sucroal, expresó que trabajan en el enrutamiento de la compañía hacia una transición energética, una economía baja en carbono, además de impulsar la eficiencia del uso del agua en sus operaciones.
En economía circular, añadió, “aprovechamos más del 99 % de nuestros subproductos que son vendidos como un producto de línea a nuestros clientes y a diferentes sectores. Son millones de toneladas de ecoproductos al año que no son sometidos a un proceso de gestión como residuos, sino que son aprovechados e introducidos a nuevos ciclos productivos”.
En el Grupo Levapan, Sergio Sánchez, director de Asuntos Corporativos, precisó que “las plantas de producción tienen un fuerte compromiso con el consumo óptimo de recursos naturales, cuidando la biodiversidad de nuestros entornos. 70 % de consumo energético es renovable, y nuestra planta de Yumbo es certificada como Carbono Neutro”.
Además, cuentan con programas en manejo y recolección de residuos, alcanzando un 99 % de aprovechamiento de los principales subproductos sólidos generados en la planta de Tuluá, un incremento del 5,3 % respecto a 2023 y el promedio de aprovechamiento de residuos reciclables fue del 82 %, un aumento de 4,3 % con respecto al año anterior.
Mapeo de empresas
Como parte de la estrategia de bioeconomía, la Cámara de Comercio de Cali ha adelantado un mapeo del tejido empresarial que desarrolla actividades en este sector. El análisis preliminar identificó 31 empresas con alto potencial, distribuidas en los segmentos de bioingredientes (41,9 %), bioproductos (25,8 %), Investigación, desarrollo e innovación (16,1 %), biomateriales (6,5 %), energía renovable (6,5 %) y economía circular (3,2 %). El diagnóstico permitirá fortalecer la articulación y el impulso de iniciativas innovadoras alrededor de la bioeconomía en la región.

El Valle cuenta con el mayor número de negocios verdes del país —335 avalados por la CVC y el Minambiente, que lo posiciona en el camino hacia modelos productivos sostenibles.
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