Economía
Apertura de fronteras del aguardiente desata batalla entre licoreras por millonario mercado del Valle; así va la puja
Con la apertura de las fronteras, licoreras del país buscan ingresar al Valle, pero la venta de productos como el Amarillo de Caldas, aún no es legal en el departamento.
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17 de nov de 2025, 11:11 a. m.
Actualizado el 17 de nov de 2025, 11:11 a. m.
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La apertura de fronteras tras el fallo de la Corte Constitucional que eliminó las salvaguardas permitiendo la distribución y comercialización, sin restricción, de las distintas marcas de aguardientes en todo el país, ha puesto en una ‘disputa’ a grandes y pequeñas licoreras que buscan quedarse con una tajada de este importante mercado.

El Valle del Cauca, considerado el tercer mercado más grande a nivel nacional, no es la excepción.
Recientemente se conoció un comunicado de la Industria de Licores de Caldas, ILC, afirmando que la Gobernación del Valle le había autorizado a comercializar por 10 años el Aguardiente Amarillo de Manzanares, en territorio vallecaucano.
Pero, esta declaración fue rápidamente aclarada por la Unidad de Rentas, Impuestos y Gestión Tributaria del departamento, que explicó que el pasado 30 de octubre notificaron dos resoluciones de autorización de permiso a la industria licorera de Caldas y a la Fábrica de Licores de Antioquia, las cuales eran las que, en ese momento, cumplían con el 100 % de los requisitos para este efecto.
“Como lo manifesté en medios de comunicación el día 31 de octubre, aún no está autorizada la comercialización de los productos por cuanto posterior a la notificación del acto administrativo había otros trámites tanto legales como administrativos que cumplir”, dijo Martha Isabel Ramírez, gerente de Rentas del Valle.

Según la funcionaria, el trámite legal inicial era que se ejecutoriara el acto administrativo que se notificó el 30 de octubre.
Sin embargo, agregó, está pendiente el procedimiento de registro en la plataforma Infoconsumo, cuyo proceso está en verificación.
Asimismo, surtir otros trámites como identificar las bodegas donde serán llevados los productos, y también definir quiénes serán los comercializadores oficiales de los mismos.
“Se notificaron los actos administrativos del permiso, pero aún no hay autorización para comercializar porque no hemos terminado de registrar, ni hemos expedido las tornaguías para que traigan legalmente el producto hasta el Valle, ni hemos hecho la impresión de las estampillas para que las botellas queden debidamente señalizadas, y además que ellos hayan pagado el respectivo impuesto”, reiteró.
Respecto a si la apertura de las fronteras afectará las rentas del departamento, manifestó que podría presentarse un traslado de gustos que no significa solamente de aguardiente, sino de cualquier otro producto que consuman los vallecaucanos.
“La renta se sostiene por traslado de gustos o se incrementa si por alguna situación los que consumían solo cerveza, les da por consumir mucho Amarillo, antioqueño o caucano, entonces como los impuestos se computan de manera diferente, pues puede que haya un incremento, pero disminuirse no porque van a entrar unos productos nuevos a pagar impuesto”, reiteró.

Ramírez reconoció que con el ingreso legal del Amarillo de Manzanares podría mejorar las cifras de contrabando, pero advirtió que un grave problema es la cantidad de licor adulterado que hay en el comercio, tanto de del aguardiente caldense como del antioqueño.
La Unidad de Rentas confirmó que actualmente hay quince licoreras y pequeños productores gestionando permisos para ingresar al mercado de Valle del Cauca, entre ellos Cundinamarca y Cauca.
En cuanto a Caldas y Antioquia, su proceso podría quedar surtido a finales de este mes, aunque no se confirmó su ingreso para diciembre, el mes de mayor venta de aguardiente en la región por las festividades y la Feria de Cali.
Innovación y diversificación
Julián Dorado, subgerente Comercial y de Mercadeo de la Industria de Licores del Valle, ILV, precisó que la empresa tiene como estrategia frente a las tendencias de consumo, un portafolio diversificado e innovador que cuenta con seis aguardientes: tres en la línea de Aguardiente Blanco del Valle y tres en la línea Origen, cuatro de los cuales son de 24 grados siguiendo la tendencia de bebidas bajas en alcohol.
La ILV vendió el año pasado 9.781.565 unidades botellas, para un cumplimiento de 94 %, ya que la meta establecida era de 10.430.000.
En lo corrido de este año, según Dorado, han crecido frente al mismo período del año pasado en un 2,7 %.
Hasta la fecha han vendido 6.900.000 unidades, pero la meta es llegar a los 10 millones de unidades.
“Aún faltan los meses de noviembre y diciembre, en los que históricamente hay un repunte en ventas del 10 % y 20 %, respectivamente, teniendo en cuenta las distintas festividades de temporada y la Feria de Cali”, expresó el funcionario.

Dijo también que la compañía viene preparándose mucho antes de que la Corte Constitucional tumbara las salvaguardas del aguardiente hace nueve meses.
En ese sentido, explicó que este año iniciaron el ejercicio de buscar distribuidores en otras regiones, tras confirmar que ya están distribuyendo en Quindío, Risaralda y San Andrés Islas.
“Ya tenemos contrato firmado con Cundinamarca, que es el segundo mercado más grande de Colombia, después Antioquia, y estamos en un proceso contractual con Cauca y Nariño, para así abrirnos a otros mercados nacionales”, comentó.
Dorado reconoció que la ILV, en sus más de 100 años de historia, es la primera vez que adelanta este tipo de negocio pues su mercado siempre había sido el Valle del Cauca.
En ese orden de ideas, precisó que el departamento ahora va a entrar a “pelear” por una categoría de 110 millones de unidades que es la venta a nivel nacional.
“Nosotros, el Valle, representamos el 10 % del mercado, no puedo decir que vamos a ganar el 10 % o el 15 % del mercado nacional, pero con que logremos conquistar entre el 5 % y el 8 % estaríamos creciendo en ventas en nuestra Industria de Licores del Valle”.
Lo anterior, anotó, teniendo en cuenta que en Cundinamarca hay cerca de un millón de vallecaucanos y que el primer mercado de turistas de San Andrés y de la Costa, es el Valle del Cauca.
“Entonces, si dejamos de vender dos en el Valle, pero vendemos cinco por fuera, al final del ejercicio vamos a estar creciendo en ventas en un primer año, porque todavía al Valle no han entrado aguardientes y no hemos salido al 100 % a otros mercados. Apenas estamos saliendo en los mercados que mencioné anteriormente”.
Por eso, el fortalecimiento de la ILV va en varias líneas, según Dorado. Primero, aprovechar la expansión que les permite la sentencia de la Corte Constitucional; segundo innovación, y en ese sentido anunció dos o tres nuevos aguardientes que entrarán a fortalecer el portafolio, así como la inversión de $24 mil millones en publicidad, promoción y mercadeo.
Contrabando, otro enemigo
María Victoria Machado, secretaria de Hacienda del Valle, reveló que el contrabando es un enemigo silencioso devastador.
“El consumo ilegal de licor en Colombia se estima en 22 %, en el Valle del Cauca alcanza 20 %, es decir, que una de cada cinco botellas que se consumen en el departamento es de origen ilegal, lo que no solo representa riesgos para la salud pública, sino que también implicar pérdidas fiscales importantes, las cuales representaron aproximadamente $134.000 millones en el 2024”, enfatizó.

De otro lado, dijo que las rentas del departamento por consumo de licores no se verán afectadas por la apertura de fronteras, ya que todas las empresas están obligadas a declarar y pagar sus impuestos.

El mayor impacto, advirtió, será para la Industria de Licores, del Valle. “En el caso de que se desplace el consumo de nuestros productos, hay un riesgo para la rentabilidad de nuestra empresa, lo que significa que los excedentes que la ILV transfiere al departamento podrían verse afectados y ya no llegarían a nuestro presupuesto. En este caso, el esfuerzo y el trabajo de los vallecaucanos se convertirían en excedentes para las empresas de otras regiones, que con las ventas en el Valle se llevarán los excedentes a sus Departamentos”, concluyó.

Periodista de la Universidad del Valle con casi 30 años trabajando en medios impresos como El Espectador y El País, y desde hace unos años he incursionado en periodismo digital.
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