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Cultura

Mujica por Pepe, el nuevo libro de conversaciones sobre el líder uruguayo

El expresidente uruguayo José Alberto Mujica Cordano, murió en Uruguay a los 89 años. Hoy es recordado por su sabiduría y frases que en esta ocasión quedaron registradas en el libro ‘Mujica por Pepe’. Aquí algunos fragmentos de sus charlas.

Pepe Mujica
Hoy está disponible en librerías el libro ‘Mujica por Pepe’ de la editorial Ariel. (Photo by Carlos Lebrato/Anadolu Agency via Getty Images) | Foto: Anadolu Agency via Getty Images

17 de may de 2025, 03:54 a. m.

Actualizado el 17 de may de 2025, 03:54 a. m.

El pasado 13 de mayo falleció, a los 89 años, uno de los líderes políticos de la izquierda en Latinoamérica, José ‘Pepe’ Mujica.

Las redes sociales de inmediato se inundaron con frases llenas de sabiduría, que ‘Pepe’ dijo en varias de sus entrevistas a lo largo de su carrera como presidente.

Hoy está disponible en librerías el libro ‘Mujica por Pepe’ de la editorial Ariel, en donde el líder uruguayo decidió contar su vida de guerrillero y presidente, de esposo sin hijos y hombre de campo, de líder global, en una conversación con Nicolás Trotta, quien es político, docente, periodista y abogado argentino.

Su patrimonio -la chacra, dos automóviles y tres tractores- asciendía a unos USD 200.100, según su declaración jurada de 2012, y dona casi el 90% de su salario de unos USD 12.400 mensuales para ayuda social.
Esta fotografía, difundida por la oficina de prensa de la Presidencia de Brasil, muestra al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (izq.) y al expresidente uruguayo (2010-2015) José Mujica (der.) posando dentro del auto de Mujica en su finca en Rincón del Cerro, Montevideo, el 25 de enero de 2023, durante la visita de Lula a Uruguay. (Foto de Ricardo Stuckert / Presidencia de Brasil / AFP) | Foto: AFP

“Pepe es una figura excepcional. Generoso, solidario, valiente. Su vida estuvo marcada por desafíos que superó, volviéndose una persona mejor, lo que para él es la precondición imprescindible para ser un mejor dirigente. Una vida de batallas y victorias, sacrificios y derrotas, coherencia y obstinación en la lucha por la conquista de la democracia y la justicia social... Más allá del relato de una vida de compromisos y luchas, este libro es también una fuente de aprendizajes imprescindibles para comprender cómo llegamos hasta aquí en la región más desigual del planeta. Y sobre lo que debemos hacer para renovar y actualizar los desafíos que los progresistas enfrentan en el mundo”, escribe en el prólogo Luiz Inácio Lula da Silva, actual presidente de Brasil.

La conversación de Mujica y Trotta es también una honda reflexión sobre la América Latina en la que actúan. Sus crónicos padecimientos, como la desigualdad y la falta de integración, pero también su agenda urgente y su esperanza de cambio.

Aquí algunos fragmentos de este libro en exclusiva para El País.

La editorial Ariel presenta este libro que ya se encuentra en librerías.
La editorial Ariel presenta este libro que ya se encuentra en librerías. | Foto: Editorial Ariel

Hijo y nieto de inmigrantes italianos

Pepe: Mi madre, descendiente de italianos inmigrantes, de los tantos que vinieron a Argentina y acá, cuando terminaba la escuela, al otro día me mandaba de vacaciones a la casa de mi abuelo. En Carmelo. Y me venía el día antes que empezaran las clases. Todos los veranos así. Todos los años en la escuela.

—Trabajabas en la huerta…

—Yo vivía con mi abuelo, que era, visto en la perspectiva del tiempo, un tipo extraordinario, hijo de italianos. Había nacido acá y había ido tres años a la escuela de noche. Pero hablaban italiano en la mesa. Fíjate que cuando se fueron a Colonia estos tipos, fundaron una escuela nocturna que se la pagaban ellos para aprender.

Y contaba que para no gastar las zapatillas iban descalzos y llevaban las zapatillas abajo del brazo, se lavaban las patas en el bebedero de los caballos, se calzaban y entraban. Te das cuenta la pobreza de esos inmigrantes.

En todas esas cosas agarré la afición a la tierra, y a los problemas de la tierra. Mi abuelo era un poco ganadero, un poco tambero, tenía viña, hacía vino, plantaba trigo, tenía la cosechadora, plantaba maíz, plantaba girasol, plantaba papa, de todo un poco.

—¿Tu niñez fue feliz, Pepe?

—Yo tenía ocho años cuando se murió mi padre y realmente mi madre hizo de padre. Mi vieja era dura, pero también tierna. Una mujer que agarraba una bolsa de 50 kilos y se la ponía debajo del brazo.

Nosotros vivíamos en una hectárea y media de tierra. Había un pedazo de bañado que estaba plantado a cartucho y vivíamos de arrancar los cartuchos y vender el mimbre que había en el bañado. Y una huerta que hacíamos más arriba. Ella empezó a cobrar una pensión como 15 años después de muerto mi padre. Mi padre murió relativamente joven, de cáncer.

Su madre y la vida política

En cuanto a su madre, Lucy Cordano Giorello, Pepe habla de ella como una mujer que sacó a su familia adelante y quien influyó, de alguna manera, en su pensamiento político.

—¿Sentís que estaba orgullosa de vos?

—Sí. Yo sé que a alguna gente le decía: “Este capaz que va ser presidente”.

—¿En qué año le decían eso?

—Uh... era muchacho yo. A mí no me lo decía ni me reconocía nada. Pero, yo sé que lo decía por ahí…

—Pero, ¿cuándo te visitaba en el penal, en los distintos penales?

—Me porfiaba, me discutía, pero, después me amparaba y me defendía.

—¿Tu mamá pensaba que podías llegar a ser presidente?

—Sí, pensaba que sí. Yo sé que lo dijo, porque tengo el testimonio.

—¿Y hasta dónde te vio llegar?

—No... mi madre no me vio llegar siquiera a Diputado (...)

—No era una desconocida de las turbulencias.

—Y además le gustaba la política. Habría sido militante política: tuvo un club al costado en mi casa y todo... y tenía algunos dichos geniales: ese que te dije sobre la política. “No, hijo. La política es como la batea de los chanchos; se entrevera todo”.

El agricultor, apodado el «presidente más pobre del mundo» durante su presidencia debido a su modesto estilo de vida, fue diagnosticado con cáncer de esófago en mayo de 2024.
Vista de una enorme imagen del fallecido expresidente uruguayo (2010-2015) José «Pepe» Mujica en la sede del Frente Amplio en Montevideo, el 13 de mayo de 2025, tras el anuncio de su fallecimiento. (Foto de DANTE FERNANDEZ / AFP) | Foto: AFP

Pepe presidente

— Yo no le puedo hablar de socialismo a un tipo que me dice: “Loco, no tengo para pagar la luz”. Es jodido, y el tipo tiene que comer.

—¿Y eso es la revolución?

 No, no es la revolución: es nada más que pueda comer.

—Pero en el caso del tipo, ¿tiene importancia o no tiene? Tal vez el mensaje de algo mejor viene atendiendo las pequeñas cosas: sino, no tenés derecho de plantearle más a la gente, si no la ayudas a solucionar sus problemas cotidianos. Yo cuando voy a las juntas de esas mujeres que les pudimos dar casa, que yo puse el sueldo, si yo... después hablá lo que quieras. Esa es humanidad pobre incorporada.

Le cambió la vida, de no tener un baño, de no tener agua corriente, de no tener luz, de tener un rancho destartalado a tener vivienda humilde, pero vivible con una canilla que abre y sale agua. Eso te garantiza que lo entiendan, ahí tenés humanidad ganada y el derecho de hablar, y de plantear algunas cooperativas de gente que se ha organizado socialmente. No cambia el mundo, pero empieza a ser una humanidad un poco mejor.

—¿Y qué le diría el Pepe que se iniciaba?

 —Hay algo que yo le digo a la gente siempre, tener una causa para vivir es la manera de superar la animalidad natural que traemos adentro porque la naturaleza nos dio el privilegio de tener conciencia. También la condena de tener conciencia porque es a favor y es en contra. El tener una causa es gastar un poco de tiempo en la lucha por la solidaridad con los otros, es gastar tiempo de nuestra vida en un esfuerzo que no tiene compensación material, pero que es, en definitiva, para tratar de ayudar a otros.

Despedida de Pepe Mujica en Montevideo
Despedida de Pepe Mujica en Montevideo | Foto: AFP

Despedida de un líder

La muerte de José ‘Pepe’ Mujica, expresidente uruguayo, sucedió la tarde del martes 13 de mayo de 2025, en su domicilio de Rincón del Cerro, en Montevideo, Uruguay, tras más de un año de haber anunciado su diagnóstico de cáncer de esófago.

El gobierno uruguayo decretó un duelo oficial de carácter nacional durante tres días y declaró que Mujica recibiera un funeral de Estado. Su féretro fue trasladado en procesión en un carruaje fúnebre tirado por seis caballos del regimiento de Blandengues de Artigas. Su velorio se realizó en el salón de los pasos perdidos del Palacio Legislativo y a lo largo de dos días estuvo abierto para ser visitado por decenas de miles de personas.

Mujica expresó antes de su fallecimiento, la voluntad de que sus restos fueran cremados y enterrados en el jardín de su residencia de Rincón del Cerro, específicamente debajo de un árbol de secuoya que él mismo había sembrado y dónde descansan los restos de su mascota, la perra Manuela, fallecida en 2018.

Comunicador social y periodista de Univalle, a la que le debo todo. Bailador caleño, realizador y apasionado por el cine documental, como dice Patricio Guzmán: "Un país que carece de cine documental es como una familia sin álbum de fotografías".

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