Cultura
Hallan en Villa de Leyva los fósiles del tiburón gigante más antiguo del mundo hasta ahora; así fue el descubrimiento
La investigación sobre este hallazgo fue publicada por paleontólogos colombianos en la revista científica Cretaceous Research.
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30 de sept de 2025, 02:01 a. m.
Actualizado el 30 de sept de 2025, 02:01 a. m.
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Los tiburones son una de las especies más antiguas del planeta Tierra, vagan por las profundidades de mares y océanos desde hace más de 400 millones de años, incluso antes de los dinosaurios. Algunos de los escualos más antiguos fueron quedando fosilizados en diferentes territorios, hoy secos y algunos casi desérticos, que en el pasado estuvieron bajo el agua, como el altiplano cundiboyacense en Colombia.
Precisamente, en la vereda Cañuela, de Villa de Leyva, fueron descubiertos los restos fósiles de un tiburón lamniforme del cretácico inferior, es decir, de hace unos 145 y 100 millones de años, que tuvo una longitud estimada de 6,65 metros, parecido a como son los tiburones blancos, sus descendientes actuales.
Se trata del ejemplar registrado como Protolamna ricaurtei, el más antiguo de esta especie descubierto en todo el planeta, un hallazgo que posiciona a Colombia como una meca de la paleontología en Latinoamérica, puesto que en los últimos años se vienen publicando descubrimientos muy importantes para entender cómo fue este territorio y qué criaturas lo habitaron en la prehistoria.

La historia de este tiburón lamniforme (peces cartilaginosos) se remonta a 1993, cuando un agricultor de la zona, llamado Arquímedes Moreno, encontró los vestigios prehistóricos en la loma La Catalina, de la vereda Cañuela.
Siendo consciente del enorme patrimonio fósil que se encuentra en diferentes yacimientos de Villa de Leyva, el campesino informó de su hallazgo y entregó los restos petrificados a la Junta de Acción Comunal, donde permanecieron por más de una década, hasta que en 2015, la Fundación Santa Teresa de Ávila asumió la custodia y convocó a investigadores.
Los fósiles son un conjunto de dientes y vértebras articuladas, “además de rarísimos rastros de tejidos blandos” informó el Servicio Geológico Colombiano (SGC), siendo uno de los más grandes y conservados del mundo.
Para 2018, los fósiles se enviaron en préstamo a la Universidad Nacional de Colombia, donde comenzaron a realizarle estudios geológicos y paleontológicos para determinar su autenticidad, así como el animal del que procedían.
Los primeros en analizarlos fueron María Eurídice Páramo-Fonseca y Cristian Benavides Cabra, paleontólogos de la Universidad Nacional y el Museo Geológico Nacional José Royo y Gómez, perteneciente al SGC.
Tuvieron una primera teoría de que se trataba de un plesiosaurio, especie de dinosaurio marino muy común en el territorio de lo que hoy es Colombia durante el periodo cretácico y jurásico, entre hace unos 200 y 90 millones de años.
No obstante, al analizar las vértebras, “descubrieron que estaban frente a un hallazgo excepcional”, no era tal, sino un tiburón lamniforme del cretácico inferior.

Según el SGN, “tras años de investigación confirmaron que el fósil conserva al menos 107 vértebras articuladas, múltiples dentículos (nombre que reciben las escamas de los tiburones) y, de forma extraordinaria, cartílago y tejidos blandos como músculos y piel”.
Es un nivel de conservación pocas veces observado, dado que los esqueletos cartilaginosos de los tiburones son más susceptibles de desintegrarse por efecto del medioambiente. El análisis incluyó observación por microestructuras y caracterización científica de los materiales preservados.
“La investigación nos tomó alrededor de siete años y medio. Este fósil fue una caja de sorpresas: su preparación fue extremadamente delicada y cada análisis revelaba información nueva”, relató el paleontólogo Cristian Benavides-Cabra.
Entre los nuevos conocimientos que aporta este descubrimiento, José Alejandro Narváez, paleontólogo del Museo Geológico José Royo y Gómez del SGC, explicó que hay evidencias que cuestionan lo que se sabía de este tiburón prehistórico, “este hallazgo llegó a romper paradigmas, ya que tumba una creencia que teníamos de que los tiburones entre más grandes, más grandes eran sus dientes. Pero en este caso, como observamos, tenemos un tiburón macrófago gigante con dientes pequeños. Esto nos cambia muchas ideas sobre la biología y la ecología de estos animales”.
Por último, desde el equipo de paleontólogos de la Universidad Nacional y el SGC, sostuvieron que “este descubrimiento refuerza a Villa de Leyva y al altiplano cundiboyacense como un laboratorio natural de clase mundial. La región ya había sorprendido al mundo con fósiles de ictiosaurios, plesiosaurios y tortugas marinas, y ahora se suma el tiburón lamniforme gigante más antiguo y más completo conocido”.
La investigación sobre este antiguo escualo descrito por primera vez Colombia fue publicada este año en la revista científica Cretaceous Research, destacando una nueva área de la biodiversidad nacional.
“La riqueza paleontológica de Colombia es inmensa y aún queda mucho por descubrir. Estos hallazgos son clave no solo para comprender el pasado de nuestro territorio, sino también para aportar al conocimiento de la evolución dela vida en la Tierra. Por eso es esencial proteger, conservar y estudiar nuestro patrimonio fósil”, concluyó el equipo del SGC.

Periodista y escritor, entre sus publicaciones destaca el volumen de ensayos ‘Libro de las digresiones’. Reportero con experiencia en temas de cultura, ciencia y salud. Segundo lugar en los Premios Jorge Isaacs 2022, categoría de Ensayo.
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