Los tres colores con los que debería decorar su hogar para atraer la buena suerte, según el Feng Shui

En el arte ancestral del Feng Shui, una práctica milenaria de origen chino que busca armonizar los espacios para favorecer el bienestar y la energía vital, los colores desempeñan un papel determinante. Cada tonalidad está vinculada a uno de los cinco elementos —madera, fuego, tierra, metal y agua— y, por lo tanto, puede activar o equilibrar distintos aspectos de la vida cotidiana.

Dentro de esta tradición, se considera que ciertos colores ejercen una influencia particularmente positiva en la buena fortuna, la prosperidad y la armonía personal.

Rojo

Asociado con el elemento fuego, el color rojo simboliza la vitalidad, el poder, la pasión y la buena suerte. En la cultura tradicional china, su uso es común en celebraciones como el Año Nuevo o las bodas, dado que se cree que ayuda a disipar las energías negativas y ofrece protección a quien lo porta.

Desde la perspectiva del Feng Shui, integrar el rojo en espacios estratégicos del hogar o en elementos personales puede activar la energía relacionada con el éxito y la abundancia. No obstante, se recomienda emplearlo con moderación, ya que un exceso podría generar sensaciones de agitación o desequilibrio. Se sugiere su presencia en lugares como la sala de estar o la entrada principal, donde actúa como un catalizador de oportunidades y optimismo.

Verde

El verde, vinculado al elemento madera, representa el crecimiento, la esperanza y la renovación constante. Es considerado un color sanador, adecuado para fomentar la salud, el equilibrio emocional y la armonía en el entorno familiar. Su uso en la decoración del hogar contribuye a crear un ambiente sereno, fresco y revitalizante.

Asimismo, se considera beneficioso vestir prendas verdes durante etapas de cambio o al iniciar nuevos proyectos, ya que favorece los comienzos prósperos y estimula la creatividad.

Dorado

El dorado, relacionado con el elemento metal, es otro de los colores destacados en el Feng Shui por su capacidad para atraer la buena fortuna. Este tono evoca la riqueza, el lujo y la claridad mental. Más allá de ser un símbolo de poder económico, también se asocia con la sabiduría y el logro de objetivos personales.

En el hogar, se recomienda su presencia en espacios relacionados con las finanzas o el trabajo, con el fin de activar la energía de la prosperidad. En el plano individual, el uso de accesorios dorados o su incorporación en el vestuario puede elevar la autoestima y fortalecer la atracción de oportunidades económicas.

En el Feng Shui, el verdadero poder de los colores no reside únicamente en su presencia visual, sino en la conexión emocional y simbólica que logran establecer con quien los emplea. Usados con intención y equilibrio, estos colores pueden convertirse en herramientas eficaces para transformar el entorno, elevar la energía personal y atraer la fortuna deseada.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.