Nuevo caso de desaparición en Cartagena: buscan a joven universitaria; estas fueron las últimas llamadas que hizo

Luego de más de 20 días de su desaparición, el caso de Ana Gabriela Posso Jiménez, una estudiante de 18 años en Cartagena, sigue sin respuestas claras, pese a los esfuerzos de su familia por esclarecer su paradero.

La joven, quien estudiaba Química en la Universidad de Cartagena y trabajaba en un gastrobar de Bocagrande, fue vista por última vez el 15 de junio. Un día después, sus seres queridos interpusieron la denuncia ante las autoridades.

Su caso se suma a una preocupante lista de mujeres desaparecidas en la ciudad costera, de las cuales, hasta el momento, no se tiene respuesta.

Caso de Ana Gabriela

La joven desapareció sin dejar pistas concretas. Un primo de Ana reveló a El Tiempo que ella vivía sola en un pequeño apartamento del barrio Armenia y combinaba sus estudios universitarios con un trabajo en la zona turística de Bocagrande.

Según su familia, la última comunicación con ella fue el 15 de junio, cuando habló con su padre y realizó videollamadas con otros familiares.

Lo inquietante es que durante esas conversaciones no manifestó ninguna señal de angustia. Al contrario, aseguró que se sentía bien y que sus estudios y trabajo marchaban sin inconvenientes.

Sin embargo, al día siguiente no respondió mensajes ni llamadas, lo que generó alerta, pues desde entonces su paradero es desconocido.

El 16 de junio, su padre, Edgar Rafael Posso, notó que Ana no contestaba a sus mensajes, algo que él calificó como inusual.

Y aunque los mensajes parecían haber sido leídos, no hubo respuesta alguna. Poco después, su celular fue apagado, y desde entonces no ha vuelto a encenderse ni ha dado señales de actividad.

Al aumentar la preocupación, Edgar contactó a su familia en Cartagena. Su primo Andrés intentó comunicarse con ella sin éxito y luego lo instó a viajar a la ciudad para presentar la denuncia ante las autoridades, según informó el joven a El Tiempo.

Hallazgos

En el seguimiento de las pistas, los familiares se toparon con respuestas que solo generaron más incertidumbre. Uno de ellos fue que en el restaurante donde trabajaba, informaron que Ana había renunciado cinco días antes.

Mientras tanto, los arrendatarios del apartamento afirmaron que “se había ido” y que creían que su familia estaba al tanto.

Al revisar la habitación que ocupaba, encontraron que solo una parte de su ropa seguía allí, y no se hallaron indicios que permitieran suponer una partida organizada.

Tampoco se cuenta con imágenes de cámaras de seguridad, ya que, según su primo, “ninguna de las cámaras sirve”.

Hay que mencionar que, hasta la fecha, no se ha emitido un pronunciamiento formal por parte de las autoridades locales.

La familia ha interpuesto una denuncia ante la Policía Nacional, pero aseguran no haber recibido información significativa sobre avances en la investigación.

Finalmente, las líneas habilitadas para brindar información sobre el caso de la joven son los números 3008878505 y 122 de la Fiscalía.