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La solidaridad recorrió las vías de Nariño: policías y comunidades compartieron bicicletas con los niños de la zona rural de Yacuanquer

Los mismos uniformados fueron los encargados de restaurar los velocípedos donados por la comunidad.

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Los policías llegaron hasta una de las escuelas de la zona rural de Yacuanquer, Nariño, para entregar estas bicicletas restauradas.
Los policías llegaron hasta una de las escuelas de la zona rural de Yacuanquer, Nariño, para entregar estas bicicletas restauradas. | Foto: Policía Nacional

22 de nov de 2025, 01:00 a. m.

Actualizado el 22 de nov de 2025, 01:00 a. m.

Integrantes de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional convirtieron una iniciativa comunitaria en una jornada de esperanza: entregaron bicicletas nuevas y recuperadas, equipos escolares y detalles personalizados a 18 niños de una escuela rural, demostrando que el servicio policial también transforma vidas más allá de los controles viales.

Como bien explicó el jefe de ese grupo especializado de la Policía en ese departamento, mayor Roberto Bautista, en una vereda escondida entre las montañas del municipio de Yacuanquer, Nariño, un grupo de policías aspiraron que su labor podía ir más allá de los controles viales.

"Los mismos policías fueron los encargados de restaurar las 18 bicicletas para estos pequeños, labor que se tomó varios días",  expresó el mayor de la Policía,  Roberto Bautista.
"Los mismos policías fueron los encargados de restaurar las 18 bicicletas para estos pequeños, labor que se tomó varios días", expresó el mayor de la Policía, Roberto Bautista. | Foto: Policía Nacional

“Durante sus recorridos preventivos conocieron la historia de 18 niños de una escuela rural, quienes a diario enfrentaban largos trayectos para llegar al aula, algunos caminando, otros en bicicletas deterioradas, y varios sin la posibilidad de tener al menos un velocípedo para desplazarse a su institución educativa”, agregó el oficial de Policía.

Por eso, motivados por estas realidades, los uniformados organizaron rifas, recolectas y actividades con la comunidad, de ahí que gracias al apoyo de vecinos y donantes anónimos, lograron reconstruir bicicletas dañadas, comprar otras nuevas y entregarlas una a una a los pequeños, devolviéndoles no solo un medio de transporte, sino una dosis renovada de ilusión.

La jornada también incluyó entrega de paquetes escolares, ropa y detalles personalizados. Uno de los momentos más emotivos fue la entrega de un castillo de princesa a una niña con discapacidad física que no puede montar bicicleta, gesto que convirtió la actividad en una verdadera celebración de empatía.

Los ojos de la niña se llenaron de asombro, felicidad y entusiasmo. En ese instante, el castillo dejó de ser un simple objeto o juguete; se convirtió en un símbolo de inclusión y amor.

La risa de otros pequeños que la rodeaban, compartiendo su alegría, resonó con fuerza, recordando que las verdaderas celebraciones van más allá de los regalos materiales, son los momentos de sembrar esperanza.

Las comunidades y comerciantes de esta población nariñense donaron los materiales o los recursos para la restauración de las bicicletas.
Las comunidades y comerciantes de esta población nariñense donaron los materiales o los recursos para la restauración de las bicicletas. | Foto: Policía Nacional

“Uno de los momentos más emotivos se vivió durante la entrega de un impresionante castillo de princesa, diseñado especialmente para esta pequeña. A pesar de que no puede montar bicicleta, su rostro iluminado al ver el castillo hizo que los corazones de todos los presentes latieran de alegría y esperanza. Este gesto, que podría parecer simple para algunos, se transformó en la esencia misma de la empatía y la bondad”, manifestó el jefe de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía en Nariño.

La iniciativa demostró que, entre trochas y montañas, el servicio policial también se escribe con solidaridad. Cuando la institución y la comunidad se unen, los caminos se transforman y se llenan de nuevas oportunidades.

“Esta jornada no solo se trató de entregar estas unidades o prendas; fue una verdadera celebración de empatía, donde la comunidad se unió para hacer realidad los sueños de quienes a menudo quedan en el olvido. Cada rayo de felicidad que emanaba de esa pequeña niña se transformó en un recordatorio del poder que tiene la bondad en nuestras vidas”, manifestaron los demás uniformados que participaron en esta actividad. En tiempos donde el mundo parece distanciarse, actos como estos reavivan la esperanza y muestran que, a través de pequeños gestos, se puede construir un futuro más inclusivo y lleno de amor desde las regiones colombianas. Así, la jornada se cerró con una promesa: seguir trabajando juntos para que nadie quede atrás.

Los uniformados recibieron bicicletas de segunda, después las restaurando por completo para así dárselas a los niños de esta parte del sur del país.
Los uniformados recibieron bicicletas de segunda, después las restaurando por completo para así dárselas a los niños de esta parte del sur del país. | Foto: Policía Nacional

Soy comunicador social de la Universidad Santiago de Cali y periodista radicado en Popayán desde hace más de 15 años, pero con nacionalidad caleña. Además, soy reportero judicial en una de las regiones más hermosas del mundo, el Cauca.

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