Colombia

Jóvenes colombianos están mal preparados para afrontar la universidad; estas son las razones

Solo uno de cada cuatro estudiantes de grado 11, en el país, logran desarrollar las competencias básicas necesarias para continuar su formación o desempeñarse en el mundo laboral. En algunas regiones, la situación es aún más crítica.

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Un informe de la Universidad Icesi revela que solo uno de cada cuatro estudiantes de grado 11 logra desarrollar las competencias básicas necesarias.
back of graduates during commencement. | Foto: 123RF

18 de oct de 2025, 12:40 a. m.

Actualizado el 18 de oct de 2025, 12:40 a. m.

Tres de cada cuatro jóvenes que se gradúan del colegio en Colombia lo hacen sin las competencias básicas necesarias para la vida universitaria o el mundo del trabajo. Así lo revela el informe Calidad educativa en la educación media en Colombia, elaborado por el Observatorio de Realidades Educativas (ORE) de la Universidad Icesi, que analizó los resultados de las Pruebas Saber 11 entre 2016 y 2024.

El estudio, dirigido por Juliana Ruiz Patiño, directora del Observatorio de Realidades Educativas de la Universidad Icesi, y Santiago Navia Jaramillo, muestra que apenas uno de cada dos estudiantes logra niveles adecuados en áreas clave como matemáticas y lectura crítica, y que solo uno de cada cuatro alcanza simultáneamente las competencias esperadas en lectura crítica, matemáticas, ciencias naturales y ciencias sociales y ciudadanas.

“El país está graduando jóvenes con títulos, pero sin las herramientas necesarias para avanzar”, afirma Gloria Bernal, profesora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana Bogotá.

3 de cada 4 estudiantes de grado 11° no logran desarrollar las competencias básicas de manera integral en las Pruebas Saber 11°
Solo uno de cada dos estudiantes de grado 11° en Colombia alcanza niveles adecuados en matemáticas y lectura crítica, según el Observatorio de Realidades Educativas de la Universidad Icesi. | Foto: Elaboración del Observatorio de Realidades Educativas Universidad ICESI con datos del ICFES

Aunque las Pruebas Saber 11 no captan todos los matices de la calidad educativa, son el principal referente para medir el nivel de aprendizaje de los estudiantes.

De acuerdo con el informe, la proporción de quienes alcanzan un nivel adecuado en matemáticas y lectura se ha mantenido estable durante la última década, con ligeras mejoras tras el impacto de la pandemia. Sin embargo, al considerar las cuatro áreas evaluadas, el panorama se agrava: uno de cada cuatro estudiantes demuestra un desarrollo integral de las competencias básicas, mientras que el 30 % no alcanza niveles satisfactorios en ninguna de las pruebas.

Para Ruiz, la explicación del problema comienza mucho antes de grado 11. “Desde tercero que ya hay medición, uno de cada dos también logra lectura y matemáticas, es decir, es un indicador que no mejora. Desde primaria no estamos logrando desarrollo de las competencias en las áreas del conocimiento que estamos evaluando”, explica.

3 de cada 4 estudiantes de grado 11° no logran desarrollar las competencias básicas de manera integral en las Pruebas Saber 11°
Apenas uno de cada cuatro jóvenes logra desarrollar integralmente las competencias básicas en matemáticas, lectura, ciencias naturales y sociales al terminar el colegio. | Foto: Elaboración del Observatorio de Realidades Educativas Universidad ICESI con datos del ICFES

Esa brecha, agrega, se arrastra hasta secundaria y media, donde los jóvenes enfrentan un modelo pedagógico que no responde a las formas actuales de aprendizaje. “Los niños, niñas y jóvenes no aprenden de la misma manera que se aprendía antes. Hay una transformación en el contexto educativo y social muy importante, y eso hace que nuestro modelo educativo no sea tan pertinente para el desarrollo de sus aprendizajes”.

La formación docente es otro de los factores que influyen en los resultados. Para Ruiz, “no estamos logrando que las escuelas formen con una alta calidad a los docentes, que por demás no son los únicos responsables del desempeño de los estudiantes”.

A esto se suma la escasa participación de las familias en el proceso educativo: “De todos los factores que determinan el desempeño escolar, el 70 % lo explica el entorno social y familiar del estudiante. Cuando las familias no están involucradas en el proceso educativo de sus hijos e hijas, eso tiene un efecto muy importante”.

Ruiz advierte que las consecuencias de esta falta de preparación también se sienten en la educación superior. “Estamos viendo justamente ese bajo desempeño de los estudiantes. Arrancan con un rezago educativo muy alto, y eso hace también muy difícil que las universidades logren ese valor agregado de formación”.

Además, añade que de los jóvenes que se gradúan de grado 11, solo el 40 % logra pasar a la educación superior. “Cuatro de cada diez estudiantes logra entrar a la educación superior. ¿Qué pasa con ese otro seis de cada diez que sí se graduó, pero no ingresó? Pues justamente o no les da el ICFES para entrar a las instituciones de educación superior, o por condiciones familiares prefieren generar ingresos antes que ingresar al sistema educativo".

El panorama en el Valle del Cauca y el Pacífico

Dentro del departamento las diferencias son amplias. Los municipios certificados —como Cali, Palmira, Buga, Tuluá, Cartago, Jamundí, Yumbo y Buenaventura— tienen resultados similares al promedio del país. En los no certificados, que dependen de la Secretaría de Educación del Valle del Cauca, apenas uno de cada cinco jóvenes alcanza las competencias básicas.

“Cali está en promedio con el país, uno de cada cuatro estudiantes logra las cuatro competencias. Pero si tú vas a ver, por ejemplo, Buenaventura, es uno de cada diez estudiantes. Es una tragedia monumental”, enfatiza Ruiz.

En el Valle, los mejores resultados los registran Buga y Palmira, donde uno de cada tres jóvenes alcanza los niveles adecuados, mientras que en municipios como Cartago o Yumbo el indicador baja a uno de cada cinco.

El panorama no mejora en el norte del Cauca, donde según la directora del Observatorio “de los 5.000 estudiantes que presentan la prueba, solo el 10 % logra las cuatro competencias”.

Las consecuencias son devastadoras: “Imagínate lo que significa para un joven que nació en estas regiones de tan bajas oportunidades y que además se gradúe con estas condiciones. En un territorio así, eso es básicamente una condena“.

Un sistema que excluye y perpetúa brechas

El informe también muestra que estas desigualdades educativas reflejan las profundas brechas sociales y territoriales del país. Mientras que en municipios de la región andina como Envigado o Armenia cerca del 40 % de los estudiantes logra niveles adecuados, en territorios como Chocó y Uribia (La Guajira) la cifra no supera el 3 %.

Estas disparidades, explica el documento, no solo afectan el acceso a la educación superior sino también la posibilidad de insertarse en el mercado laboral formal.

3 de cada 4 estudiantes de grado 11° no logran desarrollar las competencias básicas de manera integral en las Pruebas Saber 11°
Mientras en municipios como Envigado o Armenia cerca del 40 % de los estudiantes alcanza niveles adecuados, en regiones como Chocó la cifra no supera el 3 %. | Foto: Elaboración del Observatorio de Realidades Educativas Universidad ICESI con datos del ICFES

Los jóvenes que no desarrollan las competencias básicas tienen menos oportunidades de continuar sus estudios y mayores probabilidades de permanecer en empleos informales o de baja remuneración.

“Tenemos jóvenes menos preparados para el mundo en general, para la vida en general, para el mundo laboral y para el mundo de la educación superior”, advierte Ruiz. “Eso significa que no estamos logrando los aprendizajes que los jóvenes necesitan para el camino que decidan recorrer.”

Qué hacer ante la crisis

La directora del Observatorio sostiene que mejorar la calidad educativa requiere actuar desde los niveles más tempranos del sistema: “Para resolver esto hay que arrancar asegurando los aprendizajes en primaria y de ahí ojalá asegurar los aprendizajes en secundaria, para que la educación media refleje esa continuidad”.

También insiste en la importancia de fortalecer la formación docente, renovar los modelos pedagógicos y garantizar que los estudiantes permanezcan en el sistema educativo. “La foto que estamos viendo en grado 11 es del 50 % de los estudiantes que debieron haber terminado. Esta es la foto de los que sí permanecieron, así que si eso es tan bajo, imagínate el otro 50 % cómo está en el desarrollo de esas competencias”.

El desafío, según Ruiz, no es solo técnico, sino ético y social. “Mejorar la calidad es urgente: es la clave para garantizar equidad y futuro a nuestros jóvenes y al país”.

Una deuda con la juventud

El informe del Observatorio de Realidades Educativas concluye que Colombia sigue lejos de garantizar que todos los jóvenes egresen de la educación media con las herramientas necesarias para construir su proyecto de vida. Aunque la cobertura ha mejorado y más estudiantes llegan a grado 11, los aprendizajes efectivos permanecen estancados.

“Lo más grave es que estos resultados corresponden a quienes sí terminaron la educación media y presentaron la prueba”, reflexiona Ruiz. “La educación media, en lugar de ser un puente hacia la autonomía y el desarrollo, se ha convertido en un cuello de botella que limita el futuro de los jóvenes y del país”.

Periodista web en elpais.com.co, comunicador social y periodista, con énfasis en reportería para distintas fuentes de información.

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