Este es el dueño de la emblemática mansión ubicada al lado del Club El Nogal en Bogotá

Uno de los misterios más grandes de la cultura popular de Bogotá se trata de quién sería el dueño de una de las mansiones más emblemáticas de la ciudad ubicada en la carrera Séptima con calle 79.

El edificio que está ubicado en cercanías del Club El Nogal se roba las miradas de propios y visitantes, quien caen cautivados ante el estilo arquitectónico que se alcanza a divisar desde el andén. En este caso, el inmueble posee una influencia francesa en sus acabados, lo cual lo convierte en uno de los pocos edificios de este tipo en la capital colombiana.

El dueño de esta mansión en sus inicios cuando fue construida era Moris Gutt un ciudadano de origen ucraniano y de religión judía que llegó al país en el año 1915 cuando empezó a construir su monumental vivienda en el norte de la ciudad de Bogotá.

La mansión había sido diseñada por Alberto Manrique Martín, quien quería rendir un homenaje a la arquitectura francesa en el diseño de la vivienda. Cabe resaltar que este hombre también es recordado por haber diseñado otros edificios emblemáticos como el Teatro San Jorge de la ciudad de Ibagué.

Este inmueble estaba destinado a ser la vivienda de una de las familias más influyentes del siglo 20. Los Gutt emprendieron con diferentes negocios y firmas empresariales que se mantienen vigentes hasta el sol de hoy, tal es el caso de Detergentes Dersa, incluso participaron de obras benéficas tales como la creación del Banco Nacional de Sangre.

Joyas arquitectónicas ocultas en Bogotá

La mansión de Moris Gutt no es el único edificio de alto valor patrimonial que pasa desapercibido ante los ojos de los ciudadanos en el afán del día a día, por el contrario, la capital colombiana es el hogar de múltiples inmuebles que se destacan por su arquitectura y demás técnicas empleadas al momento de su construcción.

Uno de los barrios que reúne gran cantidad de edificios con este tipo características es La Candelaria en el casco central de la ciudad, ahí se evidencian las diferentes construcciones con estilos coloniales que han sido preservadas con el pasar del tiempo.

Otro de los ejemplos es el Palacio de San Francisco, el cual está ubicado sobre la Avenida Jiménez y presenta una arquitectura con influencias del estilo neoclásico y fue diseñado por el arquitecto francés Gastón Lelarge en el año 1917. Este inmueble fue declarado monumento nacional en 1984.