Banco de la República fue demandado por usar la imagen de una indígena embera en un billete

La revista Semana reveló la demanda que Adriana Martínez Dogirama, indígena embera cuya imagen aparece en el billete de $10.000, interpuso contra el Banco de la República por utilizar su rostro sin autorización.

Esta pieza de la historia económica colombiana que vio la luz en 1992, se ha convertido en uno de los más deseados por los coleccionistas tras su salida de circulación del mercado, debido a un multimillonario robo de estos billetes sin estrenar a un banco en Valledupar, en el denominado “Robo del siglo”.

La acción judicial contra la nación por el uso indebido de la imagen de la mujer indígena, señala, además de la falta de reconocimiento económico, los perjuicios morales a los que Martínez Dogirama se habría visto enfrentada tras la publicación de la moneda.

“Durante 30 años, Adriana Martínez ha sido objeto de burlas, chistes ofensivos y en algunos casos bullying por parte de miembros de su comunidad”, subraya el documento, en referencia a las graves afectaciones que este hecho habría traído a la vida de su protagonista.

Según describe la demanda la estigmatización por la que habría pasado Adriana, pues, narra que los integrantes de su propia comunidad “le reclamaban que había vendido sus usos, cultura e identidad. Otros sobreponían el apodo de ‘billete de diez mil’ sobre su nombre, hecho que la marcó a ella y a su familia psicológicamente”.

En consecuencia, le solicitó al Banco de la República el pago de una cifra cercana a los $ 700 millones por los “daños patrimoniales y extrapatrimoniales” que ocasionó el uso indebido de su imagen.

“El Banco de la República causó un agravio injustificado a mi mandante y a su familia, en tanto que utilizó sin su consentimiento y violando los derechos la imagen tomada en el año de 1987, cuando apenas era una niña”, manifiesta la demanda.

Cabe resaltar que Martínez Dogirama solo tenía 14 años cuando se tomó esta foto, en cuyo membrete se le reconoce de manera genérica como “mujer embera”.

Mauricio Pardo Rojas, el fotógrafo que se encargó de capturar esta imagen, quien durante ocho años convivió con la comunidad embera para un trabajo que fue publicado por el Museo del Oro, también demandó al Banco, asegurando que no se le reconoció su trabajo.

A pesar de que, en un evento académico en 2008, funcionarios del Banco negaron que la foto perteneciera a Pardo, años más tarde, en 2023, el presidente de la Sociedad Numismática de Colombia confirmó sus dudas, asegurando que “tras un peritaje técnico y morfológico, se demostró que la fotografía había sido tomada efectivamente por Pardo Rojas”.

Ahora, 30 años después, el banco deberá responder a estas acciones judiciales.