Valle del Cauca
Festival Marimba y Playa: la despedida mágica a las ballenas jorobadas en Bahía Málaga
Antes del regreso de las ballenas jorobadas a la Antártida, los habitantes de Bahía Málaga celebran el Festival Marimba y Playa, una tradición que combina música, danza y agradecimiento.
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4 de nov de 2025, 10:02 p. m.
Actualizado el 4 de nov de 2025, 10:02 p. m.
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Por: Mario Baos, especial para El País
Antes que las ballenas jorobadas inicien su retorno a la Antártida, los habitantes de Bahía Málaga, en el Pacífico vallecaucano, hacen una ceremonia llena de cultura para darles las gracias por un nuevo año lleno de magia por su visita.
Se reúnen en el corregimiento de Juanchaco, visten sus mejores trajes autóctonos y tocan marimbas a la orilla del mar para desearles un buen viaje. La música y los poemas acompañan las frases de gratitud por traer a sus territorios el espectáculo inigualable de sus saltos que se traducen en oportunidades para mejorar su economía.
Marina Gamboa Rentería, una matrona de gran sonrisa y voz firme, entendió que no hay mejor manera de hacer un homenaje a los cetáceos que crear un festival que hoy cumple 11 años.
“Marimba y Playa se llama nuestro festival, donde se reúnen miles de personas frente al mar a escuchar nuestra música autóctona como un ritual de conexión del amor, de agradecimiento y de complacencia con las ballenas”, anotó Marina.
La temporada de ballenas en el Pacífico inicia en el mes de julio y se extiende hasta el 31 de octubre, fechas en las que más de 230.000 turistas de todo el mundo llegan a las playas de los distintos corregimientos de Buenaventura. Una actividad que les ha cambiado la vida por completo.
Lancheros, mototaxis, hospedajes, restaurantes, artesanos, guías e intérpretes se benefician de la fiesta natural y dinamizan su economía con los curiosos que disfrutan de su verde territorio.
“En esta época vienen miles de personas gracias a esos seres gigantes del mar, oportunidades que sacan a nuestros jóvenes del ocio, oportunidades que nos ha permitido capacitarnos, potenciar nuestro territorio. Es imposible no amarlas, es imposible no despedirlas”, insistió la matrona.

Un festival que no deja pie quieto
El festival dura tres días. En el primero las comunidades se vuelcan hacia la playa para realizar una jornada de limpieza. Hoteleros, turistas y gremios se suman, mientras que al mismo tiempo se instala una carpa gigante que la Armada Nacional transporta en uno de sus buques.
En todo el corregimiento brotan emprendimientos y la música suena al mismo tiempo que las olas golpean la playa. El ambiente se enciende como si lo es tradicional en las ferias y todos sonríen saludando hasta el más desconocido.
En el segundo día el nivel sube. Decenas de niños y jóvenes de la Fundación Cultural Ancestral de Juanchaco, Fundancestral, se ponen sus mejores trajes y salen en comparsa de chirimías y tambores por las calles de Juanchaco. Marina es protagonista con su sonrisa y el pueblo se detiene para verla pasar entre aplausos.
“Esto es un sueño que cuesta mucho realizar, pero que nos hace felices vivirlo. Mi madre, viendo que nuestra juventud tenía mucho ocio y estaba siendo tentada por los malos caminos, decidió iniciar con este festival. Cada año los prepara, los entrena y salimos a demostrar que en la cultura también hay futuro”, indicó Mariceli Conrado Gamboa, hija de Marina.
Desde la noche del segundo día la rumba se enciende. Más de 200 artistas de todos los rincones del Pacífico se suben a la tarima a dar cátedra de música tradicional con marimbas, cununos, guazás y tambores.
Para el tercer día todos están en la playa, se hacen tours por manglares y se realizan los últimos avistamientos de ballenas del año. Más de 5.600 asistentes se reúnen en las fiestas que también tienen talleres y emprendimientos liderados en un 90% por mujeres de cinco corregimientos.
“Más de 600 familias se benefician con esta despedida a las ballenas con el Festival Folclórico Marimba y Playa que promueve y fortalece el patrimonio cultural del Pacífico colombiano y el turismo en la zona para el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes. Apenas terminamos esta edición, comenzamos a trabajar en la del año siguiente”, aseguró Natalia Conrado, directora del festival y heredera de la herencia cultural de su madre Marina.
Un festival a muchas manos
De acuerdo con Jhon Janio Álvarez, representante legal de Destino Pacífico, una de las empresas más importantes de turismo en Buenaventura, este tipo de iniciativas fortalece a las comunidades y redistribuye el ingreso.
“Marimba y Playa es algo único en el mundo. Toda la comunidad se mueve alrededor de ese festival, beneficiando a sus familias, pero también a la naturaleza porque aquí entendimos que todo lo que tenemos se lo debemos a ella, a las aguas de los ríos, a los manglares, al océano”, apuntó Álvarez.
Gracias al trabajo en conjunto, se lograron frenar prácticas negativas como la tala de árboles o las economías ilícitas. Hoy esas comunidades giran alrededor de las ballenas, los tours, la gastronomía y el turismo de aventura.

“Quienes antes talaban ahora siembran, porque saben que pueden llevar turistas a ver diversas especies. Los lancheros pescadores ahora intercambian sus faenas para llevar a las personas a ver ballenas, y los cantos que se estaban olvidando hoy viven más que nunca en los festivales. Esto es maravilloso”, insistió el empresario.
Gracias a estas gestiones, a finales del mes de septiembre un grupo de 64 empresarios de España, Portugal, Inglaterra y otros destinos de Europa, visitaron Bahía Málaga y la catalogaron como un “diamante en bruto” para el turismo natural y de aventura, además, se comprometieron en llevar el mensaje de conservación a más de 2.500 agencias en el mundo.
“Quienes vienen a Buenaventura se van enamorados de la gente, de los ríos, de las cascadas, de los manglares llenos de vida, de nuestra historia y resiliencia. Somos un destino que lo tiene todo”, sostuvo Emir Dayana Conrado Murillo, secretaria de Turismo de Buenaventura.

El festival cerró con un canto de amor a las ballenas en el muelle de Juanchaco, esperando que esos gigantes cetáceos vuelvan en la próxima temporada.
“Gracias, muchas gracias ballenitas. Gracias por revivir nuestro territorio y no dejar que caiga en el olvido”, concluyó la matrona Marina.
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