Turismo
Getsemaní resurge como el nuevo destino favorito para redescubrir Cartagena de Indias
Una casa convertida en hotel de lujo, ubicada en este icónico barrio, atrae cada vez más, el interés de los turistas por explorarlo.
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14 de oct de 2025, 10:21 a. m.
Actualizado el 14 de oct de 2025, 05:41 p. m.
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Una experiencia sensorial donde el arte, la historia y la hospitalidad dialogan con la esencia Cartagenera, ofrece un pequeño “edén” que seduce por estos días a propios y turistas, que llegan a diario a la bella ciudad amurallada, Cartagena de Indias.
Se trata de Casa Lola, el espacio que reconfigura el paisaje cultural de Getsemaní, ese barrio mestizo y vibrante que late a pocos pasos de la ciudad amurallada.
Hasta aquí, llegó el arquitecto Ignacio García de Vinuesa, español radicado entre Madrid y el Caribe, para dar vida a lo que hoy es uno de los lugares más apetecidos por turistas de todo el mundo.

García, habla del lugar con la nostalgia de quien ha visto transformar una calle y una comunidad, con el paso del tiempo. “Siempre ha existido esa idea de que el centro de Cartagena es la zona de los ricos, como si Getsemaní fuera menos.
Por eso, cuando compró la primera casa en el barrio, Getsemaní no era todavía el epicentro turístico y cultural que es hoy. “Me encantó el barrio”. Compré y allí hice mi vivienda. Desde Cartagena coordinábamos proyectos de arquitectura para Estados Unidos. En aquel entonces (2008) no existía La Havana (el bar) y, cuando abrí Casa Lola, el movimiento apenas comenzaba”, cuenta el creador de este espacio, uno de los primeros hoteles en Getsemaní, lugar que cada vez toma más fuerza, pues propios y visitantes han comenzado a entender que Cartagena es mucho más que su centro histórico.
Hoy, su casa es uno de los hoteles disruptivos de este pintoresco barrio. “Inauguramos con la presentación del libro Los caballeros las prefieren brutas, de Isabella Santo Domingo. Fue un acontecimiento, porque mucha gente de Cartagena nunca había cruzado la calle hacia Getsemaní. Descubrieron otro mundo".

Así, construido con recursos autóctonos, este espacio turístico, con bellos mosaicos recuperados, maderas de la costa, piedras coralinas, conchas y tejas originales, ofrece a quien lo conozca, lo mejor de esta ciudad cosmopolita que cada día se abre más al mundo, para competir en belleza, con otros destinos.
“La idea era recuperar el esplendor de una casa de Getsemaní, como si siguiera siendo la de un comerciante rico del siglo XIX. En esa época vivían personas muy sofisticadas: europeos, árabes, hindúes… gente que traía una sensibilidad estética particular. Quise reinterpretar ese espíritu, no reproducirlo.”

Dentro, la decoración refleja ese diálogo entre épocas: papeles vintage en paredes, vitrinas con objetos traídos de distintos viajes, y en cada espacio, una esencia única. “Soy un comprador compulsivo. Parte de este proyecto es también mi espíritu acumulador. Casa Lola se fue llenando de cosas con historia, de objetos que hablan de viajes.
Cabe decir que, este espacio de ciudad, coincidió con el proceso de transformación de Getsemaní, un territorio atravesado por la historia, la resistencia y la mezcla.

Antes, era considerado un espacio sin alma, donde los problemas sociales eran pan de cada día. Hoy, ha resurgido como una nueva oferta artística, cultural, turística y gastronómica.
Por eso, en materia de entretenimiento, este espacio dispone de una terraza con dos piscinas, espacios para tomar el sol y compartir, y finalmente, un lugar para degustar, el Lolita’s Bar, que cuenta con un concepto de coctelería “Neotropical Mediterránea”, mezclando la mixología moderna, con imponentes vistas del centro histórico, y un atardecer digno de inmortalizar en fotografías. Atardeceres que, por supuesto, se acompañan de música en vivo.
Periodista de cultura, entretenimiento y tendencias, experta en edición digital e impreso. Amante de las historias que inspiran. Aprendiz constante.