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¿Usa siempre la carga rápida? Así se reduce la vida útil de su celular sin notarlo
Los cargadores de alta velocidad pueden generar consecuencias adversas, por lo que resulta fundamental conocer los posibles riesgos que implica esta tecnología, a pesar de su uso generalizado.

8 de jul de 2025, 12:17 p. m.
Actualizado el 8 de jul de 2025, 12:18 p. m.
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En la actualidad, los celulares se han convertido en una herramienta indispensable para la vida diaria: se utilizan para trabajar, entretenerse, comunicarse e incluso para realizar operaciones bancarias. Esta constante necesidad de tener el dispositivo operativo ha impulsado la popularización de los cargadores rápidos.
Estos cargadores, presentes incluso en teléfonos de gama media, permiten recuperar una gran parte de la batería en pocos minutos, ofreciendo una ventaja considerable frente a los métodos de carga convencionales. Sin embargo, muchas personas desconocen que esta comodidad podría estar afectando sus equipos de forma silenciosa.
La carga rápida funciona incrementando el voltaje, la corriente eléctrica o ambos, lo que permite una transferencia de energía más veloz. Aunque se trata de una tecnología segura cuando se utiliza bajo estándares certificados, el uso frecuente puede disminuir la vida útil de la batería e incluso perjudicar el rendimiento general del dispositivo.
El aumento de temperatura es uno de los principales factores de riesgo. Investigaciones como las de Battery University advierten que una exposición prolongada al calor puede dañar no solo la batería, sino también otros componentes internos, como la placa base, el procesador y la pantalla. A largo plazo, este exceso de calor puede causar hinchazón en la batería, fugas químicas o fallas graves en el funcionamiento del teléfono.

Aunque la carga rápida es una solución eficiente, el calor generado durante el proceso puede volverse un problema si no se controla de forma adecuada. Las baterías de iones de litio son particularmente vulnerables al sobrecalentamiento. Incluso si los teléfonos modernos incluyen sistemas de protección térmica, la exposición continua a temperaturas elevadas acelera su deterioro. En realidad, no es tanto la velocidad de carga lo que daña la batería, sino la capacidad del equipo para disipar el calor generado durante ese proceso.

Recomendaciones para cuidar la batería
Cuando no se necesita cargar el teléfono con urgencia, optar por una carga lenta es la opción más beneficiosa para la salud del dispositivo. También es recomendable utilizar siempre cargadores originales o certificados por el fabricante, evitar exponer el teléfono a temperaturas extremas y mantener el nivel de batería entre el 20 % y el 80 % para maximizar su duración.
Otro hábito saludable es evitar usar el celular para tareas exigentes —como jugar videojuegos o ejecutar aplicaciones pesadas— mientras se está cargando, ya que esto incrementa aún más la temperatura interna. Cargarlo durante la noche puede parecer práctico, pero dejarlo conectado mucho tiempo después de alcanzar el 100 % puede ser contraproducente. Aunque muchos dispositivos actuales detienen la carga automáticamente, algunos siguen realizando pequeños ciclos de recarga que, con el tiempo, contribuyen al desgaste.
En resumen, la carga rápida sigue siendo una herramienta útil, siempre que se utilice de manera consciente y moderada. Con algunas precauciones, es posible aprovechar sus ventajas sin comprometer la salud del dispositivo.
Mary Mora es comunicadora social de la Universidad Santo Tomás con 7 años de experiencia en el área organizacional y periodismo. Ha trabajado en Telefónica; en el portal Colombia.com, como periodista digital, y como editora en el portal Bolivia.com. En SEMANA desde 2022.