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Estos son los riesgos a los que se expone si no cambia la funda de su celular a tiempo
Aunque muchas veces se subestima su importancia, la funda representa una primera línea de defensa.

11 de jul de 2025, 09:17 p. m.
Actualizado el 11 de jul de 2025, 09:17 p. m.
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En la actualidad, el teléfono móvil se ha consolidado como una extensión del cuerpo humano. Su uso se extiende desde las primeras horas del día hasta la noche, acompañando a los individuos en el trabajo, los estudios, el entretenimiento y las relaciones sociales. En este contexto, la protección del dispositivo se ha vuelto una necesidad, siendo la funda o carcasa uno de los elementos más empleados con ese propósito.
No obstante, con frecuencia se pasa por alto que, al igual que cualquier accesorio de uso constante, la funda también requiere ser reemplazada periódicamente. Aunque aspectos estéticos o de moda pueden influir en la decisión, el cambio de funda va más allá de lo superficial y responde a razones de funcionalidad, higiene y seguridad.

En muchos casos, los usuarios adquieren una funda al momento de comprar el dispositivo y la conservan durante meses o incluso años, sin tener en cuenta el desgaste progresivo o la acumulación de suciedad que ello conlleva. Al estar en contacto permanente con las manos, superficies públicas, bolsillos, bolsos o mochilas, la funda se convierte en un receptáculo de polvo, residuos y microorganismos.
Aunque el dispositivo pueda limpiarse ocasionalmente, la carcasa es frecuentemente descuidada, lo cual representa un riesgo sanitario, especialmente si presenta texturas, ranuras o materiales porosos que dificultan una limpieza eficaz.
Desde un punto de vista técnico, una funda deteriorada puede dejar de cumplir su función principal: proteger el equipo. Los materiales más comunes, como la silicona, el TPU o el plástico, tienden a endurecerse, agrietarse o deformarse con el tiempo, en especial cuando están expuestos al calor, la luz solar o la fricción constante. Una carcasa que ya no se ajusta correctamente puede facilitar caídas accidentales, elevando el riesgo de daños en la pantalla, la cámara o la estructura del dispositivo.
Otro factor a considerar es la posibilidad de reacciones adversas entre la funda y el calor emitido por el dispositivo. Esta interacción puede ocasionar manchas o decoloraciones permanentes en la superficie del celular, especialmente si se utilizan fundas de baja calidad o fabricadas con materiales que no cumplen con estándares adecuados. Asimismo, el uso prolongado de la misma funda puede propiciar la acumulación de humedad en su interior, lo que incrementa el riesgo de oxidación en conectores, altavoces o micrófonos.

Aunque muchas veces se subestima su importancia, la funda representa una primera línea de defensa. Si no se le da el cuidado necesario, puede convertirse en una fuente de problemas tanto para la salud del usuario como para la integridad del dispositivo. Por esta razón, su renovación periódica debería integrarse a las prácticas básicas de mantenimiento del teléfono móvil, al igual que la actualización del sistema operativo o la realización de copias de seguridad.
Comunicadora social y periodista de la Fundación Universitaria Los Libertadores. Ha trabajado en Caracol Radio (1 año) y en SEMANA desde 2023, desempeñando roles de productora, redactora y periodista de tecnología.