Tecnología
Nunca coloque el ‘router’ wifi en este lugar porque su señal podría ser más lenta y débil
Las fallas constantes en la señal pueden convertir acciones cotidianas en experiencias desesperantes, llegando incluso a imposibilitar tareas importantes.

El acceso a Internet se ha convertido en una herramienta fundamental para llevar a cabo múltiples actividades diarias, que van desde hacer transacciones bancarias y compras por internet, hasta utilizar servicios médicos, plataformas de entretenimiento o realizar trámites ante entidades oficiales.
En este escenario, el wifi se ha vuelto un elemento clave, al ofrecer la conectividad necesaria tanto en hogares como en oficinas y espacios públicos. Gracias a él, es posible realizar tareas como trabajar desde casa, ver series o películas en streaming y jugar en línea sin interrupciones. Por eso, contar con una conexión rápida y estable resulta crucial para disfrutar de una experiencia digital eficiente y sin contratiempos.
No obstante, muchas personas sufren de una conexión lenta o poco estable sin sospechar que la causa podría estar en la ubicación del router wifi. Las interrupciones frecuentes en la señal pueden hacer que actividades rutinarias se vuelvan frustrantes e incluso impedir la realización de tareas clave.
Si bien suele culparse al proveedor de internet o al funcionamiento del dispositivo, lo cierto es que factores del entorno también pueden afectar de forma significativa el desempeño de la red.

El lugar menos recomendado para ubicar el router
Según el sitio especializado en redes y telecomunicaciones Redes Zone, la cocina es uno de los peores lugares para instalar un router wifi. Esta área del hogar está repleta de electrodomésticos y superficies metálicas que dificultan el paso de las señales inalámbricas.
Uno de los mayores obstáculos es el microondas, ya que opera en una frecuencia cercana a la del router, usualmente en los 2.4 GHz. Cuando ambos están en uso al mismo tiempo, pueden interferirse mutuamente, causando cortes en la conexión y una disminución evidente en la velocidad. Además, los materiales metálicos presentes en neveras, hornos y campanas extractoras tienden a reflejar y desviar la señal, reduciendo su alcance y efectividad al intentar llegar a otras zonas de la casa.

Otra de las razones por las que la cocina no es un sitio conveniente para el router es la presencia de líquidos y materiales densos que tienden a absorber o bloquear las señales de radio. Esto provoca que la cobertura wifi se limite a áreas cercanas, mientras que las habitaciones más alejadas reciben una señal débil o nula.
Los especialistas aconsejan ubicar el router en un punto central del hogar, a una altura adecuada y en un espacio despejado. Cuanto menos obstáculos haya alrededor, más eficientemente se distribuirá la señal en todas las direcciones. También es importante evitar colocar el equipo cerca de muros gruesos, muebles voluminosos o estructuras de concreto, ya que estos elementos interfieren directamente con la intensidad y el alcance de la conexión.
Adicionalmente, desaconsejan colocar el router dentro de muebles, detrás de pantallas de televisión o en zonas bajas y apartadas. Aunque muchos optan por esconderlo por motivos estéticos, esta decisión puede afectar negativamente el desempeño del wifi. Mantener el router a la vista no solo mejora la distribución de la señal, sino que también facilita detectar cualquier fallo técnico que requiera atención inmediata.
En hogares de varios niveles o con diseños arquitectónicos complejos, una buena alternativa es instalar repetidores o sistemas de red en malla. Estos equipos permiten ampliar la cobertura de manera más eficiente, eliminando las zonas sin señal conocidas como “puntos muertos”.
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