¿Cuál es el electrodoméstico que dispara el consumo de energía y muchos conservan sin saberlo?

En tiempos donde la eficiencia energética y el ahorro en las facturas del hogar son cada vez más importantes, muchos hogares siguen manteniendo un electrodoméstico que se ha convertido en un verdadero ‘devorador’ de energía sin que sus dueños lo sepan. Se trata de la nevera antigua, un aparato que, por su uso continuo y su baja eficiencia, puede elevar considerablemente el consumo eléctrico mensual.

¿Por qué la nevera vieja consume tanta energía?

1. Funcionamiento constante: A diferencia de otros aparatos que se usan por momentos (como el microondas o el televisor), el refrigerador está en funcionamiento las 24 horas del día, los 365 días del año. Eso significa que cualquier ineficiencia se multiplica en el tiempo.
2. Tecnología obsoleta: Los refrigeradores fabricados hace más de 10 o 15 años carecen de la tecnología actual que optimiza el consumo energético. Pueden gastar hasta el doble o el triple de electricidad en comparación con un modelo moderno de clase A++ o A+++.
3. Mal estado o mantenimiento deficiente: Puertas que no cierran bien, burletes (gomas) deteriorados, serpentines sucios o mal ubicados pueden hacer que el motor trabaje más tiempo y con más esfuerzo, disparando el consumo eléctrico.
4. Uso innecesario de una segunda nevera: En muchos hogares, especialmente en garajes o patios, se conserva un segundo refrigerador viejo “por si acaso” o para guardar bebidas. Aunque se use poco, este aparato sigue consumiendo energía constantemente.

¿Cuánto se puede estar gastando sin saberlo?

Un refrigerador viejo puede consumir entre 300 y 600 kWh al año o más, dependiendo del modelo y estado. En cambio, uno moderno eficiente puede bajar ese consumo a 150 kWh al año o menos.

¿Qué se recomienda hacer?

• Revisar la etiqueta energética del refrigerador y su año de fabricación.
• Evaluar el consumo estimado (puede aparecer en la etiqueta o manual, o se puede calcular con un medidor de consumo).
• Considerar el reemplazo por un modelo nuevo y eficiente: la inversión inicial se recupera con el ahorro mensual.
• Desconectar el segundo refrigerador si no es realmente necesario.
• Mantenerlo limpio y bien cerrado, especialmente las ventilaciones traseras.

Recomendaciones antes de comprar una nueva nevera

1. Elegir la capacidad adecuada

• Para 1 o 2 personas: entre 150 y 250 litros.
• Para 3 a 4 personas: entre 250 y 350 litros.
• Para hogares con más de 4 personas: más de 400 litros.
• Es importante no adquirir una nevera más grande de lo necesario, ya que un mayor volumen también implica mayor consumo de energía.

2. Seleccionar el tipo de refrigerador más conveniente

• Con congelador superior (top freezer): son eficientes y económicos.
• Con congelador inferior (bottom freezer): ofrecen comodidad de uso, aunque con un consumo ligeramente mayor.
• De puertas verticales (side by side): brindan gran capacidad, pero suelen ser los de mayor consumo.
• No Frost: evitan la acumulación de escarcha y requieren menos mantenimiento.

3. Comparar el consumo energético anual

• Se debe revisar el consumo expresado en kWh por año, indicado en la etiqueta del producto.
• Esta cifra permite comparar la eficiencia entre distintos modelos y estimar el gasto eléctrico futuro.

4. Evaluar funciones adicionales

• Control de temperatura independiente entre refrigerador y congelador.
• Modo vacaciones, ideal para reducir el consumo cuando el equipo no se usa por varios días.
• Alarma de puerta abierta.
• Iluminación LED, que consume menos y tiene mayor duración.
• Panel digital externo, para ajustar la configuración sin necesidad de abrir la puerta.