Los colombianos confían en la Registraduría de cara a las elecciones del 2026, según encuesta Invamer

Según la firma encuestadora Invamer, los colombianos confían en la Registraduría de cara a las elecciones del 2026.

Ese es el análisis que se puede hacer a partir de la última encuesta realizada por la firma , en la que, además de vaticinar cómo estarían las apuestas para los candidatos en esos comicios, se indagó sobre la opinión de los colombianos frente a las principales instituciones.

La pregunta utilizada por la encuestadora fue: “Ahora miremos algunas instituciones que intervienen en la vida pública colombiana. ¿Tiene usted una opinión favorable o desfavorable de ____?”.

En la cima se ubicaron las Fuerzas Militares, que en el sondeo obtuvieron un 76,6 % de favorabilidad. En el segundo lugar se posicionó la Iglesia Católica con un 69,3 % de confianza. Y ya el tercer puesto fue para la Registraduría con el 67,7 % de apoyos.

Ante estos resultados, Juan Pablo Milanese, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Icesi, explicó que la encuesta deja ver aspectos clave para entender el panorama electoral que viene.

En su opinión, la tendencia alcanzada por la Registraduría es un punto importante para pensar en términos de las elecciones, teniendo en cuenta que sería una de las organizaciones del Estado con mejor percepción

A esa voz se sumó María Alejandra Arboleda, consultora en comunicación política, la cual destacó el prestigio que ha construido esta institución en el país.

“La Registraduría tiene buena imagen, lo cual es importante porque es la encargada del proceso”, dijo.

Otros aspectos de la encuesta

Por otra parte, Milanesse agregó: “Lo que muestra buena parte de la encuesta es que la confianza depende, en buena medida, de la distancia entre el ganador y el perdedor en la elección. Normalmente, se reclama por el resultado electoral cuando los resultados son muy ajustados”.

El panorama es distinto cuando la diferencia entre los dos candidatos principales es mayor -mencionó-.

“Ahí tiende a haber menos reclamos asociados al resultado. No necesariamente quiere decir que todos lo vayan a aceptar o que se vayan a quedar satisfechos, pero es un poco la tendencia general”, sostuvo el docente.

El docente hizo énfasis en que este comportamiento se repite, sea cual sea la impresión de la institución: “Cuando los resultados son muy ajustados, incluso con una buena percepción del ente que organiza las elecciones, tiende a no aceptarse el resultado.

Ahora, cuando los resultados son más sólidos y más amplios, suele no producirse ese problema”, dijo.

De otro lado, Arboleda resaltó que “el desencanto está principalmente en los partidos, el Congreso y los liderazgos tradicionales, no en las instituciones. Para los candidatos, es un reto responder con propuestas concretas que aborden la incertidumbre, reconecten con lo cotidiano y muestren resultados en seguridad, economía y orden”.

Finalmente, Milanesse señaló que será necesario observar cómo evolucionan las campañas, el clima político y las distancias entre los candidatos para analizar el nivel de aceptación ciudadana frente al resultado. “Veremos qué sucede el año que viene”, concluyó.