Editorial
¿Una reforma para los ricos?
El alza en el valor de estos productos no impactará solo a los ricos, todos los colombianos se verán de alguna forma afectados por los cambios propuestos por el Gobierno.
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3 de sept de 2025, 02:48 a. m.
Actualizado el 3 de sept de 2025, 02:49 a. m.
El presidente Gustavo Petro salió en defensa del proyecto de reforma tributaria que fue presentado esta semana al Congreso de la República, y asegura que no tocará a los pobres, sino que está orientado hacia los que más ganan.
Su argumento es que el proyecto grava los dividendos, disminuye impuestos a las empresas, coloca tributos a las herencias, crea impuestos por fusiones empresariales, a los hidrocarburos y a los vehículos que contaminan, es decir, que según él no se tocaría a los más pobres.
Y eso parece muy bien a simple vista. Sin embargo, hay otra parte de la propuesta de reforma que está concentrada en subir el IVA a varios productos que estaban gravados con una tarifa de 5 % como son los licores, la gasolina, el alcohol carburante, los juegos de azar, servicios digitales, entre otros que ahora pagarán el 19 %.
El alza en el valor de estos productos no impactará solo a los ricos, todos los colombianos se verán de alguna forma afectados por los cambios propuestos por el Gobierno. Los distribuidores de gasolina estiman que el IVA del 19 % representará para 2026 un incremento en el precio de $834 por galón. La gasolina no la usan solamente los ricos.
Gravar los combustibles significa ponerle un impuesto a toda la canasta familiar, esto implica aumentar el costo del transporte para muchos sectores productivos y para los colombianos. No olvidemos que en este país hay 19 millones de vehículos registrados, de los cuales 12 millones son motocicletas, sin olvidar que está pendiente la eliminación de los subsidios al diésel, lo que representará un mayor incremento en el valor de este combustible.
Pero no es solo eso, se quiere poner una sobretasa de 15 % al sector financiero para llegar a un impuesto de renta de 50%, porque ellos son los que están generando utilidades.
Se olvida el Gobierno que generalmente estos aumentos en la operación de las compañías se traducen en mayores costos financieros, en este caso, para los hogares colombianos que quieran comprar una vivienda, un vehículo o una moto, así como para las empresas que quieren emprender algún proyecto de inversión.
El país sí enfrenta un hueco fiscal que no se puede desconocer. La deuda pública y los compromisos sociales demandan ingresos estables, pero intentar sacar de los colombianos $26,3 billones para el 2026 no parece la mejor forma porque no se está tocando solo a los ricos como lo quiere ver el Presidente, se toca a la mayoría de las personas y sobre todo a los que ya pagan impuestos en el país y que siempre salen afectados en las reformas tributarias.
Todo esto que está pasando en las finanzas del país, más gasto y menos ingresos, puede llevar a Colombia a una gran crisis económica.
No se trata solo del futuro de un proyecto de ley -que está embolatado-, sino la estabilidad de las finanzas que no solo se arreglan con más recaudo, como se propone con la tributaria. Se requiere un ajuste del gasto, del que no ha querido hablar el Gobierno, antes de buscar que los colombianos aporten más.