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Ya casi el Oiga, mire, lea
A reservar esos días mágicos para sumergirse en la magia de la palabra escrita, conocer sus autores, dejar danzar la mente y la imaginación.

22 de jul de 2025, 03:05 a. m.
Actualizado el 22 de jul de 2025, 03:05 a. m.
Lo que hubiera parecido un sueño irrealizable hace once años se convirtió en una espléndida realidad. Ya es Ordenanza de la Asamblea Departamental, o sea, un regalo eterno para el departamento del Valle del Cauca: el Festival Internacional de Literatura ‘Oiga, mire, lea’.
Once años… definitivamente, como dice el tango, “es un soplo de la vida”.
La Biblioteca Departamental viste de luces desde el 10 hasta el 14 de septiembre. Durante todo el día y en todos los auditorios habrá conversatorios, talleres, debates.
Cuatro días en torno a los libros, o sea, en torno a la vida misma, porque “al principio fue el verbo y la palabra escrita lo que transformó la humanidad”.
Mi vida ha girado en torno a los libros, no la concibo sin ellos, no sé cómo hubiera sido sin ellos, son como una segunda piel, o tal vez la primera.
Ya venía la impronta marcada: abuelo paterno, filólogo y escritor; por el lado materno, poetas, escritores, periodistas.
Mi mamá, por ejemplo, releo algunos de sus artículos publicados ya hace muchos años en este periódico, leo esa prosa perfecta, esa sensibilidad, esos escritos, en fin, no sé si este ‘mal sea hereditario’, pero qué dicha padecerlo.
Septiembre. ‘Oiga, mire, lea’ se viene con todo, arrasador. Ya confirmados Piedad Bonnet, Héctor Abad Faciolince, Gustavo Álvarez Gardeazábal, que sometiera su obra al escrutinio de dos academistas, Carmiña Navia Velasco y Cecilia Caicedo, Ricardo Silva Romero, Florence Thomas, Pilar Quintana, para nombrar solo algunos de Colombia.
María Elvira Samper y Yolanda Ruiz nos deleitarán con su Menopausia. Y estarán también Los Aterciopelados. Encuentro de editoriales independientes, literatura infantil.
También llegan de España, México, Brasil, Ecuador, Perú, Argentina, ya les daré los nombres, todos escritores de renombre. Este artículo es solo un aperitivo.
A reservar esos días mágicos para sumergirse en la magia de la palabra escrita, conocer sus autores, dejar danzar la mente y la imaginación.
Felicitaciones desde ahora a Fernando Tamayo, director de la Biblioteca Departamental, y su equipo. A Catalina Villa por su pasión y sabiduría seleccionando los autores, a todos los que están entre bambalinas para este evento, trabajando, uniendo este telar complejo y sutil, los hilos silenciosos, pero indispensables para abrir el telón. 10 de septiembre, hasta el 14, saquen ya las agendas.
Además, la entrada es gratuita, algo que solo es posible porque el departamento del Valle lo coordina, de lo contrario, se habría quedado, como escribí al comienzo de esta columna, solo en un sueño y nada más.
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Posdata. Quiero resaltar la labor de Bibioghetto. Clara y contundente demostración de que los libros sí reducen la violencia y despiertan nuevas oportunidades, cambian vidas, abren sueños que parecían imposibles, unen manos y corazones, sobre todo para los más jóvenes.
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Posdata 2. “La vida es también un viaje, durante cada día aprendemos algo, y al mismo tiempo nos vamos despidiendo de recuerdos...” (Sanaka Hiiragi).
Periodista. Directora de Colcultura y autora de dos libros. Escribe para El País desde 1964 no sólo como columnista, también es colaboradora esporádica con reportajes, crónicas.