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Potenciar el trabajo y no acabarlo es el reto de la IA; no hay profesión que no escape a su influencia.

22 de jul de 2025, 03:01 a. m.
Actualizado el 22 de jul de 2025, 03:01 a. m.
Un diario económico de la capital anunció que su edición impresa es hecha por la inteligencia artificial, la explicación: los periodistas escriben las notas para la edición digital y la IA las transforma para la impresa bajo la supervisión de editores que verifican los datos.
Llevo más de 30 años en el periodismo y he pasado de la máquina de escribir al computador, del rollo a la tarjeta digital, de la edición impresa a la web y ahora del Word a la IA. La llegada de cada herramienta es un reto que genera temor.
Yo insistía en que la fotografía digital no le iba a ganar a la calidad de una diapositiva y meses después trabajaba con cámaras digitales: eran más rápidas, más eficientes, más ecológicas y más baratas que la película, los químicos, el revelado, la impresión y las imágenes se podían transmitir de inmediato.
La IA llegó y quien no la entienda está fuera. Llegó para potenciar el trabajo, pero implica riesgos. Una llamada telefónica de larga distancia hace 40 años implicaba un día esperando por una línea telefónica, hoy eso demora un parpadeo a través de WhatsApp. Usamos la IA en Instagram y Spotify, que nos quitaron el encanto del álbum fotográfico y de la colección de discos, pero llevamos en un solo dispositivo miles de fotografías y millones de canciones que podemos compartir.
Los colegios deben comenzar cátedras en IA en las que sea clave la ética y la responsabilidad. El historiador israelí Yuval Noah Harari, en su libro Nexus, propone una regulación estricta que prohíba a las redes sociales el uso de bots que se hagan pasar por seres humanos. También les reclama una mayor responsabilidad en la difusión de contenidos y una gran inversión en seguridad para prevenir y detectar el uso irresponsable.
Potenciar el trabajo y no acabarlo es el reto de la IA; no hay profesión que no escape a su influencia. Un médico que gasta tiempo en labores administrativas, puede asignarle esa tarea a la IA para poder conversar con su paciente, conocerlo, entender qué le pasa y cómo ayudarlo. Un ingeniero puede mejorar los procesos de producción y control de calidad. Un padre de familia puede dedicarle más tiempo a los suyos si la IA le ayuda a mejorar su productividad y le permite llegar más temprano a casa. Procesos burocráticos complejos que generan corrupción, se pueden eliminar si se le asignan a la IA, garantizando más transparencia.
Esos son solo algunos aspectos positivos de una entidad que también tiene un lado oscuro. Es tan maravillosa esta herramienta que ella misma nos enseña a usarla. Pregúntele a la IA en su celular si no es así.