Columnista

Unión y organización o desastre

Petro sale ahora a negar la paternidad de la papeleta- engendro, sabe la gravedad de lo que está propiciando.

Antonio de Roux
Antonio de Roux | Foto: El País

30 de jun de 2025, 01:46 a. m.

Actualizado el 30 de jun de 2025, 01:46 a. m.

El Ministro de Justicia explicó en Blu Radio la determinación oficial de impulsar la denominada ‘constituyente popular’. El proceso, en su parte inicial, implicará consultar la voluntad colectiva a través de una papeleta que se depositaría en las elecciones parlamentarias de marzo próximo.

La decisión de propiciar la constituyente parte, según Eduardo Montealegre, de que el gobierno experimenta un ‘bloqueo institucional’. No valieron las advertencias de juristas eminentes como Mauricio Gaona, quien señaló que lo tachado de bloqueo por el gobierno en los otros países se denomina oposición, precio natural de la democracia.

El sentido de las palabras del ministro es perturbador:

1-El depositario exclusivo del poder constituyente no es la Nación, sino ‘el pueblo’. Es decir, las organizaciones populares y de base, los colectivos barriales, los grupos deliberantes, los cabildos, las agrupaciones amigas del gobierno. Además, el único legitimado para representarles es el presidente elegido por ese ‘pueblo’. El mandatario concentra como consecuencia todos los poderes (ejecutivo, legislativo y judicial). En este marco sin controles cruzados, el despotismo sería apenas parte del paisaje.

2- ‘El pueblo’, por derecho propio, se autoconvoca, organiza, vota, crea el hecho político. Todo lo anterior sin quien vigile, regule o certifique los resultados. Pero a nadie escapa que esa auto convocatoria no se da por generación espontánea. Atrás está el gobierno beneficiario de la maniobra, instigando, manipulando y financiando el proceso.

3-La reforma se tiene que hacer por una ‘Constituyente Popular’, omnímoda, de poderes absolutos. Esto porque las alternativas que pasan por el congreso tienen límites, no garantizan las deseables rupturas y cambios estructurales.

4-El concepto moderno de democracia es la deliberativa. Lo que importa es debatir, intercambiar argumentos, no los resultados.

Petro sale ahora a negar la paternidad de la papeleta- engendro, sabe la gravedad de lo que está propiciando. Por eso y como registra Infobae, insiste en que esta es una movida espontánea del pueblo.

La campaña de la papeleta en convergencia con las elecciones parlamentarias daña el necesario ambiente de neutralidad electoral, pavimenta y facilita el camino de los candidatos a corporaciones que cuentan con el favor oficial.

Con un congreso sometido y una ‘constituyente popular’ de bolsillo, quedarán sentenciadas las instituciones y quienes las representan como el Procurador, el Contralor, la Fiscal General, el Registrador, los magistrados de las altas cortes, jueces, mandos militares, autoridades territoriales y congresistas, entre otros.

Ante esta situación los partidos democráticos incluyendo los de centroizquierda, los empresarios, los sindicatos civilistas, la parte mayoritaria del pueblo que no come cuento, los ciudadanos partidarios de las libertades, la Nación toda, tiene que reaccionar unirse y organizarse en una gran iniciativa por la salvación de Colombia.

Los actores de la política tradicional deberían estar luchando no solo por ser elegidos, sino también por eliminar la semilla de la revocatoria que desde el día de su elección quieren sembrarles con la llamada ‘constituyente del pueblo’. El dilema que afrontamos, quizá el más trascendental de nuestra historia, es unión y organización o desastre.

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