Columnista
Una cruzada por Buenaventura
Se trata ahora de la inseguridad en la carretera, pues antier miércoles fueron incinerados siete cabezotes de tractomulas que se suman a los cuatro más que achicharraron el pasado 4 de julio en el mismo corredor vial.

18 de jul de 2025, 03:45 a. m.
Actualizado el 18 de jul de 2025, 03:45 a. m.
No podemos seguirle dando la espalda al primer puerto de Colombia sobre el mar Pacífico, que está ubicado en nuestro departamento del Valle del Cauca.
Ello significa que no es un puerto regional -como se ha venido tratando-, sino de un puerto nacional que le sirve al país entero.
Lo anterior quiere decir que debe ser la Nación la que lleve la batuta en sus obras de infraestructura y en su seguridad, que cada vez está más afectada. Y ya no se trata de las obras de la terminación de la doble calzada, la profundización del canal de acceso, la vía Mulalo-Loboguerrero y el aeropuerto, sin hablar del acueducto, el hospital, el desempleo y la violencia urbana.
Se trata ahora de la inseguridad en la carretera, pues antier miércoles fueron incinerados siete cabezotes de tractomulas que se suman a los cuatro más que achicharraron el pasado 4 de julio en el mismo corredor vial.
El atentado fue perpetrado magistralmente por no más de diez delincuentes en un certero golpe, sin que hubiera autoridad ni cercana ni lejana, es decir, de nuevo cogieron a la Policía y al Ejército con los calzones abajo, ¿o no?
Uno entiende que la fuerza del orden está dando todo de sí en un gran esfuerzo, con abnegación y aciertos. Pero este problema se salió de las manos y no es posible contener una escalada terrorista con la escasa cantidad de soldados y de policías que tienen que vigilar más de 150 kilómetros 24/7, para lo cual se necesitan desde más armas y vehículos hasta más artillería pesada y drones.
Y no exagero al hacer la anterior recomendación. Esto no se arregla sino con ‘chumbimba ventiada’, porque los autores de los atentados están armados hasta los dientes y han demarcado ya sus territorios.
Los altos mandos castrenses lo requetesaben, pero como hay ‘negociaciones’ por debajo de la mesa, ‘ni en se sabe’ qué pactos de no agresión le impiden accionar con más contundencia.
Pero sea lo que sea, o se le ponen pelotones a la carretera o seguirán los ataques hasta convertir en intransitable una vía que se merece mejor suerte.
Sin embargo, Buenaventura no se rinde y por estos tres meses espera 300 mil turistas para el avistamiento de las famosas ballenas jorobadas que emergen de las aguas cercanas a las playas del puerto, ofreciendo un espectáculo inolvidable y único.
Ojalá que cese esta quemazón y demás alteraciones en la vía y no se pierdan esos millones de dólares que dejará el observar y disfrutar un atractivo turístico de carácter internacional.
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Posdata 1. Esta tarde, a las 5:00, en la plazoleta central de Chipichape, Mario Fernando Piano realizará un ameno conversatorio con la secretaria de Educación de Cali, Sara Mercedes Rodas, y acompañará la presentación de la Estudiantina de la Escuela de Música de Chicoral, integrada por 20 niños y jóvenes de las veredas de La Cumbre y Dapa. Guitarras, tiples, bandolas, bajos y violines.
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Posdata 2. Yo hablo bien de Cali. ¡Hazlo tú también!
Administrador de Empresas, Abogado y periodista por vocación. Director y fundador de MF Publicidad Mercadeo Limitada, al igual que de los programas Mario Fernando Piano y Oye Cali. Galardonado en dos oportunidades con el premio Simón Bolívar de periodismo. Escribe para El País hace más de 40 años.