Un sombrero y mil rumores

Hoy quería escribir sobre cocina porque estuve en una finca de Anapoima y una amiga española allí nos dio los 27 trucos para que la ‘tortilla de patatas’ sea un delicioso plato.

Como no es serio escribir sobre tortillas cuando hay una penosa situación nacional, voy a un tema de actualidad, el ‘suntuoso y monumental homenaje del alto gobierno al sombrero que, dicen, usaba el señor Pizarro’, cuando azotaba con el M-19 las haciendas del Cauca.

Si ese sombrero es importante para los nostálgicos del M19, este opinador lo vio como una tonta provocación para fastidiar a los opositores de esa guerrilla y a quienes no votaron por Petro para presidente. Lo peor se vive ahora, el territorio caucano, desde El Patía hasta Miranda, está castigado por las bandas que comanda don Iván Mordisco, el que aspira a tener una curul de parlamentario cuando firme un contrato exótico con este gobierno, luego le darán camionetas blindadas, altísimo sueldo, protección oficial y eterna impunidad. Punto.

Como el homenaje al sombrero y al M19 es noticia nacional e internacional, les doy la opinión de un analista madrileño: “Ese acto teatral, eso de convertir en prenda histórica el sombrero que usaba Pizarro, fue una folclórica provocación bañada en infantilismo político”. Punto.

Empezó mal esta semana para el gobierno, respetables magistrados denunciaron que podrían tener ‘chuzados’ sus teléfonos. Igual lamento hicieron parlamentarios de la oposición y periodistas. ¿Tienes chuzado tu celular? Chequéalo con un técnico. Y búrlense de los chuzadores inventándose que usted organiza un falso ‘golpe duro’ contra este gobierno y que tiene mil ametralladoras listas.

¿Quiénes son los chuzadores de celulares? Años atrás acusaban de esa grosera conducta a unos señores VIP de las Empresas Varias de Cali, pero nunca los pillaron. Es difícil pillarlos, son muy listos, fueron calanchines de la Odebrecht en su asalto a Colombia y son más listos que un conejo de Arizona alimentado con vitaminas suecas. Punto.

Carlos Alonso Lucio, acertado analista político, duda que haya elecciones presidenciales en el 2026 porque sospecha que desde el poder dirán: “No habrá, por ahora, elecciones a presidencia y parlamento”. ¿Motivo? Falta de plata y cuando no hay plata no se hacen. Ese pánico lo tienen muchos, lo enfrentarán ustedes con los magistrados, es el único camino y colorín colorao.