Columnista
¡Respete al Valle, Presidente!
Se queda en veremos la terminación de la doble calzada a Buenaventura que lleva décadas de atraso.

23 de may de 2025, 02:53 a. m.
Actualizado el 23 de may de 2025, 02:53 a. m.
Nunca antes nuestro departamento había sido objeto de una actitud como la de quien ostenta la primera magistratura de la nación. Eso de “bloquear” los proyectos que están o estaban andando, y a través de un ministro de papel y de bolsillo “sugerir” que se engaveten prioridades que llevan muchas de ellas varios años, es una actitud de revancha, venganza y chantaje.
Revancha porque le echó la culpa del hundimiento de su consulta al Partido de la U, del cual fue presidenta nuestra actual gobernadora, Dilian Francisca Toro, quien no tuvo velas en ese entierro.
Venganza porque decidió congelar los proyectos que requerían el guiño presidencial y a lo cual se había comprometido desde su campaña, en la que prometió el oro y el moro, y en la región obtuvo los votos que le llevaron a la Presidencia.
Y chantaje porque si no va a contar con los votos de ese partido para todas sus locuras y estupideces, endurecerá aún más su importaculismo con nuestro departamento pretendiendo arrodillar a sus representantes y senadores, sitiándoles con un ostracismo fruto de las prácticas dictatoriales con las que ya está gobernando.
Menos mal que la respuesta no se hizo esperar y se ha formado una coalición de los sectores público y privado, los gremios que agrupan a los empresarios y a los comerciantes, los medios de comunicación, las fundaciones y hasta la iglesia para dar una batalla que necesitamos ganar.
Ignoro qué posición han asumido los petristas que, de apoyar tal decisión, deberán ser considerados personas no gratas en su terruño, léase traidores, y los miles de votantes que tienen que saber lo grave que es esta aparatosa determinación.
Se paraliza el proyecto del Tren de Cercanías necesario e indispensable para descongestionar las vías hacia el sur y hacia el norte de la populosa Cali. Se queda en veremos la terminación de la doble calzada a Buenaventura que lleva décadas de atraso. Se entierra el proyecto de la carretera Mulaló-Loboguerrero y máxime si se trata de una licitación ganada en franca lid hace lustros por una de las empresas de Luis Carlos Sarmiento.
Olvidémonos de las obras de dragado de nuestro primer puerto sobre el Pacífico que se está quedando atrás porque los buques Post-Panamax no pueden arribar a nuestros muelles.
Y la licitación para el manejo del aeropuerto Bonilla Aragón se quedará en veremos, y van a ver cómo un trabajo de años quedará en mano de la ineficiencia oficial.
Y ni para qué sigo. Por último, se habla de un paro y hasta de un estallido social convocado esquizofrénicamente por quien desea crear un caos tal que será la disculpa perfecta para atornillarse en el poder y no convocar las elecciones para dentro de un año.
Cuanta razón le asiste al empresario hotelero Ángel Spiwak, cuando afirma que esto que nos está sucediendo fue lo mismo, calcadito, de lo que aconteció en la Venezuela que le tocó padecer y que le significó sufrir en carne propia. Y así digan que Colombia no es Venezuela, hay que reconocer que para allá o peor aún, que, para allá, ya nos fuimos.
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Posdata 1. Ahora más que nunca, Nos unimos o nos hundimos.
Posdata 2. Y, aun así, Yo hablo bien de Cali. ¡Hazlo tú también!
Administrador de Empresas, Abogado y periodista por vocación. Director y fundador de MF Publicidad Mercadeo Limitada, al igual que de los programas Mario Fernando Piano y Oye Cali. Galardonado en dos oportunidades con el premio Simón Bolívar de periodismo. Escribe para El País hace más de 40 años.