Oasis

Un pobre campesino regresaba del mercado una noche, y vio que no llevaba su libro de oraciones.

En medio del bosque, se le había salido una rueda de su carreta, y el pobre hombre estaba muy afligido.

Pensó que no iba a poder recitar sus oraciones. Entonces se le ocurrió orar del siguiente modo:

“He cometido una verdadera estupidez, Señor: he salido de casa esta mañana sin mi libro de oraciones.

Tengo poca memoria y no soy capaz de recitar una sola oración. Voy a hacer una cosa:

Voy a recitar cinco veces el alfabeto. Tú escoges las letras y formas las oraciones que te diría”.

Y Dios dijo a sus ángeles: “De todas las oraciones que he escuchado, esta ha sido, sin duda alguna, la mejor.

Es hermoso y maravilloso porque es lo que ha brotado de un corazón sencillo, amoroso y sincero”.

@gonzalogallog