Columnistas
Las prioridades del Ministro del Interior
Solo si se logra este Acuerdo, será posible adelantar esas reformas, u otras que surjan del proceso de diálogo y concertación.
Que constituyente si, que constituyente no, que si se necesita pero no se puede, que si se puede pero no se necesita… Qué debate tan estéril y tan inútil. Afortunadamente en medio de tanto discurso vociferante y opiniones politizadas de lado y lado, también hay voces ponderadas y reflexivas que ayudan a poner las cosas en su sitio y plantear los temas de fondo que debe afrontar el país. Es el caso de las declaraciones del nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, que además tienen la ventaja de reflejar la posición oficial del gobierno.
El ministro si habló de constituyente, también de reformas constitucionales, de diálogo y acuerdo nacional y del Acuerdo de Paz de La Habana pero en el orden inverso, definiendo así las prioridades que tendrá su gestión, que ojalá se convirtieran en la hoja de ruta de la política nacional porque aquí el orden de los factores si altera el producto.
Su primera prioridad, dijo y repitió en todas las entrevistas que le han hecho, no es la constituyente, sino impulsar la implementación del Acuerdo de Paz. Para ello, aun antes de posesionarse, ya se está reuniendo con los equipos que trabajan el tema de la paz; analizando el estado de la implementación, los logros alcanzados, y los retos del Plan Marco de Implementación y su revisión.
Esto no es un capricho, ni un interés personal por haber participado en las negociaciones con las Farc y en el trámite de las leyes que de allí se derivaron. Es una obligación constitucional del Estado colombiano que el propio presidente ha denunciado que no se está cumpliendo, y que sufrió un retraso absurdo en el gobierno anterior que quiso hacer trizas el Acuerdo.
Muy significativo, además, que el ministro haya reconocido que para avanzar en el Acuerdo, por ejemplo con la reforma agraria la inversión en los municipios Pdet que son los más afectados por la violencia, no se necesita una constituyente.
Cristo ha señalado que el país necesita urgentemente tres reformas constitucionales: la reforma a la justicia, la reforma política y del régimen electoral y la reforma del ordenamiento territorial para avanzar en la descentralización del país. Esa es su opinión que muchos podemos compartir y otros no. Pero no se trata de imponerla desde el gobierno, sino de buscar un consenso nacional sobre lo que se debe hacer en estos campos.
Por eso, su segunda prioridad es promover un amplio proceso de diálogo con todas las fuerzas políticas, los sectores sociales y empresariales para buscar un Acuerdo Nacional sobre esas reformas y el cómo realizarlas. Solo si se logra este Acuerdo, será posible adelantar esas reformas, u otras que surjan del proceso de diálogo y concertación.
¿Y la Asamblea Constituyente? La conclusión de la posición expresada por el ministro es que, si se acuerda que es necesaria, debe ser el punto de llegada y no el punto de partida; es decir que no se trata de convocar una Constituyente para imponer una reformas, sino de acordar esas reformas y después decidir cómo se deben aprobar. Si la conclusión fuera que el camino es una Constituyente, en todo caso, enfatizó el ministro, se debe realizar de acuerdo a los procedimientos de reforma establecidos en la Constitución del 91, lo cual quiere decir que debe ser aprobada y convocada por el Congreso de la República.