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Aquí atando cabos…

Las lecciones de vida no se aprenden en el aula escolar. Ahora son el mundo, las redes, la cultura, los ‘grandes maestros’, ¿qué se está enseñando?

1 de abril de 2025 Por: Gloria H.
Gloria H.
Gloria H. | Foto: El País.

Impacta la trama de Adolescencia y se buscan posibles causas y soluciones, suponiendo que el remedio debe indagarse en sesudos análisis mientras los hechos cotidianos y reales se vuelven paisaje. Nos dolemos con la película, no terminamos de entender en esa adolescencia los ‘nuevos’ conceptos sobre hombres y mujeres y su forma de relacionarse (posiblemente el disparador del tema), donde ahora los muchachos adolescentes consideran que las mujeres solo escogen un tipo particular de pareja y ello los obliga a matricularse en el grupo incel (celibato involuntario), justificando la violencia como manera de castigar esa afrenta femenina del rechazo.

Todo eso sucede mientras aplaudimos a rabiar la venganza femenina, creyendo que esa es la forma más sana de empatar las cargas. Sí, es el tiempo de la mujer, es su momento, aguantó tanto durante siglos que ahora puede pasar factura, ahora puede vengarse, ahora volteemos la torta. Las mujeres ya no lloran, ahora facturan.

Entonces, la encrucijada es impactarse frente a Adolescencia, pero correr a aplaudir a Shakira y su ‘reivindicación femenina’. ¿Qué podría estar incubando Shakira en el inconsciente femenino justificando que como ella fue lastimada tiene permiso social de vomitar su dolor y resentimiento? Sublimando la traición, la volvió música y legitimó el rencor, ‘contagiando’ a cientos de mujeres que aceptan la venganza como forma de vida.

De acuerdo con ese criterio, el dolor se convierte en dinero y de esa manera la mujer ‘supera’ la traición. Como si las emociones pudieran calibrarse como objetos materiales. Con esa actitud, ¿se dignifica a la mujer o se la cosifica equiparando sus sentimientos con billetes? Además, qué se construye en el imaginario femenino (y masculino): ¿Podemos ser compañeros, amigos, pareja, amantes o estamos condenados a destruirnos por el empaque con que nacemos?

¿Cómo ve una adolescente de 14 años su relación con una pareja? ¿Cómo la ve un muchacho adolescente? ¿Los hombres son malos? ¿Las mujeres son las malas? ¿Cómo se comporta una mujer de 30 años porque la cambiaron por otra? ¿Qué significa la palabra hombre para los cientos de asistentes a sus conciertos? ¿El amor es una obligación ‘para toda la vida’? ¿Mi cuerpo es manoseable? Era agresivo rastrillar a una mujer, pero de acuerdo al show, ¿en qué quedó ese actuar?

Las lecciones de vida no se aprenden en el aula escolar. Ahora son el mundo, las redes, la cultura, los ‘grandes maestros’, ¿qué se está enseñando? En una medida absurda, pero que retrata lo actual, un grupo de hombres de alguna región de Rusia le pidió al gobierno prohibir las series turcas porque las mujeres de su terruño ya no los escogían porque los consideraban feos frente a la ‘belleza’ de los hombres turcos.

Tendremos que enfrentar realidades como las de la serie Adolescencia donde estamos con los guantes puestos, si no se aprende que la vida no es una ecuación de oprimidos y opresores, donde cualquiera que sea el ‘empaque físico’, la calidad de vida se acrecienta porque doblegas, controlas, así se disfrace la conducta con la palabra amor.

La guerra de sexos apenas inicia, pero una mujer empoderada no puede repetir lo que tanto sufrió. La solución no es voltear la torta. Y es la actitud de la mujer de hoy, con su historia y experiencia, la que puede despejar el futuro. La ‘nueva’ mujer no puede ser hija de una Shakira herida y resentida. ¿Hay esperanza?

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