¿Se repite la historia de Colmenares? Estudiante de la Universidad de los Andes habría sido asesinado en Halloween

Un estudiante de Universidad de los Andes de Bogotá, identificado como Jaime Esteban Moreno, murió el pasado viernes 31 de octubre luego de haber sido presuntamente agredido por algunos de sus compañeros en medio de una celebración de Halloween.

La víctima, de 20 años, cursaba séptimo semestre de Ingeniería de Sistemas y fue conducido de urgencia al Hospital Simón Bolívar en horas de la madrugada del viernes, tras resultar gravemente herido.

Según las primeras versión del caso, que inevitablemente trae al presente el caso de Luis Andrés Colmenares, el joven falleció a causa de las graves lesiones sufridas durante la pelea.

Asimismo, integrantes de la Policía Metropolitana de Bogotá confirmaron que tres personas terminaron capturadas por el delito de lesiones personales en hechos ocurridos la noche del jueves 30 de octubre.

Sin embargo, por el momento, las autoridades adelantan las investigaciones correspondientes para determinar las circunstancias exactas en las que ocurrió la riña, así como las personas involucradas en la misma.

Por el momento, ni la Universidad de los Andes ni las familias de los presuntos implicados en esta trágica situación han emitido un comunicado sobre lo sucedido. La institución académica, según trascendió, activó sus protocolos internos de acompañamiento y apoyo psicológico para la comunidad universitaria, buscando atentar a los compañeros de estudio de la víctima como la familia de la misma.

Este caso ha generado conmoción dentro del reconocido plantel educativo, especialmente entre los estudiantes del programa de Ingeniería de Sistemas, quienes fueron informados del fallecimiento de su compañero.

Mientras tanto, integrantes de la Policía y la Fiscalía trabajan de manera conjunta para esclarecer si se trató de un caso de pelea entre estudiantes o de una agresión premeditada, por eso las cámaras de seguridad del lugar donde se realizó la fiesta son ahora fundamentales para reconstruir hechos para establecer la responsabilidad de los hoy capturados en este caso.

De igual manera, se dice que la agresión se habría producido durante una fiesta privada adelantada por estudiantes en una residencia cercana a la zona universitaria, la cual está ubicada en el norte de la ciudad de Bogotá.

Por el momento, versiones iniciales apuntan a que se presentó una discusión que terminó en golpes, aunque los motivos exactos aún no son claros.

Por eso, la Policía Metropolitana informó que los capturados permanecen bajo custodia mientras avanzan los procedimientos de identificación y verificación de responsabilidades. El caso fue asumido por la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, que coordina las diligencias junto con la Fiscalía General de la Nación.

El caso recuerda inevitablemente el ocurrido hace 15 años con el estudiante Luis Andrés Colmenares, también alumno de la Universidad de los Andes, quien falleció el 31 de octubre de 2010, en circunstancias aún no esclarecidas.

Vale la pena recordar que Colmenares fue hallado muerto en un caño de la Zona T de Bogotá después de asistir a una fiesta de disfraces, hecho que marcó un extenso proceso judicial en Colombia.

Este nuevo hecho, que coincide con la fecha y contexto con lo registrado hace quince años, ha despertado preocupación sobre el consumo de alcohol y los riesgos asociados a las celebraciones durante el denominado Halloween entre jóvenes universitarios.

A raíz de esto, Jorge Colmenares, hermano de Luis Andrés Colmenares, no dudó en expresar su dolor frente a esta nueva situación.

“¿Otra vez? Un estudiante de la Universidad de los Andes falleció tras una fiesta de Halloween. Fue agredido, presuntamente, por algunos de sus compañeros. Lo leí y no pude evitar sentir un nudo en el pecho”, expresó Colmenares en su cuenta de la red social X.

Paso seguido, el familiar de la primera víctima agregó: “Mi hermano también murió un 31 de octubre. Desde ese momento, esa fecha dejó de ser solo disfraces y risas: se volvió un recordatorio de lo frágil que puede ser la vida, y de lo injusto que es cuando la violencia o la imprudencia se la arrebatan a alguien joven”.