Coronel Óscar Dávila: revelan las grabaciones de las cámaras de vigilancia que captaron sus últimos momentos con vida

A la luz continúan saliendo pistas que podrían revelar más detalles aún sobre el caso del coronel Óscar Dávila, quien terminó quitándose la vida el 9 de junio pasado. Una revelación hecha por ‘Noticias RCN’ muestra los videos de cámaras de vigilancia que capturan los momentos anteriores a la muerte del oficial.

Cuando eran las 5:45 de la tarde de ese viernes, se puede observar cómo el coronel sale de un apartamento en la localidad de Chapinero, que sería de un familiar suyo, con el fin de llegar a su casa en la camioneta gris que este tenía asignada.

Minutos más tarde, sobre las 6:10 p. m., una grabación muestra el instante en el que el vehículo pasa por Corferias, momento en el que habría llamado a su pareja para indicarle que ya estaba en camino.

A las 6:13 p. m. se habría comunicado con la periodista Silvia Charry, con la que ya había hablado sobre su caso, y tres minutos después, a las 6:16 de la tarde, un circuito de cámaras capta el momento en el que el subintendente Osman Javier Galeano estaciona la camioneta en el sector de Teusaquillo, cerca de la casa de Dávila, donde ocurrieron los hechos. Cabe recordar que Galeano era su conductor.

Una vez arriban, este último se baja del vehículo y procede a realizar la tarea que Dávila le había asignado, comprar una botella de agua, no sin antes dejar su arma allí, como el coronel le habría indicado.

Los videos de vigilancia captados en la tienda muestran al subintendente comprando la botella de agua, mientras mira de forma constante la camioneta. Al salir del establecimiento y volver al vehículo, Dávila se despide del subintendente y se quita la vida, marcando las 6:18 p. m., de acuerdo con la versión de la Fiscalía. Esto, además, explicaría la reacción del subintendente captado en las cámaras, con consternación.

Los videos confirman que no hubo nadie más cerca del coronel en sus momentos finales que el subintendente Galeano, por lo que queda claro que el conductor del vehículo asignado a Dávila es el que tiene los testimonios clave de la reconstrucción de lo ocurrido.

De hecho, en la nota revelada por el mencionado noticiero se reproduce un extracto de las declaraciones de Galeano a la Fiscalía, con desgarradores detalles.

El subintendente contó que Dávila le había pedido ir por la botella de agua. “Me dirijo a la tienda dejando mi pistola de dotación al interior del vehículo, compro la botella de agua y me devuelvo a la camioneta”, dijo.

Y agregó que “al llegar, abro la puerta (de la camioneta) donde está mi coronel y veo que se está apuntando con mi pistola de dotación a la altura de la cabeza. Me dice ‘gracias por todo’ y se dispara en la cabeza”. Galeano, al parecer, quedó muy impactado. Se echó al suelo en la mitad de la calle después de presenciar lo ocurrido y de llamar a la esposa del coronel y a la Policía. Fue enviado a un breve descanso solo un día después de los hechos.

¿Es delito la inducción al suicidio? Esto dicen las altas cortes

Tras conocerse el examen forense por parte de expertos en Medicina Legal que confirmaban el suicidio del coronel Óscar Dávila, la vicefiscal general Martha Mancera aseguró que se iniciarán las investigaciones para establecer si existió alguna presión o inducción para que el coronel tomara la fatal decisión.

Para conocer si esta inducción es un delito o no y qué implicaciones tendría en este caso en cuestión, consultamos sobre antecedentes judiciales que han dictaminado las Altas Cortes al respecto.

En mayo de 2022, la Corte Constitucional se pronunció al respecto tras una demanda que se debatía sobre la eutanasia y la muerte asistida.

En el fallo conocido, el Alto Tribunal determinó que “ayudar” al suicidio de alguien no es un delito. No obstante, dejando en claro que existían algunas condiciones en esta conducta para no ser castigado penalmente:

• Que la persona haya manifestado su consentimiento libre, informado e inequívoco.
• Que la persona tenga una lesión corporal o una enfermedad grave e incurable, debidamente diagnosticada, que la someta a dolores físicos y psíquicos incompatibles con su idea de dignidad.
• Que la asistencia para causar la muerte sea prestada por un profesional de la medicina.