Judicial
Así ocurrió el homicidio de un campesino y su hijo por una deuda de $300.000 en Antioquia
La Justicia encontró responsable a la mujer que estuvo detrás de este hecho criminal.

11 de jul de 2025, 07:06 p. m.
Actualizado el 11 de jul de 2025, 07:06 p. m.
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Una mujer fue condenada, tras ser encontrada de responsable de acudir ante un grupo delincuencial para ejercer presión en contra de una persona que tenía una deuda de $300.000 con ella.
Según se ha podido conocer, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia confirmó la condena en contra de la responsable, luego de evidenciar su participación en este hecho que se constituye como tortura agravada.

Este caso se presentó en el año 2012 en el municipio de Mutatá, departamento de Antioquia, donde un campesino y su hijo menor de edad fueron asesinados por parte de una Bacrim que operaba en la zona.
De acuerdo con las autoridades, el hombre había acudido a un establecimiento comercial con el propósito de realizar una recarga telefónica, por valor de $300.000 como un requisito para acceder un premio, lo cual era completamente falso.
La vendedora del local, al percatarse que el hombre no tenía como realizar el pago, llamó a la Policía, pero ellos no intervinieron en el hecho. Tras ello, en medio de la alteración optó por comunicarse con el líder de una agrupación criminal que tenía presencia en esa localidad.
Acto seguido, el delincuente aceptó cooperar con la mujer y ayudarle a recuperar el dinero. Posteriormente, el grupo de delincuentes secuestró al campesino y a su hijo menor de edad, por esto, le estaban pidiendo a la familia entregar una recompensa de $2.000.000 para liberarlos.
La desesperación de los familiares era evidente, sin embargo, no lograron reunir el dinero exigido por los secuestradores. Días después, los cuerpos de ambas víctimas fueron encontrados en el Río Sucio.
¿Por qué la mujer fue responsable de ese hecho?
De acuerdo con las averiguaciones realizadas por el Tribunal Superior de Antioquia y la Corte Suprema de Justicia, la mujer tuvo un papel determinante en el crimen, considerando que proporcionó a los delincuentes, la ubicación exacta de ellos.

En consecuencia, al entregar estos datos se desencadenaron los hechos de violencia que envuelven este acto criminal. Tras ello, fue condenada por el delito de tortura agravada.
Cabe resaltar que, en un primer momento había recibido una condena por secuestro extorsivo y homicidio agravado, lo cual se había cumplido hace un par de años. No obstante, al incluir recientemente el cargo de tortura al historial, su pena creció de forma considerable.
La mujer ahora deberá cumplir con 128 meses de reclusión en centro carcelario, además de cancelar una multa equivalente a 800 salarios mínimos legales mensuales.
Periodista migrante. He trabajado para Caracol Radio y El Espectador, actualmente cubro Cali y Economía en El País.