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Brasil regula las apuestas deportivas y casinos con un enfoque diferente al de Colombia
La industria de casinos y apuestas deportivas contribuye con el 2.8% al PIB del país.
En el dinámico escenario del entretenimiento virtual en América Latina, Brasil y Colombia destacan por sus enfoques diferentes en apuestas en línea y juegos de casino. Recientemente, Brasil, bajo la gestión de Lula da Silva, implementó una ley pionera que grava las ganancias de las apuestas en línea y establece una tarifa inicial para nuevos operadores.
Colombia, destacándose como un pionero en el ámbito de apuestas y casinos en línea gracias a la regulación establecida desde la Ley 643 de 2001, ha impulsado su economía y se ha consolidado como líder en el sector digital de entretenimiento. Este avanzado marco regulatorio ha sido fundamental para armonizar el dinamismo de las apuestas en línea con el crecimiento económico del país.
Contribuyendo con el 2.8% al PIB colombiano, la industria de casinos y apuestas deportivas desempeña un rol importante, aunque relativamente menor en comparación con sectores clave como las materias primas de exportación y los servicios financieros. Desde 2020, su relevancia ha ido en aumento, evidenciando un notable crecimiento en el ámbito digital.
La transformación en el escenario regulatorio de las apuestas y casino en línea, especialmente en Brasil, muestra su adaptación a lo digital y su evolución estratégica, posicionando a América Latina y a Brasil como un mercado clave y uno de los más grandes en el entretenimiento digital a nivel mundial.
Brasil se suma a la carrera al regular apuestas y casinos en línea
Con la reciente legislación impulsada por el Presidente Lula, Brasil marca un hito en la modernización y regulación de las apuestas deportivas y juegos de casino en línea, prometiendo no solo revolucionar ambos sectores, sino también potenciar la economía nacional con un esperado incremento de ingresos federales de cerca de $10 mil millones (actualmente equivalente a aproximadamente 7.953,8 mil millones de pesos colombianos).
Este nuevo marco regulatorio impone un impuesto del 15% sobre las ganancias de los apostadores y un 12% sobre los ingresos de las empresas, además de una tarifa de licencia de $30 millones (cerca de 23.861,4 millones de pesos colombianos) para aquellos que deseen operar dentro del marco de la ley.
La prohibición de los casinos en Brasil en 1946, establecida durante el gobierno de Eurico Gaspar Dutra, se basó en consideraciones morales y de orden social, marcando un largo período de restricciones hacia los juegos. La legislación actual, que promueve la regulación de las apuestas deportivas y los juegos de casino en línea, representa un cambio significativo en la política del país hacia estos sectores.
El proceso de aprobación de este proyecto de ley enfrentó varios desafíos, en particular por la inclusión de los casinos online junto con las apuestas deportivas. Los operadores del sector señalaron que es común que las plataformas ofrezcan tanto apuestas deportivas como juegos de casino, incluyendo blackjack, tragamonedas y ruleta, en los mismos sitios web.
Advirtieron que una legislación que excluyera específicamente a los casinos online podría fomentar la creación de un mercado ilegal. Esto, según los operadores, complicaría aún más la regulación y supervisión efectiva del juego online, alentando actividades fuera del alcance legal y reduciendo potencialmente la eficacia de las medidas de protección al consumidor y de generación de ingresos para el Estado.
Además, el proyecto generó un intenso debate debido a la oposición de políticos evangélicos, quienes argumentaban que la expansión del juego podría acarrear problemas sociales, como la adicción al juego. A pesar de estos desafíos, la aprobación del proyecto de ley subraya el interés del país en crear un marco regulatorio sólido que no solo genere ingresos significativos, sino que también ofrezca protecciones adecuadas para los consumidores. La inclusión de impuestos específicos y tarifas de licencia altas tiene como objetivo asegurar que solo operadores serios y comprometidos con las normativas puedan participar en el mercado, promoviendo así un entorno de juego responsable.
Colombia, pionera en la regulación de apuestas en línea
Colombia destaca como pionera en la regulación de apuestas en línea y juegos de casino en América Latina. La creación de Coljuegos en 2011 y la promulgación del Acuerdo 04 de 2016 son hitos que establecieron un marco legal sólido no solo para las apuestas deportivas, sino también para otros juegos en línea.
Esta legislación estableció directrices claras y requisitos estrictos para operadores, incluyendo cuentas en entidades supervisadas por la Superintendencia Financiera de Colombia y transferencias del 15% de ingresos brutos, menos premios, como derechos de explotación.
Este esquema regulatorio ha sido una estrategia integral para legalizar, controlar y potenciar una industria en ascenso, al tiempo que se combate el juego ilegal y se fomenta una importante fuente de ingresos para el Estado.
Coljuegos ha destacado en su lucha contra el juego ilegal, realizando operativos que han cerrado e incautado locales fuera de la ley. Esto demuestra su compromiso y eficacia en regular y supervisar la industria de apuestas en Colombia.
En una operación en Cali en 2021, por ejemplo, se confiscaron 59 máquinas tragamonedas ilegales en 11 establecimientos. La Policía, con Coljuegos, focalizó estos locales en los barrios Sucre y Decepaz, como parte de los esfuerzos para combatir actividades ilegales.
Aunque las cifras de estas intervenciones son confidenciales, el papel de Coljuegos es fundamental para garantizar el cumplimiento de las normativas y fomentar un ambiente de juego seguro y justo.
La estrategia de Colombia, enmarcada en la regulación y la lucha contra la ilegalidad, destaca no solo por su impacto directo en la industria del juego en línea, sino también por su contribución al bienestar social y económico del país.
Brasil y Colombia: un camino compartido hacia la regulación
El sector de las apuestas y casinos en línea en América Latina enfrenta un momento crucial. Colombia, a través de Coljuegos, implementa un enfoque estratégico con licencias y una tarifa del 15% sobre los ingresos brutos. La entidad reguladora se enfoca en combatir el juego ilegal para promover un mercado regulado y seguro.
En 2022, las apuestas en línea en Colombia crecieron notablemente, con más de 8 millones de cuentas activas y apuestas por $26 billones. El país lideró América Latina en transacciones a través de PayU, con más de 18 millones, impulsadas principalmente por el impacto del Mundial de Fútbol.
Brasil atraviesa una fase de transición con la nueva legislación de las apuestas deportivas y juegos de casino en línea, con un enfoque que, aunque no se base directamente en la experiencia de Colombia, podría verla como una referencia útil, especialmente en áreas como la protección al consumidor y la generación de ingresos públicos.
A diferencia de Colombia, donde los casinos terrestres están regulados, Brasil aún no ha dado ese paso. Sin embargo, un proyecto aprobado por la Cámara de los Diputados podría permitir la apertura de casinos físicos en complejos de ocio, marcando una evolución potencial en su política de juegos de azar.
En este contexto, ambos países comparten el desafío de garantizar el cumplimiento de las regulaciones y combatir el juego ilegal, destacando la importancia de una regulación efectiva que equilibre el crecimiento económico, la protección del consumidor y la integridad del mercado de apuestas en línea.
Esta interacción entre las experiencias de Colombia y Brasil refleja un escenario en evolución, donde el aprendizaje mutuo y la adaptación a las realidades locales pueden pavimentar el camino hacia un sector de apuestas y casino en línea más seguro, regulado y próspero en América Latina.