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Más allá de los hits virales: el futuro de la música emergente en Cali
Capitulo 3: Espacios como el Sucursal Fest y el Mercado Musical del Pacífico reflejan una generación que busca dejar atrás la competencia para construir una verdadera industria desde la colaboración, la diversidad y las raíces culturales.

5 de oct de 2025, 02:38 p. m.
Actualizado el 5 de oct de 2025, 03:01 p. m.
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Aunque la escena de la música emergente está en efervescencia en Cali, los desafíos son claros: la mayoría de grabaciones y producciones se hacen en estudios que son pocos y limitados.
Asimismo, se necesita un tejido de managers, productores y sellos que acompañen el crecimiento de los artistas.
Muchos de ellos coinciden en que uno de los retos es evitar que el movimiento se quede solo en hits virales y logre construir carreras a largo plazo.
Quizá quienes explican mejor esta reflexión son los miembros de TimbiÁfrika, una de las propuestas más auténticas de este movimiento, ya que se resiste a repetir fórmulas.

Se describen como un universo transmedia donde la música es apenas una parte, porque también tiene cómic, procesos pedagógicos y toda una historia que nace del barrio.

“Hacer música en el Pacífico no es solamente grabar un álbum, es un proyecto de vida que cuesta muchísimo dinero. Cada personaje, cada concepto que queremos crear para darle forma a este universo requiere inversión, y esa plata no está. En Cali hay demasiada creatividad, uno la ve en cada esquina, pero no podemos vivir solo de creatividad. Aquí lo que falta es inversión seria, productores que apuesten, sellos que nos respalden, managers, empresarios que confíen en que hay una industria lista para salir al mundo”, dice Carolina Mosquera, miembro de la agrupación.
La artista hace énfasis en que en Colombia, y en especial en el Pacífico, el talento sobra.
“El problema no es el talento, es que no hay inversión y tampoco hay unión. Y sin esas dos cosas es muy difícil construir una industria sólida que nos permita vivir de la música y no simplemente sobrevivir con ella”, dice.

Agrega que la clave del movimiento será caminar juntos, “si entendemos que esto es una industria que se construye en colectivo, vamos a romperla. El día en que los músicos del Pacífico nos veamos como aliados y no como competencia, ese día realmente vamos a tener la fuerza para que el mundo nos escuche”.
No obstante, tal vez la frase que mejor desarrolla esta idea la resume Carolina Mosquera, de TimbiÁfrica: “Desde hace mucho nos enseñaron a competir, incluso a odiarnos, y eso se siente en la carne. Muchos artistas trabajan como si el otro fuera enemigo, cuando en realidad debería ser un compañero de camino. Para avanzar, necesitamos un proceso de sanación, porque, de lo contrario, vamos a seguir repitiendo la misma historia de la división. Solo si dejamos de vernos como rivales y empezamos a vernos como parte de un mismo movimiento, vamos a crecer como industria”.

La música emergente de Cali refleja algo más que un cambio de sonidos; es la muestra de una ciudad que, desde sus barrios, está reinventando su identidad cultural.
Jóvenes que antes solo encontraban referentes en Medellín, ahora se ven a sí mismos como protagonistas de una escena que tiene eco en Cali y el Pacífico colombiano.
En cada ensayo, en cada festival, en cada canción subida a TikTok, estos dos terruños reafirman que sigue siendo una zona sonora. Esta vez no solo con salsa, sino con trap, rap y fusiones que no caben en una sola etiqueta.
La música emergente de Cali es semilla y laboratorio. No está en el radar de las emisoras comerciales, pero sí en los oídos de quienes buscan autenticidad. Es cruda, a veces inacabada, pero profundamente honesta.
Hora de festival...
Festivales como el Sucursal Fest funcionan como vitrinas para nuevos talentos. Allí se presentan artistas emergentes ante un público diverso y se prueban en escenarios profesionales.
“Sucursal Fest es una plataforma de encuentro para la libre expresión y un espacio donde la creatividad urbana se visibiliza y se proyecta al mundo. La participación de nuestros artistas locales es el corazón de este festival y la razón por la que Cali sigue consolidándose como un verdadero Distrito Cultural”, afirmó Leydi Higidio, secretaria de Cultura de esta capital.

En total, serán 137 shows que movilizarán a más de 635 artistas con sus músicos y equipos técnicos, haciendo de esta edición una de las más ambiciosas en la historia del festival.
La premisa de esta versión es la diversidad, que se reflejará en cada escenario y espacio de Sucursal Fest, donde confluirán distintas miradas de la cultura alternativa.
El Mercado Musical del Pacífico también es clave en este proceso: un espacio de circulación que permite a artistas independientes mostrarse ante programadores, medios de comunicación y públicos curiosos.

Y no se pueden olvidar propuestas con anclaje cultural como la Fundación Escuela Canalón, liderada por la cantora y docente Nidia Góngora, quien además de formar a jóvenes en músicas del Pacífico, les da herramientas para pensar su futuro artístico.
Laura Torres López, codirectora del Mercado Musical del Pacífico, destaca que lo que hoy se vive en Cali no son simples ‘nuevos sonidos’, sino un diálogo permanente entre lo global y lo local: “Lo que está pasando en la escena emergente en Cali y en el Pacífico son nuevos sonidos que siempre están en conversación con los ritmos tradicionales. Eso termina nutriendo y diferenciando nuestra música ante el mundo”.
Y agrega que, aunque muchos géneros puedan sonar internacionales, la raíz se mantiene: “Así sean géneros internacionales, de aquí a la conchinchina se va a ver que ese beat viene de Colombia, porque tiene impresos sonidos tradicionales del Pacífico”.

La posibilidad de ver a artistas de la región triunfar en escenarios internacionales se convierte en un motor de inspiración para las nuevas generaciones.
Torres resalta: “Tener referentes que han podido llegar a la industria internacional desde Cali, hace que el resto de artistas y gestores vean que sí pueden. Tal es el caso de Junior Zamora, quien logró firmar con Sony y esto hace que el resto de gente se anime a ‘camellar’, a desarrollar de manera estratégica sus proyectos”.
La música emergente es, al mismo tiempo, resiliencia, creatividad y futuro. Un fenómeno que apenas comienza, pero que ya vibra en cada esquina de esta aldea global.
Periodista y comunicador social. Jefe de la redacción web de El País, especialista en marketing digital y gerencia del talento humano. Apasionado de las transformaciones y los desafíos.