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Benicia Cárdenas, la cantautora vallecaucana que abre camino en Italia con su música, llega a Cali con un tema que suena a fin de año
Su historia de baile y canto la han llevado a conquistar escenarios de Europa con su arte.

8 de oct de 2025, 11:16 p. m.
Actualizado el 8 de oct de 2025, 11:16 p. m.
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Con el poder que caracteriza su voz, y la sonrisa amplia que irradia de su alegría, Benicia Cárdenas regresó este mes, de nuevo al Valle del Cauca, la tierra que la vio nacer, para compartir su nuevo sencillo musical El Huequito.
La cantautora, que lleva ya más de 25 años viviendo en Italia, donde ha forjado una sólida carrera artística, no ha perdido ocasión para darse a conocer con quienes aún no habían escuchado su música, y para dejar muy claro que este país, Colombia, sigue siendo su punto de partida, su raíz y su inspiración.
Por eso, una canción con ritmo del Pacífico, con doble sentido y mucho sabor colombiano, espera ser el tema que se robe los corazones salseros durante la época de fin de año.
”Este es un tema bien social, que pienso le ha sucedido a todo el mundo. Sucedió en mi pueblo, un tema real, con un doble sentido”, dice la intérprete de este pegajoso tema musical que en sus letras dice: “Mi baño tenía un huequito, por el hueco alguien me miraba. Ay que cosa extraña lo que ahí pasaba, porque yo tapaba el hueco y al otro día lo encontraba”.

Su historia, como la de muchos artistas colombianos, se forjó a pulso, primero fue bailarina aquí, en la ciudad de Cali, comenzando con el Ballet Cali Rumba y el Ballet de Azúcar. “Representábamos al país en todos los eventos posibles”, recuerda. Fue con ese grupo con el que participó por primera vez en el Festival Mundial de Salsa de Puerto Rico. “Hasta ahí bailé, digamos, a nivel de ballet”, dice entre risas.
Pero el rumbo de su vida cambió gracias a su amiga Liliana Salinas, quien le abrió las puerta para viajar a Italia. “Mi carrera como cantante comenzó aquí, gracias a un concurso que se llamaba Soneros 2 de Cañaveral Tv, gracias a que el maestro Jairo Varela decidió que yo lo había ganado.
Luego hice parte de la Orquesta Tumbadora por dos años, y después gracias a una hermana, gran bailarina que se fue a Roma, yo pude viajar. Ella me invitó porque había un italiano enamorado de la cultura latinoamericana y el folclore. Él montaba una obra llamada Candela Viva en el Teatro Orione de Roma y necesitaba bailarines colombianos. Así empezó todo”.
Benicia viajó por seis meses, bailó, cantó algunas cumbias y compartió la cultura de nuestro país en escenarios europeos. Pero al terminar su contrato tuvo que regresar a Colombia. “Ya me había conocido con quien hoy es mi esposo, un italiano. Gracias a eso pude volver y quedarme definitivamente en Italia. Han pasado 25 años desde entonces”.
Durante sus primeros años en Europa, trabajó en las sagras, festivales de verano donde las comunidades italianas celebran con música, danza y gastronomía. “Bailábamos, enseñábamos a bailar y hacíamos animación. Era muy bonito, porque la gente valoraba mucho nuestra alegría”, cuenta.

Tras un tiempo en Italia, en 2008 se aventuró a grabar su primer disco como solista.
Ese álbum, producido por Vivo Music, una disquera suiza, incluía diez canciones creadas en Italia y grabadas en Colombia bajo la dirección del reconocido músico Jorge Herrera Luna. “Todo en español, porque el italiano es difícil para cantar. A veces me cuesta pronunciar las dobles letras”, confiesa.
En 2011 llegó su segundo disco, esta vez bajo su propia dirección y con la colaboración de músicos caleños. Luego vinieron dos temas producidos por Óscar Iván Lozano (OILO): ‘No le bajen el volumen a la música’, de su autoría, y un popurrí en homenaje a Celia Cruz.
“Después, grabé dos canciones con Cristian Salgado que me enamoraron: El ‘Huequito’ y ‘Que no muera el amor’, tema que aún no ha sido lanzado. La primera, como ya conté, es un currulao de doble sentido, muy divertido; la segunda, una plegaria por la paz y la vida en Colombia. Estando fuera del país uno siente mucha impotencia cuando escucha noticias tristes, por eso la escribí con el corazón”, dice con emoción.
En los últimos años, Benicia ha llevado su música del Pacífico a festivales europeos como el Petronio en Europa, donde su mezcla de ritmos tradicionales y sus letras han tenido gran acogida.
Siendo del Tiple, un pueblo de Candelaria, Valle, cuenta que su amor por la música y el arte lo heredó de su padre, Héctor Vicente Cárdenas, a quien recuerda con profunda ternura: “Era el artista del pueblo. Cantaba, bailaba, y ayudaba a la comunidad. Era un hombre buenísimo y muy alegre”.
Cuenta que antes de pensar en vivir de su arte, ya bailaba desde los siete años. En la escuela era la niña de las banderas, la que cantaba, recitaba y animaba los actos cívicos. A los 15 se trasladó a Cali para estudiar y trabajar. Y, en el barrio 20 de Julio se integró a un grupo folclórico que, con el tiempo, se transformó en un ballet de salsa. “Nos llamábamos Las Fabulosas. Ahí empezó todo de manera profesional”.
Su carrera, como era de esperarse, la ha llevado a escenarios de Italia, Suiza, Holanda, España y Estados Unidos, donde ha representado a Colombia con orgullo. “En California me invitaron a cantar en las fiestas de independencia. Les encantó mi música. Siempre trato de incluir algo de la tradición colombiana, de incluir una cumbia, un currulao, y de también incluir mi música, para que me conozcan aún más”, comenta.

En Europa, asegura que el recibimiento del público ha sido muy grato. “El europeo está ávido de diversión y le encanta la música latina. Bailan salsa, cumbia, lo que les pongas. Trabajamos mucho para la comunidad latina y también para el público italiano”, cuenta.
Migrar para ella, sin embargo, no ha sido fácil. “Lo más duro ha sido dejar mi país, no ver crecer a mis sobrinos, perder seres queridos a la distancia. Pero también ha sido una bendición poder vivir de lo que amo. Llevar alegría y cultura es lo que me llena”, afirma.
En Italia organiza eventos para la comunidad latina, fiestas con “rumba caleña” en las que el baile y la música son los protagonistas. “Cada mes hago una rumba donde la gente baila salsa, cumbia, bugalú. Eso me conecta con mi tierra”.
Actualmente, Benicia está enfocada en la promoción de su arte, y en seguir haciendo lo que más le gusta, música nueva. “Acabo de grabar un tema con el productor puertorriqueño Eduardo Sayas, dentro del proyecto Salsa con perfume de mujer, donde participamos varias salseras del mundo”, cuenta orgullosa.
Además, prepara una colaboración con un artista urbano de Medellín y alista la grabación de Montaña Rusa, escrita por Diego Giraldo, que grabará en Cali antes de regresar a Italia. “Con esas y otras canciones estoy construyendo mi tercer álbum, que tendrá salsa, cumbia, bugalú y Pacífico. Yo soy cantautora y ya tengo más de diez canciones de mi autoría”.
Entre los reconocimientos, resalta que tiene un tema reconocido por melómanos y coleccionistas como el mejor disco del 2022. También ha recibido reconocimientos en la Asamblea Departamental del Valle (2019) y en su municipio natal, Candelaria.
“En italiano decimos ‘non mollare’, no te rindas. En el camino siempre habrá obstáculos, pero hay que perseverar. No todo lo que he vivido ha sido fácil, pero el tiempo de Dios es perfecto. Hay que educarse, estar presentes en las redes, insistir con la música y seguir creando. Si desapareces, la gente te olvida”.
Periodista de cultura, entretenimiento y tendencias, experta en edición digital e impreso. Amante de las historias que inspiran. Aprendiz constante.