Marcela Carvajal, actriz colombiana, destapó las dificultades que tuvo al mudarse a Estados Unidos

La actriz colombiana Marcela Carvajal, conocida por papeles memorables en producciones como Pecados capitales, Hasta que la plata nos separe y Perfil falso, sorprendió al revelar las dificultades personales y profesionales que ha enfrentado en Estados Unidos, país al que se mudó hace casi cinco años buscando una nueva vida familiar y personal.

En una conversación íntima durante el pódcast Menopáusicas, ¡y qué!, conducido por las periodistas Yolanda Ruiz y María Elvira Samper, Carvajal compartió cómo fue comenzar desde cero en un país donde su extensa trayectoria artística no abría puertas.

“Trabajé en cafeterías o catering con otros migrantes”, dijo la actriz, reconociendo que aunque se considera una amante de las experiencias, asumir esos trabajos fue un golpe emocional fuerte.

La decisión de mudarse, tomada con el propósito de salvar su matrimonio, la llevó a instalarse en Los Ángeles, California, junto a sus hijas Crystal y Luciana. Sin embargo, lo que pensó sería un nuevo comienzo pronto se convirtió en un proceso complejo de adaptación.

“Son cuatro años y medio, casi cinco años que he estado por fuera, en un sitio donde no soy reconocida”, contó, recordando cómo al principio incluso disfrutaba la idea de audicionar como si fuera una novata más, hasta que la realidad la golpeó.

Uno de los aspectos más difíciles, según relató, ha sido enfrentarse a los estereotipos sobre los latinos que dominan la industria audiovisual estadounidense. En algunas ciudades como Nueva York y Miami, donde hay una fuerte presencia colombiana, la reconocen y la reciben con afecto. Pero en otras zonas, especialmente en la costa oeste, la experiencia ha sido distinta.

“Esto es imperio mexicano. Y lo latino es México. Ellos no reconocen nada más”, dijo con franqueza.

Carvajal explicó que muchas veces ha tenido que defender su identidad colombiana frente a productores que, bajo una visión estrecha de lo latino, no la consideran como parte de ese universo.

“Yo soy latina, yo bailo salsa, yo soy colombiana... pero entonces decían: ‘¿pero sus papás no?’ Mis papás también... Mi mamá es opita”, comentó entre risas.

Más allá del ámbito laboral, la actriz también habló del impacto emocional del desarraigo. Aunque ha logrado regresar con frecuencia a Colombia, sabe que no todos los migrantes tienen esa posibilidad.

“Es horrible. Es una sensación... Y yo tengo la suerte de poder volver a mi país cuando quiera. Los que no pueden volver, ¡Dios mío, qué dolor!”, expresó conmovida.

A pesar de los obstáculos, Carvajal ha encontrado formas de reinventarse. Hoy alterna su carrera artística con la enseñanza de yoga y la participación en proyectos audiovisuales independientes. “La vida de un actor se nutre de la experiencia de la vida”, reflexionó.