economía
Los productos que siguen por las nubes y golpean el bolsillo de las familias vallecaucanas
Aunque muchos alimentos de la canasta familiar han bajado, otros no dan tregua.
La inflación en Colombia sigue en descenso, tendencia que se podría mantener en lo que queda del año, según los analistas.
Los precios de los alimentos, en general, han bajado y tuvieron una variación de 4,03% en Cali, al cierre del primer semestre del 2023. Un año atrás las cifras eran de dos dígitos.
Sin embargo, hay algunos productos y servicios de la canasta familiar cuyos precios no ceden y que vienen golpeando el bolsillo de las familias.
Oliver Medina, jefe de precios de la Central de Abastecimiento del Valle, Cavasa, comentó que los productos que hay varios alimentos que no cambian su tendencia y se mantienen altos.
Entre ellos señala las carnes, los productos lácteos, los huevos, granos, la arveja, zanahoria, repollo, y tubérculos, como la arracacha, los ullucos, papa amarilla. Y frutas como la maracuyá, el melón y la sandía.
Fuera de los alimentos hay otros productos y servicios también reacios a reducir su precio, por diversas condiciones, cómo los seguros para carros que llevan casi un año con altos precios y el costo de la gasolina, que por política del Gobierno, ha venido al alza para reducir el déficit que tiene el Fondo de Estabilización de precios.
Qué le espera a estos productos, esto dicen los analistas.
Combustibles
Aumentar el precio de los combustibles para reducir el déficit fiscal en Colombia, ahora es el dolor cabeza de las familias, pues según los datos revelados por el Dane, el alza de la gasolina es lo que más impacta la inflación.
Desde el año pasado el incremento mensuales de la gasolina corriente ha sido entre $400 y $600. Pues en junio la variación de gastos del transporte fue la más alta, al llegar a 11% para el primer semestre del año.
Julio Cesar Alonso, director del Centro de Investigación en Economía y Finanzas, Cienfi, de la Universidad Icesi, expresó que aunque los vehículos que transportan alimentos son camiones que usan combustible diesel, esto siempre tendrá repercusiones en los precios.
“El efecto de sobre costo en los alimentos siempre va a existir, además ahora no es suficiente el aumento en la gasolina corriente, sino que Gobierno anunció que para fin de año la diesel también tendrá un ajuste”, afirmó.
Seguros de vehículos
El mercado automotor se ha visto afectado también por el incremento que han tenido los seguros todo riesgo, en el que influyen diversos factores.
“El valor de las pólizas no depende únicamente del valor comercial del vehículo, también depende de la siniestralidad y los servicios adicionales que prestan en las compañías”, afirmó Gustavo Morales Cobo, presidente de Fasecolda.
Sumado a lo anterior, Carol Neiza, gerente de Neiza Seguros, afirmó que los incrementos de se dieron durante la pandemia, dado que los muchos repuestos de los vehículos dejaron de comercializarse, lo que hoy significa un aumento de precio, ya que eso está ligado directamente con la moneda estadounidense.
“Muchos talleres cerraron en pandemia, por eso, cada día que un carro pasa en el taller es más dinero que tienen que pagar las aseguradoras. También dependemos de la variación del dólar y la inflación”, enfatizó.
Pollo y huevos
Al igual que en otros sectores, este también tuvo modificaciones en los precios desde la pandemia.
De acuerdo con información publicada por Fenavi, si la inflación llegara a 0% en 2023, el precio base del pollo no sería inferior a $10.000 el kilo sin vísceras, es decir, no llegará a rangos de precio que se presentaron en el 2019 o 2020.
Asimismo, sucedería con el valor de los huevos. Si bien una unidad en el 2020 estaba costando entre $300 y $400, hoy ya no se puede comprar por menos de $650.
Carlos Alomia, gerente de Cavasa, manifestó que los precios de los insumos agropecuarios han mostrado una variación positiva, lo que en conjunto con la inflación podría beneficiar el bolsillo de las familias.
“Los precios de los insumos se han ido ajustando, además las políticas de apoyo a campesinos y actores de la cadena agroalimentaria del Ministerio de agricultura también han influido en este resultado en la producción”, dijo.
Café
El precio de una libra de café, que compran en su mayoría los hogares vallecaucanos, en el 2020 estaba aproximadamente en $7.500, mientras que hoy, supera los $14.000.
Eugenia Balanta, gerente de Cafexcoop, aseguró que durante la pandemia se tuvo un precio más o menos estable de la materia prima (el café cultivado), pero más adelante, en el 2021, se empezaron a presentar los ajustes en los precios.
“Los incrementos en los precios obligó a que los tostadores, que son quienes compran las materias primas, tuvieran que incrementar el valor para el consumidor final”, dijo.
Asimismo, Daniel Velásquez, gerente General de Campesino Coffee, afirmó que el precio del café ha llegado a niveles históricos por casi dos años, debido a que “el café que está en el mercado en este momento es el producto que se vendió a precios muy altos hace dos años”. Por esa razón, la reducción del precio no es muy grande.
Leche
Una de las razones por las que la leche no ha presentado una variación considerable en su precio, es que, según Asoleche, el consumo de este producto ha reducido, mientras que la oferta ha presentado un aumento.
Con corte a mayo de 2023, la compra de los hogares cayó 6,5%, en comparación con el mismo mes de 2022.
Al respecto, Andrea González, presidente de Asoleche, dijo que “la demanda ha sido un limitante para garantizar el flujo del mercado, afectando a todos los eslabones de la cadena”.
Por otro lado, las afectaciones de orden público y las dificultades que se presentan en la infraestructura vial en departamentos como Nariño, Cauca, Valle del Cauca y Caquetá han complicado la comercialización de los pequeños y medianos productores, lo que ha llevado a que un litro de leche haya pasado de $2.600, a más de $5.700.
Variaciones en los precios para el segundo semestre
Alonso también alertó frente a dos temas que enfrentará el mercado en lo que resta de año: Primera, el nuevo impuesto a los productos con azúcares añadidas, que de una forma u otra tocará a los hogares más vulnerables.
Segunda, el fenómeno de El Niño, que podrá afectar los precios de los alimentos por las posibles sequías, el desabastecimiento de agua y los aumentos en los servicios como la energía.