Importante empresa de alimentos congelados pidió su quiebra voluntaria; hay incertidumbre entre sus empleados

Detallando que cuenta con una deuda acumulada de más de 1600 millones de pesos chilenos (más de 7000 millones de pesos colombianos), la reconocida empresa Bocatti -bajo la marca La Picha- se declaró en quiebra voluntaria.

Ante la justicia de ese país, la compañía de alimentos congelados manifestó no poder cumplir con sus obligaciones económicas, llevándola a solicitar el cierre de sus operaciones.

Documentos entregados al 1° Juzgado Civil de Santiago por su defensa, la firma DCW Abogados, señalan que a pesar de los esfuerzos que hizo Bocatti por buscar soluciones que la mantuviesen operando, la situación de insolvencia fue mayor.

“La empresa siguió operando regularmente, pero con muchas dificultades en la comercialización de nuestros productos y con un incremento de costos que se pretendió resolver por la vía de obtener financiamiento, pero que llevaron en definitiva a la empresa a una situación que hoy es insostenible”, reseñó la defensa.

Según detallan medios nacionales, la situación se tornó más critica al acumular deudas con varios acreedores, como distintos proveedores, la Tesorería General de la República (TGR), y los bancos, lo que imposibilitó hallar un respiro en el sector financiero.

Pero las deudas a estas entidades no son lo único que afecta a la compañía, pues el pago del arriendo del inmueble en que operan se suma a su listado de obligaciones.

“Nos encontramos en una situación de imposibilidad absoluta de cumplimiento oportuno de nuestras acreencias, habiendo dejado de pagar deudas de origen laboral y/o previsional, respecto de los 31 trabajadores vigentes de la empresa”, indicó la defensa.

Bocatti nació hace más de una década bajo la promesa de llevar platillos congelados a la mesa sin conservantes ni aditivos que representaran un riesgo para la salud de sus consumidores. Y que, además, al ser calentados, no perdieran su sabor.

Entre su catálogo, destacaban diversos productos como empanadas, quiches, chupes, pastas, salsas y pizzas, las cuales eran distribuidas en diferentes cadenas de supermercados.

Su éxito se vio tropezado en 2019 con el estallido social que se tomó como escenario a Chile por casi un semestre, situación que llevó a que la circulación de los productos se disminuyera.

A esta coyuntura se sumó la pandemia por el Covid-19, que representó un golpe directo a las cadenas de suministro, los costos operacionales y las ventas.

Ahora, tras conocer la declaración de quiebra, varios de sus empleados enfrentan un panorama de incertidumbre al no saber cuál será su futuro laboral.