Colombia
Un muerto y cuatro heridos dejó presunto caso de sicariato en Bogotá
Los casos de sicariatos, extorsión y asaltos en la capital del país, no dan tregua.
Un comerciante fue asesinado y cuatro personas más resultaron heridas en un atentado sicarial ocurrido en la madrugada de este jueves, 7 de marzo, en la localidad de Kennedy, Bogotá.
El lamentable hecho se registró en el barrio Valladolid, cerca al frigorífico de la avenida Ciudad de Cali con calle 13. Según testigos, dos hombres en moto llegaron al lugar y dispararon contra el comerciante, identificado como José Arquímedes Sánchez, de 45 años.
El empresario falleció en el lugar de los hechos como producto de la gravedad de las heridas; por su parte, los cuatro heridos, dos empleados del local y dos transeúntes, fueron trasladados a la Clínica de Occidente y al Hospital de Fontibón.
Las autoridades se encuentran realizando las respectivas investigaciones para esclarecer los hechos; sin embargo, se conoció como información preliminar, que José era víctima de una banda delincuencial dedicada a la extorsión.
Al no acceder a pagar el dinero exigido por los delincuentes, estos acabaron con la vida del comerciante en la mañana de este jueves.
Tras llevarse a cabo este atentado, la Policía Metropolitana de Bogotá desplegó un operativo para dar con el paradero de los sicarios; sin embargo, estos lograron escapar.
Estos son los números desde donde extorsionan la banda delincuencial ‘Los Satanás’, a comerciantes de Bogotá y Soacha
En otro caso ocurrido el pasado 28 de febrero, un hombre fue asesinado mientras descendía de un bus de servicio público en los alrededores del barrio El Trébol.
Los sicarios dejaron un panfleto en la escena donde atentaron contra el comerciante, amenazando con continuar atacando si no acceden a sus extorsiones.
El panfleto firmado por alias ‘El Moisés’ y alias ‘El P’, de la organización delincuencial autodenominada “Los Satanás”, ha generado temor entre los comerciantes de Soacha y Bogotá.
En el panfleto dejado en el lugar de los hechos se lee: “bueno, estas son las consecuencias por no atender el llamado que se les hizo. Si no se comunican para llegar a un diálogo con nosotros, entonces no los dejaremos trabajar más. Y si trabajan, seguirán viendo estos acontecimientos, vamos a matar. La felicidad y la tranquilidad no tienen precio”.