Mineros encuentran una roca llena de esmeraldas en Boyacá, este sería su precio en el mercado

El municipio de Chivor (Boyacá), es una de las cinco poblaciones que más aportan a la producción minera de esmeraldas en Colombia, junto con los municipios de Maripí, Muzo, San Pablo y Gachalá. Fue en este municipio boyacense donde un grupo de mineros hallaron una roca con gran cantidad, de lo que al parecer son esmeraldas, en su interior.

Así se puede observar en un video que se viralizó en redes sociales, donde un minero abre una roca y deja a la vista los fragmentos del mineral verde. Al respecto, cientos de usuarios han comentado sobre la autenticidad de esas esmeraldas y otros han especulado sobre el valor que puedan tener en el mercado, puesto que las esmeraldas son altamente cotizadas para la elaboración de joyas exclusivas.

El video hace pensar que se trata de un gran hallazgo por parte de los mineros, pero según los expertos, esto sucede con más frecuencia de los que aparenta. De hecho, a las piedras con tantas esmeraldas se las conoce como “moralla” o “ganga”, cuyo precio, dependiendo de la calidad del mineral y su estado de formación, pueden oscilar entre 10 millones de pesos o más, lo que para el mercado de joyas no es demasiado.

Debido al debate que ha generado sobre el mercado de esmeraldas, los expertos han compartido algunos tips para reconocer la calidad de este mineral, que es una variedad verde del berilo.

En primer lugar, el color es uno de los factores esenciales de una esmeralda, porque entre más intenso sea el verde mayor es su costo, pero si es muy transparente no será muy valorada. La claridad, en este caso, no se refiere al color, sino a que la piedra no tenga imperfecciones, alteración superficial o alguna incrustación. Cuanto más limpias y grandes, más costosas.

La industria desarrollada alrededor de las esmeraldas en Colombia siempre ha dependido de los flujos de producción que varían de acuerdo a factores políticos, ambientales y sociales, por eso pueden presentarse momentos de escasez, lo que provoca un incremento de precio en el mercado.

En este sentido, para Óscar Baquero, presidente de la Federación Nacional de Esmeraldas de Colombia (Fedesmeraldas), según expresó a la Revista Semana, “las exportaciones de esmeraldas en bruto han crecido, pero hay que entender un tema con las esmeraldas: no son un producto minero que se esté extrayendo constantemente. Para hallar una esmeralda dentro de un túnel, los depósitos se encuentran ubicados de forma aleatoria, entonces las producciones no son constantes (…). Hay que esperar, hay momentos valle en donde no hay producción y eso siempre ha sido así”.

De acuerdo a esta dinámica de producción, para finales del año 2022, el precio de las esmeraldas en bruto para exportar pudo aumentar en un 20 %, según datos de Fedesmeraldas. También debe considerarse que las esmeraldas colombianas, debido a su prestigio en el mercado, se cotizan con un sobreprecio del 30%.

A esto, añadió Baquero que “las esmeraldas no son un commodity, no se trazan en bolsa, entonces no tienen un precio internacional de referencia como el oro o el petróleo, sino que se tranzan en operaciones puntuales entre los poseedores de ellas, y eso sucede con todas las piedras de color, los zafiros, los rubíes…”.

Cabe recordar que la explotación minera que sostiene el comercio de esmeraldas ha dejado una secuela de contaminación ambiental, de bosques y ríos, violencia entre mafias de minería ilegal y narcotráfico, problemáticas que aún no son controladas en su totalidad.