Colombia
Los caminos que tendría Frisby tras el ‘robo’ de su marca. Expertos explican lo que está en juego
El País consultó a abogados especialistas en derecho comercial y derecho corporativo. Esto es lo que debe saber sobre el caso.

15 de may de 2025, 12:53 a. m.
Actualizado el 15 de may de 2025, 12:53 a. m.
“Nadie lo hace como Frisby lo hace”, el eslogan que ha cautivado a los colombianos durante años, se robó el protagonismo en las últimas semanas. Los colores rojo y amarillo y el famoso “pollo” que identifican esta marca familiar causaron revuelo y no propiamente por sus anuncios.
Y es que la popular cadena de restaurantes colombiana enfrenta un desafío no menor: defender su marca y probar su propiedad intelectual ante un caso de presunta piratería marcaria que nació en España.
Desde hace unas semanas, aparecieron cuentas en redes sociales y una página web bajo el nombre de Frisby España, aparentemente, como parte de una estrategia de expansión de la famosa empresa hacia territorio europeo.
Sin embargo, la compañía colombiana desmintió que estuviera adelantando un proceso de ampliación y negó cualquier relación con la naciente “marca”. Desde entonces, se han conocido una seguidilla de comunicados de Frisby Colombia y Frisby España, protagonistas de la disputa legal.

La empresa colombiana, por un lado, expuso que cuenta con el registro de marca en la Unión Europea. Mientras tanto, Frisby España contraatacó al asegurar que la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea le otorgó la exclusividad para el uso de la marca en todo el territorio europeo.
“La marca (colombiana) será revocada en su totalidad en caso de no aportarse pruebas de uso efectivo en un plazo máximo de dos meses”, señaló la empresa española en un comunicado.
¿Hay robo de marca?
Daniel Pardo Mateus, abogado en derecho corporativo de Scola Abogados, explica que la empresa de origen colombiano hizo un registro de “marca figurativa”, lo que significa que “protege, por ejemplo, el pollo, el color y el logotipo, pero no necesariamente el nombre Frisby”.
“La empresa española solicitó a la autoridad cancelar esa marca figurativa, es decir, la colombiana, y solicita cancelarla por falta de uso. Es una causal muy común que está presente casi en todos los países del mundo, incluido Colombia”, comentó.
Y agregó que “el proceso está bien avanzado y en este momento Frisby Colombia tiene dos meses para demostrar que sí ha hecho uso de la marca”, señaló el especialista sobre el proceso que está en curso actualmente. De ese modo, la cadena de restaurantes colombiana tiene un plazo de 60 días para defender su imagen e identidad.
Ignacio Molina, abogado y magíster en Derecho Comercial de la Universidad Manuela Beltrán, también destaca que Frisby deberá probar que “el registro español usó la misma tipografía, los mismos colores y el diseño de la marca colombiana”.
En sus palabras, “el registro en España se hizo prácticamente replicando a la marca colombiana”, pues como puede observarse en redes sociales, se utilizan los colores característicos y una mascota con atributos muy similares, sin dejar de lado del uso del nombre.
De acuerdo con el especialista de Scola Abogados, la empresa española únicamente tiene el registro sobre el nombre Frisby, por lo que no abarca los colores, la mascota y la tipografía que estaría replicando. “Ahora están usando otro color de rojo y el pollo tiene otros colores, pero siguen siendo muy parecidos”, señaló.
Con respecto a las posibles consecuencias negativas que esta situación podría tener para la empresa colombiana, el abogado enfatizó que esto impactaría tanto a los consumidores como a potenciales inversionistas.
“Si un consumidor va a España y recibe un producto de otra calidad, esto genera una imagen negativa o positiva de la marca en Colombia. También se puede confundir a un inversor que crea que está invirtiendo en la marca colombiana”, comentó sobre posibles riesgos.
¿Qué caminos tiene Frisby?
Aunque la empresa española dijo en un comunicado que abre la puerta a una “negociación”, este diálogo podría ser un arma de doble filo para la empresa colombiana. “Dicen que no les interesa el dinero, pero creo que es una forma de presión hacia Frisby para llevar a una negociación”, puntualizó Pardo.

En esa línea, sostuvo que el “camino” que Frisby pueda emprender en adelante dependerá especialmente de la “velocidad” en la que esperen resolver la disputa. “La negociación sí sería el camino más rápido porque no creo que en dos meses logren demostrar que han hecho uso de la marca en territorio español y la otra empresa no va a parar, dice que ya tiene alianzas y busca crear franquicias”, recalcó.
Por su parte, el abogado Molina señala que, en principio, la empresa colombiana deberá defender la titularidad de la marca de manera “contundente y precisa”. No obstante, señala que esto no impediría que a futuro la empresa aceptara negociar con su copia.
“Si es el interés de las partes, se podría realizar alguna negociación comercial con ellos, se me ocurre por ejemplo un contrato de franquicia. Es que quién no conoce la marca Frisby, quién no reconoce sus servicios, su producto, incluso quién no reconoce su slogan”, destacó el especialista.
Según Pardo, otra de las opciones legales que tendría Frisby sería “solicitar la anulación del registro de (la otra) marca por mala fe”. No obstante, llevaría tiempo probar ante las autoridades competentes en la Unión Europea que la nueva empresa conocía la cadena de restaurantes colombiana dada su notoriedad.
Comunicadora social y periodista de la Universidad Autónoma de Occidente, con experiencia en medios digitales y en radio. En El País se desempeña como periodista multifuente desde el año 2022.