Colombia
La historia detrás de la desaparición de una pareja de turistas colombianos y su pequeño hijo en un retén en México
La familia de los colombianos no tiene rastro de ellos desde el pasado 8 de octubre.
Ailin Vanesa Pautt, Edwin Fernando Núñez y su hijo, de apenas 18 meses de nacido, salieron del Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz, de Barranquilla, el pasado 5 de octubre, con destino a Cancún, México.
Mili Pautt, la hermana de Ailin, contó que cuando llegaron a Cancún, la pequeña familia se encontró con un amigo, quien los hospedaría durante sus vacaciones. Sin embargo, los convencieron de conocer la capital mexicana y emprendieron un viaje por tierra.
Lo último que los familiares de los colombianos supieron es que el 8 de octubre tomaron un bus en la terminal de la línea ADO. Y cuando iban rumbo a Ciudad de México, supuestos uniformados detuvieron el vehículo en un retén.
“Ellos iban viajando, y cuando estaban llegando a Ciudad de México, mi hermana nos envió una foto y unos videos del lugar en el que iban, y nos indica que los habían parado y bajado del bus. Ella después nos compartió una foto de una patrulla, donde se identifica que es de la Guardia Nacional”, explicó Pautt en diálogo con Semana.
Su último mensaje se registró a las 11:53 a.m. (hora Colombia) del pasado martes, 8 de octubre, y desde ese momento, se desconoce el paradero de Ailin, de 28 años, Edwin, de 42, y su bebé. Aunque la familia asegura que respondieron el mensaje pocos minutos después, nunca más les volvieron a responder.
“Los mensajes le siguieron llegando como por una hora después, pero luego dejaron de recibir mensajes”, señaló Mili, quien se ha comunicado con distintas autoridades en México, sin obtener respuesta sobre el paradero de la familia.
“Desde entonces, nunca más, hasta la luz de hoy no he sabido de ellos, los mensajes no les llegan. Pensé que de pronto los iban a deportar, pero tampoco llegan a Colombia”, añadió la mujer angustiada.
Con la esperanza de encontrarlos, han buscado en plataformas de migración y se han comunicado con entidades de derechos humanos, pero, además, han enviado correos a la Cancillería de Colombia, pero luego de más de dos días no ha sido posible localizarlos. “Realmente no sé por qué no recibo respuesta de nadie, no sé dónde están, ya van más de 48 horas”, confesó la familiar.