cultura
Gira Colombia es Música Sacra llega este fin de semana a Tumaco
La Perla del Pacífico, en Nariño, será el próximo destino del tour del Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá.
Fueron siete destinos de paz los que recorrió en su última gira el Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá por Colombia. Su próxima parada será Tumaco, adonde llegará por primera vez.
El sábado, desde muy temprano, habrá un recorrido por los Manglares, los asistentes viajarán por senderos ecológicos que serpentean a través de los manglares, hábitat de cientos de especies de flora y fauna. En la tarde, habrá un City Tour por el Centro Histórico de Tumaco, para explorar la Plaza de la Independencia, y admirar la arquitectura colonial. Se recorrerá la Catedral Basílica Nuestra Señora de la Merced, el Malecón Costero, el Museo Arqueológico de Tumaco, el Parque Colón, y el Parque Arqueológico La Tolita en Tumaco, un sitio histórico que alberga vestigios de la cultura Tolita, una civilización precolombina.
A las 7:00 p.m., en la Catedral de San Andrés de Tumaco, se vivirá un concierto de cantos religiosos del pacífico-sur de Colombia, a cargo de Cueros y Chonta. Un total de 12 músicos, entre cantaoras y expertos en marimbas, —requintero y bordonero—, bombos machos y hembras, cununos machos y hembras sumergirán al público en los sonidos ancestrales. Ellos interpretarán el Himno de la Diócesis de Tumaco (Marcha. Juga.), A B C CH. (Bunde), Niña María (Arrullo tradicional), Oh mi Buen Jesús (Juga), Cristo nos Espera (Rumba), Santo I, Santo E (Bunde), El Santo Sacramento (Arrullo Tradicional) y Carmela Viene Llegando (Juga de Arrullo). El domingo, en la mañana, en el Tour de Cacao, se explorará cada fase de la producción cacaotera.
Marianna Piotrowska, directora del Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá, cuenta que desde los inicios del mismo, en el 2012, “se han presentado músicas espirituales, meditativas, contemplativas de diferentes estilos, épocas y religiones. Y desde el 2021, como conmemoración de los diez años, realizamos en alianza con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Fontur, la primera gira nacional Colombia es Música Sacra, enfocada a recorrer los lugares patrimoniales y promover el turismo cultural y religioso, en lugares emblemáticos del país, pero sobre todo, con esta inclinación religiosa”. Es así como llevaron las notas musicales a la Basílica de Nuestra Señora del Chiquinquirá, la de Nuestro Señor de los Milagros de Buga y Nuestra Señora de las Lajas, iglesias de Mompox y Barichara y la Catedral de Sal de Zipaquirá. En la primera gira visitaron cinco destinos.
“Este año realizamos la segunda, enfocándonos a los territorios de paz, lugares que han sido muy afectados por el conflicto armado, pero que ahora son más tranquilos y tienen una historia y un patrimonio importante para conocer. Estamos visibilizando estos destinos, reactivando y dinamizando la economía a través del turismo cultural y apoyando a la construcción de la paz. Allí, personas que hacían parte de una economía ilícita o de violencia se están reinventando con restaurantes, hoteles, agencias, como guías turísticos o emprendedores, y para hacer este cambio de vida, necesitan del apoyo de todos los colombianos y qué mejor que a través de la cultura y del festival, para organizar unos planes turísticos en estos destinos de paz, para movilizar a la gente hacia estos lugares”, dice Marianna.
Ella cuenta emocionada que ya estuvieron en Santa Marta, en Valledupar, en San José del Guaviare, San Jacinto, Montes de María; Florencia, Caquetá, y en Siloé, la comuna 22 de Cali, donde recientemente presentaron músicas espirituales del Pacífico colombiano, como arrullos y alabaos, a través de Remanso Pacífico, agrupación de cantadoras y músicos, que investigan y promueven músicas ancestrales de su territorio.
Todos los conciertos de la gira, hay que decirlo, son gratuitos para el público. “Ha sido conmovedora esta experiencia, uno se da cuenta de la ausencia que ha habido en estos territorios por las distancias y la falta de comunicación. Llegar con algo que para sus habitantes es una experiencia única, porque no hay una cultura en torno a la música sacra o clásica, despertar esa curiosidad y ese amor por una música distinta al reguetón, al vallenato o a la narcomúsica, es muy importante para promover la paz, para elevarnos el espíritu y llevarnos a otros estados de conciencia. Son lugares con mucho por contar y nos aportan muchísimo”, dice la directora.
Cuenta que se han llevado sorpresas muy bellas, como en Florencia, Caquetá, cuando después de escuchar a una soprano, recibieron más de cinco minutos de aplausos ininterrumpidos. O en San José del Guaviare cuando en medio de un recorrido por Cerro Azul, pudieron compartir con el hombre que en los años 70 descubrió allí las pinturas rupestres. O en Santa Marta donde los músicos arhuacos les enseñaron toda esa cosmogonía que maneja su cultura y en la Catedral donde pudieron usar el primer libro de coros que llegó a Colombia. Y esperan tener en Tumaco una experiencia igual.
Datos
En cada lugar donde van, esperan conectar con las tradiciones de cada lugar. En San José del Guaviare presentaron a Luis Fernando Franco, compositor, músico, investigador antioqueño, quien lleva 30 años investigando la música prehispánica y las ocarinas. En Cerro Azul vivieron una experiencia musical única, donde están las pinturas rupestres que datan del tiempo de dichos instrumentos.
En San Jacinto, en el museo comunitario, reposan ocarinas de millones de años, que fueron tocadas de nuevo para la gira.
El Festival de Música Sacra tendrá la décimo tercera edición en septiembre, en Bogotá, con el tema de la consagración.