Colombia
Desgarrador relato de Sargento colombiano retirado que vivió el ‘terror’ por falso trabajo en México; fue secuestrado por un cartel
El exmilitar narró que la única manera de salir de ese lugar, era muerto. Detalles.
Un viaje que parecía ser una oportunidad hacia el progreso, terminó siendo toda trampa. El sargento retirado del Ejército de Colombia, Andrés Mauricio Cáceres, vivió una pesadilla por falso trabajo en México y durante semanas estuvo secuestrado por un cartel del narcotráfico.
El Sargento duró varios días desaparecido, por lo que su nombre comenzó a resonar en los medios de comunicación, pues su familia se encontraba buscándolo y se imaginó lo peor.
En diálogo con Semana, el exmilitar reveló detalles de lo que vivió por cuenta de una promesa falsa de trabajo.
“Yo viajé el 12 de marzo para México, la ruta era Bogotá, Medellín, México. El día 13 ya estaba en México, llegué al hotel con un plan turístico que había adquirido. Luego me dirigí a la basílica de la virgen de Guadalupe y ahí me contacté con los que me habían ofrecido el trabajo para seguridad en un campo de limones”, relató.
El trabajo que consistía en cuidar un campo de limones como guarda de seguridad, al parecer, era en el Estado de Michoacán. Por ello, el exmiliar viajó hacia ese lugar.
Hasta ese momento, las cosas ‘parecían ir bien’. “El 14 de marzo me recogió un taxista que me habían asignado los supuestos patronos, luego me transbordaron a otra camioneta y me llevaron al lugar donde yo iba a vivir y donde supuestamente iba a estar mientras laboraba con ellos”, precisó Cáceres en diálogo con el anterior medio mencionado.
“No era como me lo pintaron”: exmilitar secuestrado por cartel mexicano
El sargento colombiano retirado comenzó a dudar de algunos detalles sospechosos sobre el supuesto trabajo que le habían prometido.
“Era una casa sola, que no tenía mayor cosa, solo había una cama para descansar, ahí yo ya vi que la situación no era cómo me la habían pintado”.
Al siguiente día, Cáceres fue trasladado a otro lugar donde se encontraba un grupo de personas fuertemente armadas. “Ahí ya me di cuenta de que era gente que pertenecía a un cartel...”, recordó. Ese día, le entregaron un fusil, AK47, porque iban a atacar a otro cartel.
“Al ver la situación contacté al taxista que me había llevado, pero el taxista hacía parte del cartel y me echó al agua, les dijo que yo me quería volar y ahí comenzó a peligrar mi vida. Los del cartel me dijeron que no me podía ir y si intentaba escapar o dar aviso me mataban”, manifestó.
Al encontrarse en esa situación, el exmilitar narró en Semana que se vio obligado a seguir algunas órdenes del grupo ilegal.
Según relata, se encontraba secuestrado porque la única manera de salir de ese lugar, era muerto. “Obvio lo matan a uno y lo tiran en una fosa y lo desaparecen. Allá hay varios carteles y están en guerra, y a mí me llevaron para enfrentarlos”.
La fuga
Mientras el exmilitar iba en camino hacia la próxima misión que tenía como objetivo atacar a un cartel enemigo, se logró ‘volar’ del grupo ilegal.
“El jefe del grupo nos dijo la siguiente misión era atacar a un cartel enemigo que nos preparáramos; comenzamos a caminar a las 7 de la noche, caminamos cerca de ocho kilómetros por un cultivo de limón. Siempre me fui atrás, de último, hasta que en un descuido me logré despegar del grupo sin que se dieran cuenta y me escondí en medio de los cultivos”, contó Cáceres.
El exmilitar tomó la decisión de caminar hacia Acapulco, sur de México, porque sabía que lo estaban buscando. “Siempre caminé a la orilla de una quebrada para mantenerme hidratado porque el calor era muy intenso (...) en esa zona no confiaba en nadie, ni policía ni guardia nacional, en nadie porque podrían hacer parte del cartel como me ocurrió con el taxista”.
Después de eso, tomó la decisión de contactarse con su esposa. “Le escribí a mi esposa, le dije que necesitaba ayuda, que el trabajo era falso y que hiciera lo que pudiera”, recordó en diálogo con Semana.
Al final, la Guardia nacional y la Fiscalía rescataron al Sargento retirado colombiano. Según la Revista, actualmente el exmilitar se encuentra en un lugar donde prefiere guardar el anonimato.
“Esa gente tiene todos mis datos y los de mi familia y mi seguridad y la de mi familia están en peligro”, concluyó.