Ahijado de esmeraldero asesinado cuestionó a las autoridades: “Aquí en este país prima la ley del silencio”

Amenazado durante años y sin recibir una respuesta favorable es como estuvo Jesús Hernando Sánchez, reconocido esmeraldero que fue asesinado el pasado domingo 6 de abril, por parte de un francotirador.

El hombre se encontraba en su apartamento en un conjunto residencial de Bogotá, en el barrio Usaquén, cuando recibió un impacto de bala y murió.

Jonatan Sánchez, ahijado de la víctima, en una entrevista con el medio Kienyke, habló del esmeraldero como un hombre generoso y emprendedor.

“Sánchez era un productor, comercializador y exportador de esmeraldas. Un hombre generoso en su trato con las personas, generador de empleo pues tenía dos grandes compañías, asociado con una compañía extranjera llamada Fura Gems mina Coscuez S.A., ubicada en el municipio de San Pablo de Borbur y por otro lado, la Empresa Esmeraldas Santa Rosa S.A., mina cunas Ubicada en el Municipio de Maripi Boyacá. Asimismo, tenía sus ganaderías y cultivos de arroz”, contó.

Sobre las amenazas, el familiar de la víctima manifestó. “Hace 15 años que nosotros venimos en esta situación, son constantes las amenazas y el acoso por parte de la criminalidad. En muchas ocasiones hemos puesto denuncias contra personas que querían asesinarnos”, contó.

Pero el esmeraldero ya había puesto en conocimiento de las autoridades todos estos hechos, sin embargo nunca recibieron una respuesta favorable. “Nunca avanzaron en los procesos”, insistió.

Sánchez se encontraba en compañía de familiares y amigos cuando se escuchó el disparo de un francotirador que lo hizo caer al suelo.

“Estaba en casa disfrutando de su familia y esto se ve interrumpido cuando él sale un momento de la casa para tomar aire y el delincuente simplemente lo estaba esperando para arrebatarle la vida”, dijo.

Para su familia, lo más preocupante es que las autoridades no están actuando, sobre todo porque hasta el momento no han podido esclarecer el homicidio de Juan Sebastián Aguilar, conocido como Pedro Pechuga, quien también fue asesinado por un francotirador y en el mismo conjunto en el mes de agosto del 2024.

“Lo que pasó acá, simplemente, es un acto de maldad de una organización criminal que está dedicada a amedrentar a las personas que trabajan y que no acceden a sus solicitudes”, señaló Jonatan, quien cuestionó a la Fiscalía y a la Policía, por la poca respuesta que tienen para proteger a las posibles víctimas.

“Mi padrino se cansó todos los días de su vida de pedirle a las autoridades que capturaran y que había amenazas, pero nada ocurre. Aquí en este país prima la ley del silencio”, puntualizó.