Cali
El Parque de las Banderas, símbolo de Cali, hoy luce abandonado
Lo que alguna vez fue símbolo de la Sucursal del Cielo, luce hoy como un espacio deteriorado.

8 de oct de 2025, 11:04 p. m.
Actualizado el 8 de oct de 2025, 11:04 p. m.
Noticias Destacadas
Por décadas el Parque Panamericano, más conocido como el Parque de las Banderas, fue uno de los íconos urbanos de Cali: un punto de encuentro, de celebración deportiva, de identidad y de orgullo. Hoy, sin embargo, sus astas están sin banderas y su fuente convertida en un estanque verdoso.
“Hace tiempo esta fuente ha estado apagada, como están apagadas también las banderas y todo el sector”, lamenta Camilo Torres, vecino del barrio San Fernando quien corre por el parque para ejercitarse. “Siempre hay mucha indigencia y mucha inseguridad. A veces uno pasa por aquí con temor, y eso que está allí seco produce zancudos”, reclama.

El parque fue inaugurado en 1971 con motivo de los Juegos Panamericanos y sirvió como escenario de bienvenida a la llama panamericana. “No es el Parque de las Banderas. Lo conocemos popularmente así por las banderas que se izaban según la ocasión: juegos deportivos, ciudades hermanas, Valle, Cali”, explica José Julio Zamorano, arquitecto y residente del sector desde 1964.
Zamorano conoce el parque como pocos. Recuerda cuando el terreno aún tenía casas y una gasolinera en la esquina, antes de transformarse en el espacio público que hoy sufre un marcado deterioro.
“El parque presenta varios problemas, problemas serios, pero el principal lo presentamos nosotros con las barras. La toma de las barras hace que no pueda mantenerse un orden porque pintan cada que quieren, hacen asados, queman zonas verdes y manejan drogas. Se supone que los parques son libres de drogas y alcohol, pero no se puede ese proceso”, dice con frustración.

El arquitecto asegura que la fuente, uno de los símbolos centrales del lugar, “lleva solamente como una semana apagada, pero es una agua verde estancada que no dice que lleva una semana pagada, parece que lleva meses abandonada”. También denuncia la falta de mantenimiento general de “casi 50 años”: “Hay mucha apropiación los fines de semana de gente que viene, se aprovecha del parque, pero no le aporta nada”.
Esa percepción la comparten vecinos y visitantes. Nancy Riascos, quien hace ejercicio en el parque, expresa su tristeza al ver su lugar de entrenamiento en esas condiciones: “Realmente me duele ver mi sitio así como está. La fuente es fuente de vida y eso alegra mucho una ciudad. Las banderas nos identifican, quiénes somos. Esta ciudad se caracterizó por ser limpia, que todo el mundo quiere conocer, por eso le llaman la Sucursal del Cielo. Debemos permanecer con ese eslogan, una ciudad limpia, transformada y de la mano de Dios”.

Para Lina María Jaramillo, quien acude al parque a pasear a sus mascotas, el problema más urgente es la inseguridad nocturna. “Hay habitantes de calle que están hasta altas horas de la noche. Hacen sus necesidades en cualquier parte. La inseguridad últimamente se ha aumentado. Vienen personas a fumar marihuana, parten vidrios, botan botellas. Tampoco hay iluminación, entonces por eso mismo la gente se cohíbe de visitar el parque y también las barras pueden venir en cualquier momento de la noche a tirar totes, pólvora y pues eso afecta la tranquilidad del sector”, relata.

Lina propone una solución concreta: “Tienen que tener siquiera en el sector tres o cuatro oficiales de policía para que la gente esté más segura”.