Cultura
Recomendaciones para cuidar la salud mental en pareja. El amor es cuidado
Acompañar a una pareja con dificultades de salud mental es posible sin perder el equilibrio propio. Expertos explican cómo brindar apoyo desde el afecto y el amor.

11 de may de 2025, 02:18 a. m.
Actualizado el 11 de may de 2025, 02:18 a. m.
Tener pareja implica acompañar, cuidar, amar y respetar. Si no se está preparado para compartir con alguien y dar lo mejor de sí, lo mejor es mantener los vínculos de amistad y familiares vivos para fortalecer sus relaciones sociales.
Al estar con una persona en una relación afectiva, el cuidado del otro es uno de los muchos acuerdos que se pueden establecer en pareja. Para muchos es una base principal, poder contar con el otro y sobre todo si necesitamos de apoyo en situaciones difíciles en la vida.
Es posible que alguien en la pareja pueda sufrir de alguna dolencia física o alguna enfermedad mental, y ahí siempre vamos a contar, ya sea con la familia o con “el amorcito”, pero siempre buscamos de alguien para que nos preste atención y cuidado. No estamos solos.

Salud mental en pareja
En este caso, vamos a prestar atención al aspecto de la salud mental y de cómo poder acompañar en pareja. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 35 % de los colombianos ha experimentado algún problema de salud mental en su vida.
Esta estadística pone de presente lo necesario que se hace tener cuidados con nosotros mismos y con los seres queridos más cercanos.
“Una pareja puede hacer parte de la red de apoyo, así que sin problema alguno se puede construir un vínculo si es que eso es lo que se desea. La evidencia científica sugiere que es posible que todos alguna vez transitemos por una dificultad en la salud mental; esto no es un impedimento ni es un estigma para no cultivar o forjar vínculos. De hecho, en la terapia se puede ayudar a la persona a fortalecerlos, cuidarlos y cultivarlos si ese es uno de sus objetivos”, expresa María Fernanda Valderrama, sexóloga, psicóloga y terapeuta de pareja.

De acuerdo a lo que plantea la experta, en algún momento hemos podido pasar por situaciones complejas en la vida que nos han afectado nuestra salud mental, la perdida de un ser querido, estrés laboral, abusos sexuales y diversas situaciones que han generado traumas fuertes en nosotros mismos.
Acompañamiento sin consecuencias
En una relación afectiva el deseo es que el otro pueda sentirse bien y que se pueda aportar al crecimiento personal. Por eso, cuando se presenta una afectación en la salud mental de la pareja, intentamos ayudar y cuidar, pero ¿cómo hacerlo sin verse afectado por esta situación?
Antes de responder a esta pregunta, se pone de presente que en la sociedad actual, en redes sociales, se opina constantemente que “si no estás bien mentalmente, no debes tener pareja, ve al psicólogo”, comentarios que estigmatizan y buscan segregar a personas con problemas mentales.
A esta situación, Valderrama experta consultada, responde: “Desde mi experiencia profesional, he notado que, sin duda alguna, la afectación que generalmente aparece es la preocupación por la salud mental del otro. Ser testigo de los cambios y los desafíos que la pareja transita, suele tener un impacto emocional importante”.

“También puede surgir la frustración de querer ayudar y no saber cómo hacerlo o de desear obtener rápidamente la versión anterior a la dificultad mental y que sea la misma o el mismo de siempre. Dicho esto, y desde mi experiencia, la pareja puede verse afectada y es natural que sea así, cuando uno ama a una persona quiere lo mejor para ella y desea que goce de salud, y al encontrar el escenario contrario nos preocupamos, nos ponemos ansiosos, nos frustramos, duele y puede agotar. Esto no quiere decir que llegamos a sobrecargarnos o dejamos de hacer las actividades cotidianas”, agrega Valderrama.
Lo importante ante esta eventual situación en pareja es contar con una red de apoyo amplia y, sobre todo, buscar la orientación profesional de psicología y psiquiatría, según cada caso.
“Al acompañar hay que mantener el autocuidado (alimentación, sueño, ocio), acudir a la red de apoyo, compartir los espacios de cuidado si es que la persona lo requiere y solicitar ayuda profesional si en algún momento se identifica que se está viendo deteriorada la salud física o mental”, enfatiza.
Cuando se ha tomado la decisión de estar al lado de alguien en su proceso de recuperación emocional, la recomendación es hacerlo desde el cariño y la empatía, no desde la crítica, la presión, el control o el juicio.
María Fernanda Valderrama, quien cuenta con amplia experiencia en terapia de pareja, está segura de que es posible acompañar a la pareja desde el amor y el respeto.
“Es notoria la diferencia entre una persona que recibe apoyo emocional, durante una dificultad de salud mental, por parte de su pareja, y otra que no lo obtiene. Lo más frecuente es que la persona que recibe apoyo, se sienta acompañada, cuidada, amada y comprendida; esto puede tener una relación de mejora con su estado de ánimo y mayores reportes de optimismo frente a la salud mental”.
Y concluye Valderrama: “Una persona que no obtiene apoyo, suele percibir cuesta arriba, es decir, como algo muy difícil alcanzar su salud mental. Estas personas suelen reportar mayores sensaciones de soledad, abatimiento, incomprensión, tristeza, ansiedad, miedo y desasosiego”.

Cuidar desde el amor
Hay muchas maneras de acompañar en la salud mental de la pareja. Primero, es importante no estigmatizar a la persona, burlarse, minimizar o anular como se siente.
Escuchar activamente la expresión de las emociones es clave, no castigar o invalidar la emoción, evitar frases como, por ejemplo: “estás exagerando”, “no estés triste que la vida es muy linda para estar así”, “la ansiedad es para gente desocupada más bien ponte a trabajar más”, “la generación de cristal y sus problemas, en mi época no era así”, “deje de hacer show”.
Estas frases invalidantes pueden llegar a hacer más profunda la percepción de incomprensión, desesperanza y soledad. También podemos preguntar directamente, “¿cómo quiere ser acompañado(a)?”, “¿qué puedo hacer por ti? Muchas veces queremos acompañar, pero no sabemos cómo hacerlo.
Hay que tener en cuenta que no todas las personas necesitan lo mismo, antes de hacer suposiciones podemos encontrar claridad directamente preguntando.
Otra forma de acompañar es no restarle independencia ni agencia a la persona por su diagnóstico. De igual manera es relevante respetar la privacidad, los espacios personales, no presionar a la persona para que nos revele información o presionarla para que mejore pronto, es importante respetar su proceso.
Si la persona presenta crisis emocionales, el profesional puede diseñar un plan de crisis, en el cual algunas estrategias de respuesta, pueden ser acompañadas por su red de apoyo, incluida la pareja.
Comunicador social y periodista de Univalle, a la que le debo todo. Bailador caleño, realizador y apasionado por el cine documental, como dice Patricio Guzmán: "Un país que carece de cine documental es como una familia sin álbum de fotografías".