Psicólogos advierten que es importante practicar, a diario, los detalles en pareja

Por Isabel Peláez R., editora de Vé

El salsero venezolano Oscar D’León lo dice, muy bien, en su famosa canción de los años 90, Detalles: “Acuérdate, en el tiempo que eran novios la llevabas al coctel, la invitabas a comer, la sacabas a bailar, era tu única mujer. Ahora no puedes cambiar tu forma de ser. Cada rato la llamabas y por ella preguntabas.... Ahora no puedes cambiar tu forma de ser”...

Y en el coro aconseja: “Vamo’, sácala, llévala al cine; cómprale un ramo ‘e flores; báñate junto con ella, llévale la comida a la cama, con mucha ternura; háblale, pero con mucha dulzura; dale amor, porque ella merece, le gusta, que la trates así”.

Muy de acuerdo con el artista están los psicólogos y psicoterapeutas, en que el secreto para enamorarse a diario de la pareja está en... los detalles.

¿Por qué no enamorar, día tras día, como dice Andrés Cepeda en su canción, a su pareja, como aquella primera vez que se miraron a los ojos y sintieron mariposas en el estómago?

Aunque ya no estén en plan de conquista mutuo y consideren que ya todo está conquistado, la verdad es que todos los días de convivencia deberían ser para aprender a amarse más, sin que los detalles mueran. ¿Y cómo ser detallista, sin fallar en el intento? Esto dicen los expertos:

Escúchelo y préstele atención a lo que dice

No lo ignore, eso matará el amor, el deseo y la pasión. Preste atención a lo que le expresa, y no solo a sus palabras, sino también a sus emociones. Allí hallará pistas sobre lo que necesita y desea el otro. No deje de hacerle preguntas amables, que demuestren su interés genuino; pregúntele sobre su día, sus intereses, sus preocupaciones

Hágale saber que recuerda detalles de sus conversaciones y menciónelos después, eso le mostrará que permanece atento y que valora mucho lo que le dice. Lo importante es hacerlo sentir comprendido y querido.

Pequeñas grandes muestras de afecto y de cariño

Tenga pequeños gestos cariñosos con su pareja. Qué tal si no espera a que llegue un día especial y le prepara su bebida predilecta. Sorpréndalo con un desayuno en la cama, o preparando su comida favorita, será un gesto que apreciará mucho.

¿Hace cuánto no le deja una nota amorosa, por sorpresa, en su bolso o maletín, con un sencillo pero valioso: ‘Te quiero’? O qué tal, escribírselo en el espejo con un marcador borrable o labial, para arreglarle el día?

Podría sorprenderlo con un kit de masaje relajante y aromaterapia con sus esencias favoritas, para aliviar el estrés de una jornada laboral agobiante. También agradecerá que usted se ofrezca a colaborar con algunas tareas del hogar pendientes. O que se preste, con agrado, a acompañarlo a cumplir un hobbie que ha ido aplazando. Busque el espacio en tiempo y lugar adecuado para que lo haga realidad, y de ser posible, acompáñelo.

No crea que lo sabe, expréselo

No hay que esperar a que el otro sea quien viva prodigando abrazos, caricias o besos. Estas muestras de cariño no deberían faltar en una relación, por más que el tiempo haya pasado.

Hágale saber al otro lo atractivo que está, lo inteligente y hábil que es, lo divertido.

Valore cada cambio que haga tanto de su físico, como de su personalidad.

Dedíquele tiempo de calidad, sin distracciones de por medio para conversar, reír juntos y disfrutar de su compañía.

Es clave ser auténticos

Si el otro ve que su actitud es forzada o fingida no le creerá y no valorará sus esfuerzos. Los detalles que le haga deben ser sinceros, provenir del corazón y de un intento genuino por acercarse, agradecer y compartir.

No se trata de llenar de regalos excesivos, costosos o innecesarios al otro, hay que darse a la tarea de conocer sus gustos y requerimientos.

Lo más sensato es adaptar los obsequios a los gustos e intereses de su pareja.

Sea constante, no se trata de hacer grandes gestos una vez al mes, sino de brindar pequeños detalles, a diario, para que la pareja se sienta amada. Aquí, consejos para practicar a diario los detalles, como dice Oscar D’León.