Doble crimen en San Pedro, Valle del Cauca: Madre e hija fueron asesinadas en la zona rural

En la noche del miércoles 26 de marzo se presentó un hecho de violencia que sacudió la tranquilidad de la zona rural del municipio de San Pedro, del corregimiento de Monterredondo, donde dos mujeres fueron asesinadas a tiros.

Las víctimas, madre e hija, fueron identificadas como María Graciela Agudelo, de 65 años, y Jessica Julieth Diez Agudelo, de 25 años, fueron atacadas con armas de fuego alrededor de las 7:30 p.m., según el reporte de los habitantes del sector.

El ataque ocurrió en la vereda La Islandia, cerca de Monterredondo, donde hombres armados dispararon contra las dos mujeres, quienes fallecieron en el lugar debido a la gravedad de las heridas. Según información preliminar, los disparos fueron escuchados por la comunidad, pero cuando los vecinos salieron a verificar lo ocurrido, las víctimas ya estaban sin vida.

Hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer detalles sobre los posibles responsables o móviles del crimen. Según informan medios locales, la Policía y la Fiscalía se encuentran adelantando las investigaciones correspondientes.

El municipio de San Pedro se encuentra en medio de Buga y Tuluá, y debido a sus montañas y estratégica ubicación, la zona cuenta con la presencia de grupos al margen de la ley como disidencias de las Farc y otras organizaciones, debido a esto, los cuerpos de las víctimas tuvieron que ser evacuados hasta la cabecera del municipio.

Preocupación en la comunidad

Este hecho se suma a la creciente preocupación por la violencia en zonas rurales del Valle del Cauca y residentes del corregimiento de Monterredondo por medio de redes sociales manifiestan su preocupación por la seguridad en la zona y expresan su indignación por este acto violento, por ello exigen justicia por el atroz crimen, el cual enluta la región.

La noticia de su fallecimiento ha causado un profundo impacto en la comunidad y de acuerdo con quienes conocían a María Graciela y Jessica Julieth, ambas eran reconocidas en la comunidad por su espíritu trabajador y su dedicación. Madre e hija solían recorrer el pueblo ofreciendo una variedad de productos, actividad con la que lograban su sustento diario y mantenían una relación cercana con los habitantes del sector.

Hasta el momento, las autoridades locales no se han pronunciado oficialmente sobre el crimen ni sobre posibles medidas de seguridad en la zona. La comunidad espera respuestas y acciones concretas para esclarecer lo sucedido y prevenir nuevos hechos de violencia en el municipio.