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El misterio del cometa 3I/ATLAS: ¿por qué no se desintegra y qué impacta a la ciencia?
Circulan imágenes en redes que lo dan por destruido, pero expertos aclaran que sigue intacto y que su origen interestelar lo convierte en uno de los objetos más intrigantes del siglo.
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25 de nov de 2025, 12:16 a. m.
Actualizado el 25 de nov de 2025, 12:16 a. m.
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Durante los últimos días, el cometa 3I/ATLAS volvió a atraer la atención del público luego de que en redes sociales surgiera la versión de que se había desintegrado en su paso por el sistema solar.
Las supuestas evidencias, compartidas por aficionados a la astronomía, provocaron una ola de especulaciones que obligó a la comunidad científica a pronunciarse nuevamente sobre el visitante interestelar.

La información circulada es falsa. Astrónomos explicaron que las imágenes que han generado confusión no corresponden al cometa 3I/ATLAS, sino a un objeto distinto, el K1/ATLAS, otro cuerpo celeste proveniente de la Nube de Oort que sí presentó un proceso de desintegración mientras avanzaba por la constelación de la Ursa Major.
Debido al parecido en los nombres, muchos usuarios asumieron que se trataba del mismo objeto.
El K1/ATLAS, que actualmente se encuentra a más de 60 millones de kilómetros de la Tierra, según datos de SkyLive, empezó a fragmentarse por razones naturales.
Estos eventos no son extraños, los cometas están formados por polvo, hielo y compuestos volátiles, lo que los hace extremadamente frágiles cuando se acercan al Sol. El aumento de temperatura desgasta su estructura y puede causar rupturas que a veces ocurren en cuestión de horas.

En contraste, el cometa 3I/ATLAS se mantiene estable. Su historia reciente es especialmente importante porque se trata apenas del tercer objeto interestelar identificado en nuestro sistema solar.
Descubierto el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS, ha despertado un interés enorme debido a la forma hiperbólica de su órbita, una señal inequívoca de que no pertenece al vecindario del Sol.
La NASA confirmó que su trayectoria proviene desde la dirección general de la constelación de Sagitario, y que viaja a una velocidad demasiado alta como para quedar atrapado por la gravedad solar. Esa combinación de factores convierte a 3I/ATLAS en un mensajero único, un fragmento de otro sistema planetario atravesando el nuestro.
🔥 BREAKING: 3I/ATLAS Core Images The Nov 23 Object Just Got Sharper — Ray’s Raw Clip + SpaceTracker Refinement Reveals a Shockingly Dense Core”
— SpaceTracker.space (@Ammar1176708) November 24, 2025
Images & Articles: https://t.co/00hpNCh9Zx
Ray’s Astrophotography | Early-Morning Long-Exposure Capture
Refined & Analyzed by… pic.twitter.com/zitNwXQi8o
Aunque la NASA mantiene una postura prudente y estrictamente científica, el físico Avi Loeb ha vuelto a plantear la posibilidad de un origen no convencional. Loeb, director del Proyecto Galileo, ha señalado lo que considera una coincidencia orbital llamativa.
el cometa pasaría en marzo de 2026 por el borde exacto del Radio de Hill de Júpiter, un punto crítico dentro de la esfera gravitacional del planeta. Según él, la probabilidad de que un objeto interestelar llegue con esa precisión es de 1 entre 26.000.
Para la NASA, esa precisión no debe interpretarse como evidencia tecnológica. El organismo ya ha confirmado que la aceleración no gravitacional observada en 3I/ATLAS se debe a chorros de gas generado por la sublimación del hielo, un comportamiento típico en cometas activos. Sin embargo, Loeb sostiene que la magnitud de esa aceleración coincide con lo que requeriría una maniobra artificial.

Comunicador social y periodista de la Universidad Antonio José Camacho. Tecnólogo en Producción Audiovisual y técnico en Diseño e Integración Multimedia del SENA, además de especialista en Fotografía Publicitaria. Experiencia en periodismo de campo frente a cámara, redacción web y gestión de redes sociales
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